Las particulares 12 campanadas de Cuidar Mi Bebe.

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Hoy no, hoy no voy a hablar de medicina, ni de niños,… Hoy sólo quiero agradecer todo lo bueno que me ha pasado durante este 2015.

Estas son mis particulares 12 campanadas desde Cuidar Mi Bebe:

¡¡Doongg, doongg!! No, aún no, estos son los cuartos. Id preparando las uvas.

Mientras aprovecharé para agradecer muy sinceramente el seguimiento que habéis hecho del blog a lo largo del año. Me ha motivado a seguir escribiendo a pesar del frenético ritmo de trabajo que llevo.

Agradezco todos vuestros “me gusta” (incluso algunos “me encanta”) tanto en perfil de facebook como en los post. Agradezco todos vuestros “comentarios” y aprovecho para disculparme por algunas preguntas no respondidas. Cuando no respondo es porque considero que algunos problemas personales tienen mucho riesgo intentar solucionarlos sólo con un consejo, sin haber visto a un paciente.

Agradezco, igualmente, a todas las familias que pasaron este año por mi consulta, por confiarme su tesoro más preciado: la salud de sus hijos. He intentado estar a la altura, a pesar de que ya sabéis que los retrasos son muy difíciles de manejar.

Uff, que me enrollo, y empiezan las campanadas….

  • ¡¡Doongg, una!! Por mis hijos, José y María, y por mi futura hija Victoria (si todo sigue bien nacerá en marzo), que me mantienen conectado íntimamente a la pediatría y me aportan una visión mucho más “real” de la crianza de los niños. No sólo como pediatra sino también como padre.
  • ¡¡Doongg, dos!! Por mi mujer, Paqui. Por la paciencia infinita que tiene conmigo, por todo el tiempo que le robo con mi trabajo. Por la visión de madre que me aporta de la crianza de los niños y que me hace entenderos mucho mejor.
  • ¡¡Doongg, tres!! Por mis cuñad@s y sobrin@s (tit@s y prim@s), que también me muestran otra manera de ver y sentir la crianza de los niños.
  • ¡¡Doongg, cuatro!! Por mis padres, Diego y María, porque además de la infinita ayuda que nos aportan familiarmente, me aportan la visión de “abuelos”, necesaria también en mi intento de visión global de los niños.
  • ¡¡Doongg, cinco!! Por mis compañeros médicos, tanto del Hospital Virgen del Rocío como del Hospital NISA, porque su compañerismo me mantiene actualizado de una forma más amena.
  • ¡¡Doongg, seis!! Por el resto de mis compañeros de trabajo (enfermer@s, auxiliares, celador@s, limpiador@s, cociner@s…), porque su trabajo es IMPRESCINDIBLE para que la rueda sanitaria pueda rodar sin detenerse.
  • ¡¡Doongg, siete!! Por vuestros niñ@s, mis pacientes, por cada una de esas sonrisas inocentes y sanas cada vez que les doy una “pegatina de valientes”.
  • ¡¡Doongg, ocho!! Por vosotros, cada uno con vuestras circunstancias. Por esa entrega en la crianza de vuestros hijos. Nadie dijo que fuese fácil, PERO MERECE MUCHO LA PENA.
  • ¡¡Doongg, nueve!! Por todos los abuelos, titos, amigos, cuidadores… que acompañaron a los niños a la consulta cuando los padres no pudieron, porque ellos también son IMPRESCINDIBLES.
  • ¡¡Doongg, diez!! Por todos los buenos momentos que nos ha dejado este 2015. Estoy seguro que si os paráis un momento analizarlo superan, con creces, los pequeños baches que tenemos que superar a veces.
  • ¡¡Doongg, once!! Por todas las personas que tengan que atravesar alguna dificultad en el próximo año. Para que sean capaces de sacar siempre alguna enseñanza de esa experiencia
  • ¡¡Doongg, doce!! Por un 2016 cargado de ilusión, esperanza y buenos momentos.

 

¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!! , ¡¡¡¡FELIZ 2016!!!!

El ciberbullying y el grooming.

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Creo que las cartas a que recibirán los Reyes Magos de Oriente este año, como todos los últimos y cada vez más, estarán plagadas de objetos y juguetes tecnológicos: tablets, móviles,…

Hoy no voy a entrar a comentar las ventajas y desventajas de este tipo de regalos entre los menores, pero sí quiero hablar de dos problemas a los que los padres debemos estar más atentos que nunca porque su incidencia está aumentando llamativamente debido al uso cada vez más frecuente de las tecnologías en los menores: el ciberbullying o ciberacoso y el grooming.

El ciberbullying  es cuando a través de un teléfono móvil, Internet, redes sociales,…. un menor acosa a otro (amenazas, insultos, coacciones, chantajes,…).

El problema es que al existir una distancia física entre el agresor y la victima, el agresor tiene más sensación de impunidad, y puede hacerlo reiteradamente sin ser visto por nadie (profesores, vecinos, padres, …) como en el caso del bullying “normal”. Esta reiteración puede hacer que las consecuencias psicológicas sean incluso más graves. Uno de los casos más típicos es que una niña envía a través de WhastApp a su amigo una foto comprometida. Ëste la distribuye entre sus amigos y después la chantajean para cortar la cadena de transmisión.

El grooming es también un acoso a través de las nuevas tecnologías (chat, redes sociales, etc.), pero no es entre iguales, sino que el acosador es un adulto y la víctima un menor. Casi siempre habrá una intención sexual explícita o implícita.

Los acosadores, que suelen ser hombres casados, tienen preferencias por menores en edad puberal o prepuberal. Suelen esconderse tras un “perfil” de menor y poco a poco van “abonando” el terreno hasta confesar sus intenciones, pidiendo secretismo. Les convencen de que no deben decirlo a los padres, pues no lo entenderían.

Actúan en 3 fases:

Fase de amistad: comienzan a crear una relación de amistad y confianza para conocer sus gustos y preferencias.

Fase de relación: aumenta el grado de confianza. Comienza a haber confesiones personales e íntimas entre acosador y menor.

Fase con componente sexual: hay petición a los menores de su participación en actos de naturaleza sexual, grabación de imágenes o toma de fotografías.

 

Vistos estos dos problemas, ¿Qué debemos hacer los padres?

 

– Debemos supervisar, sin ser intrusivos (esto es lo difícil) y conocer el uso que hacen nuestros hijos de Internet.

– Establecer un horario para el uso de las nuevas tecnologías.

– Educar en la difusión responsable de imágenes (no enviar a desconocidos, no compartir imágenes comprometidas).

– El uso de Internet y, por supuesto, las webcam debe hacerse en las zonas comunes de la casa.

– Hablar con nuestros hijos de los beneficios y de los riesgos de las nuevas tecnologías y educarles en la autoprotección de datos. Enseñarles que:

-En Internet utilizar pseudónimos o nicks personales que sean conocidos sólamente por un círculo de contactos.

-Sean muy cautos con los datos personales que publican.

No acepten ni agreguen como contactos a desconocidos.

 

Comparte esta información con otras familias si piensas que puede ser de utilidad.

 

 

¿Qué hacer si el niño vomita el medicamento?

Bebe resfriado

“Doctor, ya estuvimos en Urgencias esta mañana y nos dijeron que tenía bronquitis, el problema es que al darle el corticoide lo ha vomitado y no sabemos si se lo tenemos que volver a dar”.

 

En estos días, con las urgencias plagadas de niños con bronquitis, bronquiolitis, laringitis, … y no sé cuántas más ___itis, hay que sumarle la de las familias que reconsultan porque el niño ha vomitado la medicación.

Intentaré aclarar el tema.

En primer lugar decir que la gran mayoría de los medicamentos que solemos utilizar (antibióticos, antitérmicos, corticoides, ….) tienen un amplio rango terapéutico, es decir, que son eficaces a diferentes dosis y casi nunca utilizamos las dosis máximas. En general, si un niño ha vomitado un medicamento se le puede volver a dar sin ningún riesgo.

De todas maneras, los pediatras,  lo que recomendamos habitualmente es lo siguiente: en función de cuánto tiempo haya pasado desde que lo tomó hasta que presentó el vómito asumimos que se ha absorbido nada, parcialmente o todo el medicamento.

Más claro:

  • Si el vómito ha sido inmediatamente tras tomar la medicina o han pasado menos de 15 minutos (en estos casos si el medicamento es de color se suele ver incluso en el vómito) podemos volver a repetir la dosis completa.
  • Si han pasado entre 15-30 minutos, asumimos que parte del medicamento se ha absorbido y podemos volver a repetir la mitad de la dosis.
  • Si han pasado entre 30-60 minutos o más, asumimos que el medicamento se ha absorbido prácticamente por completo y NO repetiremos la dosis. Si al recoger el vómito observamos que el vómito está parcialmente teñido del medicamento, lo que sí podemos hacer es, adelantar la siguiente dosis. Por ejemplo si la próxima dosis le tocaba a las 8 horas se podrá adelantar a las 4-6 horas.

 

Por otro lado debemos intentar averiguar la causa del vómito:

  • Si vomita porque no le gusta el sabor o la textura de la medicina, deberemos preguntarle al pediatra si existen otras alternativas de sabores o, incluso otras vías, por ejemplo, la rectal. Aunque los pediatras intentamos utilizar cada vez menos esta vía, en algunos niños, es la única que nos queda “porque es enseñarle y bote de apiretal y ya está vomitando”. A veces funciona, también, mezclar el medicamento con algo de comida (leche, zumo, …). Esto se puede hacer con la gran mayoría de medicamentos de uso pediátrico.
  • Si vomita porque precisamente esa era el motivo de llevarlo al médico y parece que está empezando con una gastroenteritis, en este caso, quizás nos debamos plantear desde el principio la vía rectal.
  • Si vomita porque tiene mucha tos, “lo echa todo con los golpes de tos”: en este caso debemos intentar crear las condiciones óptimas para que no ocurra. Es decir, hacer los lavados nasales previos a la toma del medicamento y nunca tras la toma del mismo. A veces en estos casos, y aunque la tos suele ser un mecanismo de defensa, podemos asociar un medicamento antitusivo.

 

Si consideras útil esta información, compártela.

 

¡¡Feliz Nochebuena a ….., pero especialmente a ….!!

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Papá, ¿por qué este año tampoco cenarás con nosotros?

Casi con un nudo en la garganta: “Porque algunos niños están malitos y necesitan que los médicos los sigan cuidando todas las noches, también la de Nochebuena”.

Desde Cuidar Mi Bebe quiero desearos una FELIZ NOCHEBUENA Y UN FELIZ DÍA DE NAVIDAD.

Quiero felicitar:

  • A todas las familias que actualmente tienen a todos sus miembros en un buen estado de salud, pero especialmente las que pasarán esta noche en el hospital porque tienen alguno de sus miembros ingresado.
  • A todas las familias que se reunirán completas porque todos sus miembros pueden disfrutar de unas merecidas vacaciones, pero especialmente a las que no podrán hacerlo porque su trabajo no se puede quedar “descubierto” (médic@s, enfermer@s, celador@s, auxiliares, bomber@s, policias, conductores de metro o autobus, ….)
  • A todas las familias que han sumado un miembro nuevo este año (¡¡Felicidades!!), pero especialmente a las que perdieron un ser querido.
  • A todas las familias que cenarán cosas extraordinarias porque uno de sus miembros encontró trabajo este año, pero especialmente a las que no podrán hacerlo porque alguno de sus miembros continua en paro.
  • A todas las familias que mayor o menor humildad celebrarán la cena en su hogar, pero especialmente a la gente que está en la calle, a los “sin techo”, a los refugiados, …
  • A todas las personas que cenarán en comedores sociales, pero también a la gente que colaboró con alimentos y a todos los voluntarios que harán posible que cenen “en familia”.

Que la Navidad sirva para ablandarnos el corazón y comenzar a querer para los demás lo que queremos para nosotros mismos.

Consejos para NO acabar en Urgencias en Nochebuena.

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Se acerca la Navidad y recordaré algunas cosas básicas, que todos conocemos pero que  conviene tener al día para evitar sustos en estos días tan especiales.

A algunos no nos quedará otro remedio que cenar (si podemos) en el hospital, pero es muy triste que vosotros, en estos días, terminéis en Urgencias por actos evitables.

Es época de vacaciones en familia y muchas de ellas se desplazan para poder pasar estos días juntos. La  DGT prevé para estas navidades 13,6 millones de desplazamientos. Por tanto conviene recordar:

 

En ambas circunstancias conviene hacer especial hincapié en los desplazamientos cortos, puesto que es cuando más nos “relajamos” y el índice de siniestralidad aumenta.

 

Con respecto a las comidas familiares con niños pequeños, para no acabar en Urgencias conviene saber:

  • Los menores de 2 años, como ya hemos visto en otros post, NO deben tomar frutos secos, por el riesgo de aspiración.
  • Aunque se puede aceptar que un niño de 12 meses pueda comenzar a comer marisco, sería una triste broma la de acabar en Urgencias por una urticaria por marisco, simplemente por: “Dale un langostino a Julita que lo pruebe, verás que cara pone”. No es el día ideal para la introducción de alimentos nuevos.
  • Para los padres de niños adolescentes o, preadolescentes, debemos evitar que los menores de 18 años consuman alcohol.

 

Pero no todo van a ser restricciones así que, conviene recordar, el post de “Las embarazadas SÍ pueden comer jamón”.

 

Y para las mamás supercocineras (algunos papás con esto de masterchef ya empiezan a colaborar) que andan tan liadas en estos días, conviene recordar que la cocina es el sitio de la casa donde se producen mayor número de accidentes domésticos. Debemos saber que:

  • Los niños no deben estar en la cocina mientras cocinamos.
  • Para cocinar, debemos usar los hornillos interiores y poner el mango del cazo o sartén hacia adentro.
  • Tener cuidado cuando encendamos el horno: las puertas transparentes llaman la atención del niño pequeño y pueden quemarse.
  • Evitar que cuchillos, tijeras y otros elementos cortantes estén al alcance de los niños.

 

Comparte esta información con la intención de que a ninguna familia se le agüe la cena de Nochebuena por estos motivos.

El peligro de la ingesta de las pilas de botón.

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Ya hace unos meses escribí un post sobre los productos más frecuentes que suelen ingerir los niños y que, a pesar de la gran angustia que generan en los padres, NO son tóxicos. Vimos que uno los productos que más alarmaba a los padres era el sobrecito de SILICA GEL que contienen muchos zapatos, bolsos, .. Podéis recordar el post pinchando aquí.

Hoy quiero hacer hincapié en un producto que, a diferencia del resto de los productos pequeños y de bordes romos cuya ingestión no acarrea ningún problema (salvo la angustia de los padres), su ingestión merece una consideración especial: LAS PILAS DE BOTÓN.

Las pilas sí pueden ser tóxicas.

Su contenido interior, que es alcalino, puede producir “quemaduras” en la mucosa digestiva. Además, el mercurio que pueden contener, es un metal pesado tóxico.

Afortunadamente la mayoría de las pilas se eliminan en poco tiempo (24-48 horas) y no suelen acarrear ningún problema. Si le eliminación es rápida no se suele corroer la cubierta de la pila y, por tanto, no liberan el mercurio.

¿Qué debemos hacer si nuestro hijo ingiere una pila de botón?

En este caso SIEMPRE debemos acudir con rapidez a un centro donde se puede realizar una radiografía. Algunos Centros de Salud disponen de este servicio y si no habría que acudir al servicio de Urgencias más cercano.

La realización de la radiografía es importante porque nos informará a qué nivel se encuentra la pila.

Los médicos actuaremos de una forma u otra en función de dónde se encuentre la pila:

  • Si se encuentra en el esófago: Afortunadamente esto es poco frecuente. En este caso se debe realizar una endoscopia urgente para extraerla y así evitar la posible perforación por quemadura en esa zona.
  • Si se encuentra en el estómago: El punto más estrecho de la vía digestiva es la salida del estómago (píloro) y podría haber problemas para atravesar esta zona si las pilas midieran más de15 mm. Por suerte, la gran mayoría de las pilas son de 7,9 o 11,6 mm (truco: si no sabemos el tamaño se puede medir el compartimento donde estaba alojada) y, por tanto, no suele haber problemas.
  • Si ya ha pasado el estómago: En este caso, puesto que ya ha atravesado la parte más estrecha (píloro), no suele dar problemas.

En cualquier caso se recomienda revisar meticulosamente las deposiciones del niño hasta estar seguros de que la pila ha sido expulsada.

Si en 48-72 horas no ha salido, se deberá repetir la radiografía para asegurarse de que la pila está avanzando.

Visto el eventual peligro al ingerir una pila de botón, el esfuerzo de los padres debe ir encaminado a prevenir dicha ingestión. Para ello se recomienda:

  • Mantener fuera del alcance de los niños las pilas de botón y los objetos que las contienen (mando a distancia, relojes, …).
  • No dejar nunca a un niños jugar con una pila de botón.
  • Vigilar que las tapas de las baterías estén debidamente cerradas.

Tal y como propone el Comité de Seguridad y Prevención de las Lesiones Infantiles, sería deseable que los fabricantes tuviesen en cuenta que las tapas que contienen las pilas de botón deberían tener un mecanismo de apertura que requiera una herramienta (destornillador) o mecanismo (empujar y girar) para que el niño no los pueda abrir.

Por nuestra parte es importante que compremos pilas de botón de “marcas de garantía” ya que se ha demostrado que las cubiertas de estas pilas es más resistente y producen menos quemaduras y menos riesgo de liberación con toxicidad.

Tener en cuenta esta información a la hora de comprar juguetes y otros dispositivos y, si la consideráis interesante, compartirla con otras familias.

Los percentiles y las gráficas de crecimiento.

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“Doctor, estamos muy agobiados porque hemos visto que Martina en la anterior revisión estaba en el percentil 45 y en esta revisión ha bajado al percentil 30. ¿Eso significa que no se está alimentando bien?”

El “mundo de los percentiles” se llega a apoderar de los padres, provocando una “maldita obsesión” porque su hijo esté por encima de la media (percentil 50).

Querido público, es impepinable que solo el 50% de los niños estará por encima de la media y el otro 50% estará, irremediablemente, por debajo de misma, por eso es la media.

Si todo el mundo pretendiese estar por encima de la media, ésta subiría y continuaría dejando siempre una mitad por encima y otra mitad por debajo.

El percentil 50 de peso o talla no es el percentil ideal, solo refleja que la mitad de los niños pesan o miden más y la otra mitad menos.

Intentaré aclarar este tema.

¿Qué son los percentiles?

En realidad “percentil” no es un concepto médico sino matemático, más bien, estadístico.

Indica simplemente el porcentaje de individuos que se encuentran por debajo del valor medido. Es decir, estar en el percentil 40 significa, simplemente, que el 40% de de los individuos están por debajo del valor en cuestión.

En Pediatría, especialmente en los dos primeros años de vida, utilizamos con frecuencia las graficas de crecimiento con percentiles para comparar el crecimiento de un determinado niño con respecto “a su grupo de iguales”. Estas graficas están elaboradas a partir de la medición de muchos individuos y representan la normalidad de crecimiento de los niños sanos de una población. Por tanto, decir que un niño está en el percentil 38 de peso significa simplemente que el 38% de los niños sanos de su edad pesan menos que él. Por otro lado debemos conocer la población de referencia de la gráfica, es decir, a partir de qué individuos se elaboró la gráfica. No es lo mismo si fueron alimentados con lactancia materna, artificial,…

 

Estadísticamente en la mitad de las revisiones de cada día tendré que escuchar: “Doctor, ¿estar en el percentil 25 no es malo?, ¿no es mejor estar en el percentil 80?”

Y yo responder una y otra vez: “Pues ni bueno ni malo. Simplemente nos da un dato comparativo frente a los niños sanos de su edad. ¿Acaso un adulto que mide 180 cm está más sano que el que mide 175 cm? Cada uno es como es”.

Estadísticamente, a la otra mitad, no tendré que darles ninguna explicación puesto que todas las familias se encuentran muy “orgullosas” de tener a su bebé por encima de la media.

Además, como ya expliqué en el post ¡¡Mi niño NO COME!!, hay que conocer las variaciones normales en los ritmos de crecimiento para no agobiarse ante un parón en la curva de peso que es esperable por la edad.

Entonces, si da igual el percentil, ¿por qué los pediatras lo miran?

A los pediatras, más que el percentil en sí, nos interesa la curva de crecimiento que se va dibujando con mediciones seriadas de un niño, porque puede ser un “chivato” precoz de algunos problemas

Si en el seguimiento de un niño observamos un  estancamiento en la curva de crecimiento puede estar indicando el inicio de algún problema, especialmente si coincide con la aparición de algún síntoma.

Por ejemplo, si un niño venía creciendo en una curva de peso entre un percentil 70-90 y a los 7 meses comienza a hacer un estancamiento llamativo, bajando a una curva entre el percentil 25-10 y comienza a presentar diarrea persistente y algunos vómitos, pudiera estar indicando que alguno de los alimentos que introdujimos a esa edad no le está sentando bien. Si introdujimos el gluten habrá que descartar que sea celiaco.

Por el contrario, un niño que siempre ha estado en el percentil 7 de peso y se mantiene ahí, estando asintomático, feliz y contento, no debemos sospechar nada. Simplemente su curva nos indica que un 7% de los niños sanos de su edad pesan aún menos que él.

Comparte este post con otras familias y contribuirás a calmar la ansiedad de muchas familias.

Molluscum contagiosum.

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Sois ya bastantes las familias que me habéis preguntado por este tema, así que considero que es más práctico dedicarle un post que responderos individualmente.

Quienes tenemos niños (me incluyo) que en algún momento de la infancia han padecido el molusco sabemos que se trata de una infección absolutamente desesperante.

Explicaré en qué consiste y qué podemos hacer.

Empezaré por el final: Creo que merece la pena ECHARLE MUCHA, PERO QUE MUCHA PACIENCIA. Las lesiones acabarán desapareciendo sí o sí, y visto que los tratamientos que existen son molestos para los niños, LO MEJOR ES ESPERAR.

Cuántas veces habré tenido que aguantar de mi mujer (y por cierto, sigo aguantando) la dichosa frase: “¡¡¿Pero cómo no va a haber nada?!!”

Bueno, al grano:

¿Qué es molusco?, ¿quién lo produce?

El molusco, o científicamente “molluscum contagiosum”, es una infección vírica (sí otra vez un virus, en este caso, de la familia de los poxvirus. Si al final va a ser verdad que casi todas las infecciones en la infancia son por virus) de la piel.

¿A quien afecta?

Puede afectar a cualquier edad, pero es más frecuente en niños entre 2 y 5 años.

Es más frecuente en niños con piel atópica.

¿Como se contagia?

Se contagia por contacto directo piel con piel, por eso se ha relacionado con la asistencia a piscinas públicas, pero también puede ser a través la ropa, toallas, …

¿Cuáles son los síntomas?

Aparecen unas lesiones pequeñas (de 1-5 mm) de aspecto como perlas muy pequeñas, con un pequeño “ombligo” central. No pican ni duelen, es decir, son asintomáticas.

Es un problema fundamentalmente estético.

El problema principal es que duran mucho tiempo. Lo habitual es que persistan entre 4y 6 meses, pero en ocasiones pueden durar incluso años.

Y por fin, ¿Cuál es el tratamiento?

Por supuesto que existen diferentes opciones de tratamiento.

Explicaré entonces porqué pienso que lo mejor es LA PACIENCIA (Espero que mi mujer lea este post y no me vuelva a preguntar…)

Los dermatólogos suelen realizar curetaje, es decir, con una cuchilla muy finita los quitan de raíz. En el mejor de los casos, si el dermatólogo es “sensible” previamente aplicará una crema anestésica sobre la lesión. Si no utiliza la crema ya sabéis hasta dónde pueden llegar los gritos. Aun así los niños lo suelen pasar muy mal ya que al sangrar los niños se asustan bastante.

Algunos pediatras utilizan unos colutorios (como unos pintauñas) ácidos que “queman” la lesión. Suelen ser también molestos.

Además en ambos casos las familias se suelen desesperar bastante porque ven que desaparecen unos pero continúan apareciendo otros. ¡¡Parece que nunca se va a acabar!!

Considerando todas estas molestias, y teniendo la certeza de que acabarán despareciendo, me reitero en que LO MEJOR ES ESPERAR.

Comparte esta información si piensas que puede ser útil para otras familias.

10 sencillos consejos para los niños con dermatitis atópica.

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Como ya expuse en otro post NO SIEMPRE ES ACONSEJABLE BAÑAR A LOS NIÑOS A DIARIO.

Esta costumbre actual ha aumentado en porcentaje de niños que sufren dermatitis.

En el post de hoy daré 10 sencillos consejos para el cuidado de la piel de los niños con dermatitis atópica:

  • No bañéis a vuestros bebés a diario, especialmente en épocas de brote.
  • En el baño, utilizar jabones de avena o parafina.
  • Podéis utilizar aceites en el agua durante el baño
  • Hacer baños cortos (no más de 5 -10 minutos) o, preferiblemente, duchas. Un “enjuagoncillo” rápido.
  • Tras es baño, aplicar crema hidratante suficiente para intentar mantener la piel bien hidratada. También podéis aplicar aceites incluso sobre la piel húmeda, antes de secarlos.
  • Si a lo largo del día notáis la piel del niño muy reseca podéis aplicar, nuevamente, crema hidratante.
  • No frotar enérgicamente la piel al secar. Mejor secar empapando, con toques suaves sobre la piel, especialmente en la zonas de eccemas.
  • Utilizar, si es posible, ropa 100% algodón, o al menos, evitar los síntéticos de lana o fibra.
  • No abrigar excesivamente a los niños y utilizar ropa holgada.
  • Mantener las uñas del niño siempre bien cortas y limpias. Así evitaremos las heridas por rascado, que se pueden sobreinfectar.

Si pesar de estos cuidados, el niño no mejora, debéis consultar a vuestro pediatra.

Si el niño presenta un brote, con piel muy reseca o eccemas (zonas de la piel más enrojecidas y resecas, que suelen picar mucho) vuestro pediatra debe guiar el tratamiento ya que, en ocasiones, es necesario utilizar cremas con corticoides e incluso jarabes antihistamínicos, para aliviar el picor.

 

Comparte esta información con otras familias. La piel de sus hijos te lo agradecerá.

La neumonía

la neumonía una infección

Estamos en temporada fría y las urgencias están ya atiborradas de procesos respiratorios.

Pinchando sobre la enfermedad podéis leer algunos post sobre estos procesos: la tos, la laringitis, las bronquitis/crisis asmáticas, la bronquiolitis, …

Hoy le toca el turno a LA NEUMONÍA.

Cada vez que hacemos este diagnóstico a las familias les surgen infinitas dudas:

Doctor, ¿ha dicho neumonía?, pero… ¿eso es grave?, y… ¿de dónde lo ha pillado?, ¿habrá que ingresarlo?”.

Por la creencia popular de que se trata de un proceso grave, los médicos, en un intento de no alarmar en exceso, han empleado términos incorrectos como “principio de neumonía” (ni principio ni final, o tiene o no tiene neumonía), “se le ha bajado el catarro al pecho”, (los catarros ni se suben ni se bajan, los que suben y bajan son los ascensores),…

Intentaré que se entiendan algunas dudas:

¿Qué es una neumonía?

Es una infección de las vías respiratorias bajas (bronquios y pulmones).

¿Cuál es la causa?

Como todos los procesos respiratorios en los niños menores de 2 años la causa más frecuente son los virus.

En los niños más grandecitos la causa más frecuentes son las bacterias.

¿Cómo se transmite?

Como todos los procesos respiratorios se contagia a través del contacto directo de secreciones respiratorias (los niños comparten objetos que chupan, beben de la misma botellita,…) y a través de las gotitas de saliva que soltamos al hablar o estornudar. Por este motivo es importante desde pequeñitos enseñarles que al toser o estornudar deben taparse la boca con un pañuelo o con el codo (¡¡No con la mano que si no al tocar después otra cosa van transmitiendo el germen!!).

¿Existen diferentes tipos de neumonía?

En función de la edad, el germen y los síntomas los médicos clasificamos las neumonía, básicamente, en dos tipos:

– NEUMONÍA TÍPICA: Los síntomas más típicos son fiebre alta, tos y respiración rápida (esos síntomas pueden ser comunes a otros procesos como la bronquitis). Los niños más grandecitos pueden referir escalofríos, dolor en el pecho o dolor de barriga. Uno de los datos más sospechosos es una respiración quejosa. En estos tipos de neumonía la radiografía es muy evidente: “una mancha redondeada en el pulmón”, como podéis ver en la siguiente fotografía.

Neumonia_Lobar_Sintomas

La radiación que supone una radiografía de tórax, como expuse en el post de “¿Cuánto radian las radiografías?”, es mínima. Aun así, en muchas ocasiones, no es necesario realizarla ya que los síntomas y los ruidos respiratorios en la auscultación son muy evidentes

NEUMONÍA ATÍPICA: Es más típica de niños más grandecitos, a partir de los 5 años. En este caso los síntomas son más insidiosos. Comienzan con febrícula, tos irritativa, … En este caso la radiografía no es tan clara: se ve como “unas marañas en los pulmones”. Incluso a los médicos nos costaría interpretarlas si no sabemos la edad y los síntomas.

Neumonia por Mycoplasma

¿Cual es el tratamiento?

La mayoría de las neumonías pueden ser tratadas en casa, sin necesidad de ingreso hospitalario.

Es importante realizar algunas medidas de confort:

  • controlar la fiebre con paracetamol o ibuprofeno.

  • intentar mejorar la entrada de aire a base de lavados nasales.

  • optimizar la hidratación, con abundantes líquidos, para fluidificar las secreciones.

No son recomendable el uso de antitusivos ya que la tos es un mecanismo de defensa muy útil para la movilización y expulsión de secreciones.

En los niños más pequeños, en los que se supone que la causa es un virus, pueden ser suficientes estas medidas.

En los niños más grandes utilizaremos antibióticos:

  1. en neumonías típicas: penicilina o amoxicilina a dosis altas, similares a las otitis.

  2. en neumonías atípicas: macrólidos como la azitromicina.

¿Se pueden prevenir?

Puesto que hemos dicho que se trata de una enfermedad contagiosa podremos tomar una serie de medidas como son:

  • Ventilación de la casa y evitar el humo de tabaco.

  • Evitar que los niños compartan objetos (vasos, biberones, juguetes, …) que puedan estar contaminados y , los adultos, lavado de las manos tras estar en contacto con ellos, sobre todo si se han estado manipulando las secreciones.

Además es importante completar los calendarios vacunales, puesto que muchos de los gérmenes incluidos en las vacunas pueden producir neumonía (neumococo, Haemophilus influenza tipo b, tosferina, sarampión, gripe, …)

La lactancia materna prolongada también es protectora de ésta y otras infecciones.

¿Dejará algunas secuelas?

La mayoría de las neumonías presentan una evolución favorable unas 48 horas tras el inicio del tratamiento y la recuperación será completa sin ningún tipo de secuela.

Si piensas que esta información es útil, compártela.