Las 10 cosas que debes saber de la crisis del coronavirus (COVID-19)

1.- La mayoría de las personas acabaremos contagiados, unos antes y otros después. La gran mayoría de los adultos y niños son sanos y no tendrán ninguna complicación. Esforcémonos, por tanto, en evitar el contagio a las personas más vulnerables (ancianos y personas con patología crónica).

¡Ah, y lávate las manos!

2.- Utiliza los recursos sanitarios con sensatez y coherencia. Los recursos sanitarios son limitados. Se trata es de que no todos enfermemos a la vez para no colapsar los hospitales.

¡Ah, y lávate las manos!

3.- No hagas acopio de material médico que no necesitas (mascarillas, antibióticos,..) Si lo haces puedes estar favoreciendo la no protección de las personas más vulnerables.

¡Ah, y lávate las manos!

4.- No colapses los servicios de Urgencias. Utiliza estos servicios sólo si es realmente necesario. La mayoría de las dudas sobre el coronavirus pueden ser resueltas por teléfono. Utiliza, si es necesario, los teléfonos habilitados a este fin:

– si tienes síntomas o has estado en contacto con una persona con coronavirus o que venga de una zona de riesgo: 900 400 061

– para cualquier oyro tipo de información sobre el coronavirus: 955 545 060

– para otras emergencias sanitarias: 061 ó 112.

¡Ah, y lávate las manos!

5.- Déjate aconsejar por tu médico y comparte sólo información oficial. ¡¡No compartas bulos!! Lo pero que puede ocurrir en cualquier situación de crisis es caer en el miedo.

¡Ah, y lávate las manos!

6.- Tose o estornuda en la flexura del codo. ¡¡Y enséñale a hacer esto a tus hijos!!

¡Ah, y lávate las manos!

7.- Evita visitas innecesarias al hospital. Minimiza el número de acompañantes al mínimo.

¡Ah, y lávate las manos!

8.- No acudas a lugares con aglomeraciones. En las distancias cortas se facilita el contagio. Evita viajes innecesarios, especialmente a zonas de riesgo.

¡Ah, y lávate las manos!

9- Si las Autoridades Sanitarias suspenden el colegio para evitar el contagio de los niños no los lleves al parque a que se contagien.

¡Ah, y lávate las manos!

10.- Si las Autoridades Sanitarias cierran las universidades para evitar el contagio de los jóvenes no es para que se vayan al botellón a compartir el vaso, los besos y las cachimbas

¡Ah, y lávate las manos!

Histeria por Listeria. ¡¡Que no cunda el pánico!!

La mañana en Urgencias está siendo muy divertida. De cada 3 niños que acuden, 2 vienen por lo mismo: tiene vómitos o diarrea y han comido carne mechada.

Muchos de los lectores de este blog sois andaluces, concretamente sevillanos y onubenses por lo que me veo “obligado” a aclarar un poco el tema del brote de listeriosis que está habiendo.

La Consejería de Salud y Familias de Andalucía ha decretado este jueves una alerta sanitaria y ha retirado de la venta y consumo una carne mechada fabricada en Sevilla, con el nombre comercial “La Mechá”, que ha provocado un brote de listeriosis que ha afectado a cuarenta personas de Sevilla y Huelva.

Pero… ¡¡¡que no cunda el pánico!!!

En primer lugar debe quedar claro que la listeriosis afecta fundamentalmente a personas de edad avanzada, a embarazadas, a recién nacidos y a personas que por algún motivo tienen sus sistema inmunológico debilitado. 

El resto, es decir, LA GRAN MAYORÍA DE LOS NIÑOS (que corren, saltan y dan la lata continuamente) es muy poco probable que pillen una listeria. Y en el improbablísimo caso de que la pillen pasarán un cuadro gastrointestinal sin más pena ni gloria.

No entraré en este caso a explicar todo lo relativo a la listeriosis por ser una infección extremadamente infrecuente pero sí me gustaría dejar clara cual es la actitud que debemos tomar ante diferentes situaciones:

Debes acudir a Urgencias para descartar una listeriosis si tu hij@ ha tomado en los días previos carne mechada “La Mechá” y tiene fiebre (más de 38ªC), diarrea y se encuentra muy decaído.

Dicho de otra manera:

1- Si tu hij@ tiene fiebre y diarrea y no ha comido carne mechada de la marca “La Mechá” lo mas probable es que tu hijo tenga una gastroenteritis y debe manejarse como tal. Ya hablé de esto en este post.

2.- Si tu hijo ha tomado carne mechada “La Mechá” y no tiene fiebre (más de 38ºC) ni síntomas digestivos no tienes que hacer nada.

Otra cuestión muy importante: La listerioris no se transmite por haber estado en contacto con una persona con listeriosis (“no se pega como la varicela”) . Se transmite al ingerir un producto contaminado por listeria. Insisto, en el caso que tenemos entre manos, carne mechada de la marca “La Mechá”.

Pido prudencia para no abarrotar los servicios de Urgencias innecesariamente.

Repito, sólo habrá que descartar una listeriosis si tu hij@ ha tomado en los días previos carne mechada “La Mechá” y tiene fiebre (más de 38ªC), diarrea y se encuentra muy decaído.

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DECÁLOGO DE LOS MOCOS.

 

1.- Acéptalos. No te empeñes en que tu hijo esté absolutamente limpio de mocos.No lo conseguirás. De octubre a mayo estarán siempre presentes en la nariz de tu hijo. La relación promete ser larga por lo que más vale que os sepáis respetar.

2.- Los mocos son necesarios. Son un escudo protector. Suponen una barrera que impide la entrada de microorganismos. Cuando un niño está absolutamente limpio de mocos cualquier microorganismo penetra rápidamente en la mucosa. Sin embargo, si se encuentra como barrera la mucosidad tendrá mucho más complicada esa entrada.

3.- Que los mocos sean verdes no significa que estén infectados.Los mocos comienzan siendo muy claritos y líquidos (como agüilla). Poco a poco se van espesando, claros pero espesos (como clara de huevo). Posteriormente comienzan a ser amarillentos y después verdosos (sí, sí, verdes y pegajosos. Nos vamos situando, ¿no?). Es decir, si los mocos son verdes significa que el niño lleva varios días con mocos, no que estén infectados.

4.- Los antibióticos no sirven para acabar con los mocos. Los antibióticos sirven para matar bacterias y la mayoría de las veces que un niño tiene mocos es debido a una infección vírica.

5.- No hay ningún jarabe que acabe con la mucosidad. ¡Ay, si existiera un producto que consiguiera eso! ¡Esa pócima sería más deseada para los pediatras que el elixir de la eterna juventud! Lo que sí puedes hacer para intentar fluidificar las secreciones es ofrecer líquidos (agua) abundante y frecuentemente a tu hijo.

6.- No hay ninguna medida más eficaz para acabar con la mucosidad que un buen lavado nasal.Recuerda que hacer un lavado nasal no es poner una gota de suero fisiológico en la nariz. El suero fisiológico es la sustancia “más natural” que existe. No limpia por lo que lleva, limpia por arrastre. Así que sé generosos con el suero. ¿cuántas veces te suenas la nariz cuando estás resfriado? Pues exactamente las mismas veces puedes lavarle los mocos a tu hijo.

7.- El objetivo de los lavados nasales no es que el niño esté completamente limpio de mocos. El objetivo es, sabiendo que tu niño es un mocoso, que el moco no interfiera en sus actividades cotidianas (comer, dormir,…) por eso lo más recomendable es hacer los lavados nasales antes de las tomas y antes de dormir.

8.- No siempre hay que aspirar tras hacer los lavados nasales.De hecho, la inmensa mayoría de las veces con un buen lavado nasal será suficiente para que tu hijo pueda comer y dormir adecuadamente

9.- Lávate bien las manos después de hacer un lavado nasal.No sólo por la guarrería que supone que puedas tener las manos llenas de mocos sino porque a través de las manos y el contacto con las secreciones es como se contagian muchas de las infecciones respiratorias.

10.- Aprende a valorar esta etapa de la vida.Que tu niño sea mocoso significa que aún es pequeño, que aún te necesita, que aún disfruta de estar en tu regazo. Cuando llegues a la etapa de los granos, te pelees a diario con eses adolescente e incluso te rechace echarás mucho de menos esta etapa de mocos.

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La gripe.

Pero…,¿los niños tienen gripe?

Pues claro. Estamos tan acostumbrados a que los niños menores de dos años tengan mocos que la mayoría de las veces el diagnóstico pasa desapercibido. A todas las familias con hijos pequeños os será familiar la siguiente retahíla: “Mocos otra vez, doctor. Ya hasta me da vergüenza venir. Me voy a tener que comprar una casa al lado del hospital. La semana pasada estuvimos con mocos y tos y ahora ha comenzado con fiebre y los mocos y las toses siguen”.

¿Cuáles son los síntomas?

En los niños más pequeños los síntomas son muy inespecíficos: fiebre (a veces alta) sin foco evidente, malestar, tos, diarrea, vómitos. Es por eso que, en ocasiones, es difícil diferenciarlo de un cuadro de gastroenteritis o de un cuadro catarral.

En los niños más mayores los síntomas son parecidos: fiebre alta, tos, dolor de cabeza, mucosidad, dolor de garganta, malestar general y mialgias pero es más fácil de diagnosticar porque ya expresan cómo se sienten (“me duele todo el cuerpo”).

¿Cómo se contagia?

La gripe es una enfermedad vírica con una alta tasa de contagiosidad. Se contagia por contacto con secreciones respiratorias (saliva, pequeñas gotitas que soltamos al hablar o estornudar, …) de alguien que la esté padeciendo. Debido a algunas actitudes propias de los niños (chupar juguetes que luego cogen otros niños y los vuelven a chupar, estornudar o toser sin taparse la boca,…) , se contagian (y nos contagian) con mucha frecuencia. Casi el 80% de los casos de gripe cada año son niños.

¿Cómo se trata?

El tratamiento de la gripe, como el de casi todas las virasis, es sintomático.

No se trata con antibióticos puesto que es una infección vírica. No existe tratamiento curativo. En estos casos lo que hacemos es aliviar mientras nuestras propias defensas se cargan al virus.

Como en todas las virasis conviene:

  • Tratar con antitérmicos la fiebre si es incómoda. La obsesión (como ya expliqué en este vídeo) no debe ser controlar la temperatura sino mejorar el malestar que produce la fiebre.
  • Hidratación: es muy importante hacer una ingesta adecuada y abundante de líquidos. Las secreciones serán fluidas y por tanto más fáciles de expulsar. Si existe n vómitos o diarrea nos servirá para rehidratar.

¿Cuándo debemos preocuparnos? 

Uno de los hechos diferenciales de la gripe con respecto a otras virasis es que la fiebre suele ser más alta y el cuadro suele durar más tiempo que en otras ocasiones. Si la mayoría los cuadros víricos suelen estar resueltos en 3-4 días, en el caso de la gripe la duración media de los síntomas es de una semana.

Debemos estar alerta y consultar al pediatra si:

  • el niño se encuentra muy decaído.
  • después de 4-5 días con fiebre, ésta va a más.
  • la tos se hace cada vez más intensa o persitente o empieza a aparecer dificultad para respirar.
  • aparecen manchitas en la piel (en la gripe no deben salir manchitas en la piel).

¿Se pude hacer algo para prevenir?

Por un lado debemos intentar prevenir el contagio (lavarse las manos, toser con el codo,…)

Por otro lado disponemos de la vacuna de la gripe para prevenir el contagio.

 

¿Quién debe vacunarse de la gripe?

Puede vacunarse la gripe cualquier persona mayor de 6 meses que no presente ninguna contraindicación para la vacuna.

En Estados Unidos la Academia Americana de Pediatría recomienda la vacunación universal para todo los niños mayores de 6 meses, sin embargo en Europa no se recomienda la vacunación universal.

Las recomendaciones actuales del Comité asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría dicen que se recomienda la vacunación de la gripe en los siguientes niños que se encuentren dentro de los siguientes grupos de riesgo (puedes leerlas más ampliadas pinchando aquí):

  • Niños prematuros nacidos con menos de 35 semanas de edad gestacional, en los primeros años de su vida.
  • Niños con enfermedades crónicas respiratorias (asma, bronquitis de repetición, displasia broncopulmonar,…), metabólicas (por ejemplo la diabetes), renales, hepáticas, reumatológicas, neuromusculares.
  • Niños sin bazo.
  • Niños con implantes cocleares.
  • Niños inmunodeprimidos.
  • Niños con síndrome de Down.
  • Niños malnutridos o con obesidad mórbida.

Además quiero hacer dos consideraciones sobre dos grupos de riesgo que habitualmente asisten a la consultas de pediatría y leen este blog:

  • Si estás embarazada debes vacunarte de la gripe.
  • Si eres un abuelo de más de 65 años debes vacunarte de la gripe, por tu salud y por la de tus nietos.

 

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Lo que debes saber de la varicela…

 

 

 

 

 

 

 

La imagen que encabeza esta entrada corresponde a un niño que atendí ayer en la consulta. Creo que ilustra muy bien lo fastidiosa (por no decir otra cosa) que, a veces, es la varicela.

 

No quiero echar más leña al fuego. No quiero reactivar la polémica de por qué en su momento se retiró, sin ningún motivo científico que justificara esa decisión (como expliqué en esta entrada), la vacuna de la varicela del mercado. Eso ha hecho que muchos niños que ahora tienen 4-5 años hayan quedado en una situación de “limbo vacunal” con respecto a la varicela y ,en los últimos años «, estemos asistiendo a brotes de varicela muy numerosos, más propios de otras épocas.

 

Hoy quiero, con un espíritu más prácticoque crítico, aclarar qué debemos hacer una vez que un niño ha pillado la varicela.

 

Con respecto al contagio…

En primer lugar hay que decir que varicela puede haber todo el año pero los brotes más típicos son en invierno y, sobre todo, en primavera.

Basta que una persona no inmunizada esté en contacto con alguien que la esté padeciendo o incubando y es prácticamente seguro que se contagiará (es una de las enfermedades más contagiosas que existen).

Precisamente el quid de la cuestión es que, al igual que otras enfermedades, se puede contagiar antes de dar la cara. Esto hace que sea muy complicado, por no decir imposible, cortar la transmisión del virus ya que desde varios días antes de que veamos las primeras pupitas esa persona está contagiando, y seguirá contagiando hasta que dejen de aparecer vesículas y las lesiones se conviertan en costras (aproximadamente 5-7 días después de la aparición de los primeros granitos).

Normalmente los contactos (hermanos, compañeros de la guarde o el cole, …) susceptibles (los que no están inmunizandos) irán cayendo cada 15 días.

 

Con respecto al tratamiento…

La varicela es una enfermedad vírica y como tal solemos tratar sólo los síntomas que produce.

En niños sanos suele ser suficiente con baños con jabones de avena y aliviar los síntomas que produce. Los síntomas más molestos son:

  • Picor: es el principal problema de la varicela ya que a demás de lo incómodo que es, inevitablemente (sobre todo en el caso de niños) provoca rascado y el rascado puede provocar infección de la piel. Es importante que los niños tengan las uñas bien cortas para evitar la sobreinfección por rascado. Si el picor es leve puede ser suficiente con utilizar algunas lociones que contienen sustancias que alivian el picor (calamina). Si el picor es intenso conviene utilizar un antihistamínico por vía oral.

En el caso de que haya algún signo de sobreinfección de la piel pueden ser necesario cremas antibióticas.

  • Fiebre y malestar general: para esto se utiliza el paracetamol. Hace unos años, en la época de la aspirina (por cierto, ¡qué buenas estaban las aspirinas infantiles! ¿cómo no acordarse, verdad?) se describieron bastante casos de síndrome de Reye (enfermedad en la que falla el hígado) al utilizar aspirina en la varicela. Como el ibuprofeno y la aspirina pertenecen a la misma familia de medicamentos (AINES) podéis escuchar que no se recomienda el uso de ibuprofeno como antitérmico en la varicela.

Sólo en determinados casos utilizaremos un antivírico, el aciclovir, para “matar” al virus.

El tratamiento con aciclovir ha demostrado disminuir los días de fiebre y el número de lesiones, siempre que se administre precozmente (en las primeras 24-48 horas del inicio del exantema), pero no está recomendada su administración de forma sistemática sino sólo a niños con algunas circunstancias especiales, por tener mayor riesgo de complicaciones. Utilizaremos aciclovir por vía oral en:

  • Niños mayores de 12 años y adultos.
  • Pacientes con problemas cutáneos o cardiovasculares.
  • Niños que toman tratamiento con corticoides (orales o inhalados).
  • Niños que toman derivados de los salicilatos (aspirina) de forma crónica.
  • Niños con enfermedades crónicas (fibrosis quística, diabetes,…)
  • En niños menores de 6 meses no está claro si debe usarse.

 

Existen circunstancias que pueden hacer que la varicela sea aun más grave. En estos casos el niño se ingresará para poner aciclovir intravenoso:

  • Niños con inmunodeficiencias o con tratamientos inmunosupresores (quimioterapia o corticoides a dosis altas)
  • Varicela neonatal por varicela materna 5 días antes del parto o 2 días después del parto.
  • Si la varicela se complica con encefalitis, meningitis, neumonía,…

 

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Productos que «aumentan las defensas».

Doctor, estamos desesperados. Lleva toda la semana con mocos y, ayer, otra vez la fiebre. ¿Se acuerda que la semana pasada estuvimos aquí con el tema de la gastroenteritis? ¿Y el mes pasado la otitis? Esto no puede ser normal. Estamos desesperados. ¿No le puede mandar algo para subir las defensas?”

En ese momento es cuando a mí me entran ganas de poner cara de gánster y, en voz muy bajita y con un halo misterioso que envuelva el ambiente, decirle a esa madre:

Encaje, por favor, bien la puerta para que no nos escuche nadie. Esto es un secreto. ¡Claro que existe una pócima mágica para que suban las defensas, pero es de contrabando y nadie lo puede saber! Por cierto, ya abierto mi cajetín de contrabando, si quiere le puedo dejar a muy buen precio para usted unas cápsulas que le permiten comer todo lo que quiera sin engordar. ¡Ah!, Y también el elixir de la eterna juventud, y el de la felicidad eterna,… ¡¡Pida, pídame lo que quiera, que hoy estoy facilón!!”

Seamos serios, si realmente hubiese algo que “subiera las defensas” todos mis compañeros pediatras y, por supuesto, yo mismo seríamos la parte más interesada en utilizar ese producto. Nos permitiría tener un invierno tranquilo y no con 30 pacientes en la sala de espera.

Pero esto funciona de otra manera: debemos saber que el niño, en los primeros años de vida, pasa al año de 10 a 12 procesos febriles. La mayoría son procesos respiratorios (catarros, faringitis, otitis,…) y/o digestivos (gastroenteritis).

Hagamos una consideración: si resulta que el niño “irremediablemente” se pondrá malito 10-12 veces al año y consideramos que los meses de verano suelen ser bastante mejores (ya hemos explicado que el frío es un favorecedor de las infecciones) estos procesos se concentran en 9 meses. Los cálculos no fallan: un niño se pone malo aproximadamente cada tres semanas. Si encima consideramos que cada proceso febril dura de 3-4 días y que los mocos y la tos dura en varias semanas, obviamente, el niño no deja de moquear en todo el invierno.

Ya sabéis que hay muchos falsos mitos (y también MUCHOS INTERESES COMERCIALES) con respecto a esto: propóleo, jalea real, vitamina C, e infinidad de jarabes que prometen «subir las defensas».

¡¡¡Ay, si fuera tan fácil!!!

NINGUNO DE ESTOS PRODUCTOS (NI NATURALES NI FARMACOLÓGICOS) HAN DEMOSTRADO EVIDENCIA CIENTÍFICA PARA AUMENTAR O MEJORAR LA INMUNIDAD.

El proceso de inmunización es absolutamente necesario e irremediable. Las defensas (anticuerpos) van apareciendo a medida que vamos tiendo “experiencias infecciosas”. Es más, hoy día se habla de que por el exceso de higiene estan aumentando las alergias e incluso otras enfermedades, como las leucemias.

Redoble final….trtrtrtrtrtrtrtrtrtrt TAN

Daré un hilo de esperanza.

¡Claro que si podemos hacer algo para subirle las defensas a los niños!: ofrecer lactancia materna (ya sabéis que contiene, entre sus muchos beneficios, anticuerpos maternos), vacunarles (la importancia es mayúscula), ofrecerles una dieta sana y equilibrada, favorecer el ejercicio físico y evitar malos hábitos (tabaquismo,…).

Sí, parece de Perogrullo, pero la vida, a veces, es así de fácil.

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La otitis media.

otitis

Llega el frío y con él, inevitablemente, los resfriados. Una de las complicaciones más frecuentes de éstos es la otitis media aguda.

Siendo muy simples podemos dividir la otitis en dos grupos:

  • Otitis externas: son las otitis propias del verano, también llamadas otitis del nadador. En este post ya hablé de ellas.
  • Otitis media aguda: son las otitis propias del invierno. A estas va dedicado este post.

Responderé a las preguntas más frecuentes que me hacéis:

¿Qué es una otitis media?

Es la infección aguda del oído medio, es decir, la parte del oído que está situado justo por detrás del tímpano.

¿Es frecuente?

Es una de las infecciones infantiles más frecuentes. Durante los primeros años de la vida un 80%-90% habrá padecido al menos un episodio de otitis.

¿Cual es la causa de la otitis media aguda?

La otitis media aguda puede ser producida tanto por virus como por bacterias. De éstas las más frecuentes son: es una infección en la que pueden estar implicados tanto virus como bacterias: El neumococo,  el Haemophilus influenzae no tipable y la Moraxella catarrhalis.

¿Por qué se producen?

La mayoría de las veces se produce porque parte del moco que presenta un niño cuando está resfriado, a través de trompa de Eustaquio (conducto que comunica la garganta con el oído medio), pasa al oído medio y se infecta.

Una secuencia de hechos muy frecuente es la siguiente: un niño se acatarra, presentando abundante mucosidad nasal, y al cabo de unos pocos días puede quejarse de dolor de oído.

¿Cómo se diagnostica?

La mayoría de las veces los pediatras lo podemos sospechar simplemente por la historia clínica: es muy típico que un niño que se encuentra muy acatarrado, al cabo de 2-3 días comience a quejarse de dolor de oídos. Suele ocurrir por la noche ya que en la posición de tumbado se facilita que el moco que está en la garganta pase al oído.

Normalmente los pediatras confirmaremos el diagnóstico al observar con el otoscopio el tímpano inflamado y abombado, ya que el oído medio estará lleno de moco.

¿Es grave la otitis?

Es muy raro que las otitis medias se compliquen. En los países desarrollados, hasta un 80% se resuelven espontáneamente, sin necesidad de tener que tomar un antibiótico.

¿Cómo? Entonces, ¿los antibióticos son útiles?

Los estudios más recientes demuestran que el porcentaje de curaciones es similar, tanto si se toma un antibiótico como si no. Aunque se ha visto que al tomar antibióticos mejora más rápidamente el dolor de oídos.

Entonces, ¿cuál es el mejor tratamiento?

1.- Si el niño padece un dolor de oídos moderado, que se alivia fácilmente: dar analgésicos habituales (paracetamol o ibuprofeno) y vigilar los 2-3 días siguientes si desaparecen los síntomas. Esto es lo más frecuente.

2-   Si el dolor de oídos no mejora con analgésicos habituales, la otitis lleva más de tres días, el niño se encuentra muy decaído o la otitis media es bilateral (de los dos oídos) o supurada (sale pus a través de conducto auditivo):  en este caso puede ser que desde el principio el pediatra decida poner antibióticos desde el principio. Pero no debemos olvidar que la parte más importante del tratamiento, al menos inicialmente, es aliviar las molestias con analgésicos.

¿Se puede bañar el niño si tiene una otitis?

Debido a que las otitis externas (otitis del verano) se producen los el baño, por el exceso de humedad, se tiende a pensar que con una otitis un niño no puede bañarse. Pero en el caso de las otitis medias sí pueden bañarse ya que con el baño se facilita, incluso, la expulsión del moco. En el caso de que haya supuración (eso implica que el tímpano está perforado) no conviene que se humedezca el oído ya que el agua podría entrar dentro del oído medio.

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Enfermedad boca-mano-pie.

boca-mano-pie

En el post de hoy voy a aclarar ciertas dudas sobre una enfermedad que visto en varias ocasiones a lo largo de esta semana en la consulta y que a todo el mundo parece generarle mucha curiosidad, la enfermedad boca-mano-pie. Será por lo simple del nombre.

¿Qué es la enfermedad boca-mano-pie?
Es una enfermedad infecto-contagiosa, frecuente en la infancia y que se encuadra dentro de lo que los pediatras llamamos enfermedades exantemáticas, es decir, las infecciones que se acompañan de“manchitas en la piel”.

¿A quién afecta?
Puede  afectar a cualquier grupo de edad, aunque es más frecuente en los primeros años de guardería o escolarización. Afecta, por tanto, fundamentalmente a niños entre 12 meses y 5-6 años.

¿Cuál es la causa?
Sí, es un virus, otro virus. Eso que os pone tan nerviosas a las madres(¡¡El pediatra me ha dicho que tiene otro virus, vamos, que no sabe lo que tiene!!).

Sabéis que existen miles y miles de virus y, como los pediatras ya sabemos la evolución, es más práctico dar consejos sobre el tratamiento que hacer pruebas (que pueden ser molestas e incluso perjudiciales para los niños) para poner el apellido exacto del virus en cuestión.

Pero en esta ocasión sí podemos decir que el virus que más frecuentemente produce esta enfermedad es el Coxsackie A16. Aunque existen otras cepas de ese virus (A5, A7, A9, A10, B2 y B5) que también la pueden producir. Es un virus que pertenece a la familia de los enterovirus, es decir, se reproduce dentro de nuestro aparato digestivo.

¿Cuáles son los síntomas?
Además de los síntomas comunes a cualquier infección (malestar, decaimiento, inapetencia, …), puede aparecer fiebre hasta en la mitad de los casos. Unos días después comenzarán a aparecer laslesiones de la piel que típicamente afectarán, como el propio nombre de la enfermedad dice, a la boca a las manos y a los pies.

Las lesiones de pies y manos en ocasiones pueden faltar, pero siempre estarán presentes las de la boca que, por cierto, son las más molestas. Las lesiones más típicas son vesículas (granitos como con agua dentro, parecidas a las lesiones de varicela). El problema fundamental de las lesiones es que las lesiones del interior de la boca pueden llegar a ser muy molestas ya que cuando se produce la rotura de la vesícula quedan lesiones ulcerosas, como aftas o llagas.

 

¿Cómo se diagnostica?
No es necesario realizar ninguna prueba complementaria, la historia clínica y la exploración (con las manchitas en las zonas típicas) son suficientes para hacer el diagnóstico.

¿Cómo se transmite?
Se transmite a través de la saliva o las heces, igual que lasgastroenteritis, ya que es un virus que se reproduce en el intestino y se elimina por las heces.

¿Se puede prevenir, existe vacuna?
No existe vacuna para esta enfermedad.
La manera de evitar el contagio, como el de todas las enfermedades de transmisión fecal-oral, es evitando compartir objetos que se introducen en la boca,  e intensificándose el lavado de manos.

¿Cómo se trata?
El tratamiento es sintomático. No es necesario el uso de antibiótico puesto que se trata de una infección vírica.

Cuando las lesiones del interior de la boca son muy grandes, muy numerosas o afectan a determinadas zonas, pueden dificultar que el niño coma, porque son muy dolorosas. En esos casos utilizamos algunos colutorios o cremas que calman el dolor y aceleran la cicatrización.

¿Es grave, tardará muchos días en resolverse?
Es una infección banal, con buena evolución que suele resolverse en menos de una semana, en unos 5-6 días.

 

Comparte esta información si piensas que pude ser utilidad para otros padres.

Molluscum contagiosum.

molluscum

Sois ya bastantes las familias que me habéis preguntado por este tema, así que considero que es más práctico dedicarle un post que responderos individualmente.

Quienes tenemos niños (me incluyo) que en algún momento de la infancia han padecido el molusco sabemos que se trata de una infección absolutamente desesperante.

Explicaré en qué consiste y qué podemos hacer.

Empezaré por el final: Creo que merece la pena ECHARLE MUCHA, PERO QUE MUCHA PACIENCIA. Las lesiones acabarán desapareciendo sí o sí, y visto que los tratamientos que existen son molestos para los niños, LO MEJOR ES ESPERAR.

Cuántas veces habré tenido que aguantar de mi mujer (y por cierto, sigo aguantando) la dichosa frase: “¡¡¿Pero cómo no va a haber nada?!!”

Bueno, al grano:

¿Qué es molusco?, ¿quién lo produce?

El molusco, o científicamente “molluscum contagiosum”, es una infección vírica (sí otra vez un virus, en este caso, de la familia de los poxvirus. Si al final va a ser verdad que casi todas las infecciones en la infancia son por virus) de la piel.

¿A quien afecta?

Puede afectar a cualquier edad, pero es más frecuente en niños entre 2 y 5 años.

Es más frecuente en niños con piel atópica.

¿Como se contagia?

Se contagia por contacto directo piel con piel, por eso se ha relacionado con la asistencia a piscinas públicas, pero también puede ser a través la ropa, toallas, …

¿Cuáles son los síntomas?

Aparecen unas lesiones pequeñas (de 1-5 mm) de aspecto como perlas muy pequeñas, con un pequeño “ombligo” central. No pican ni duelen, es decir, son asintomáticas.

Es un problema fundamentalmente estético.

El problema principal es que duran mucho tiempo. Lo habitual es que persistan entre 4y 6 meses, pero en ocasiones pueden durar incluso años.

Y por fin, ¿Cuál es el tratamiento?

Por supuesto que existen diferentes opciones de tratamiento.

Explicaré entonces porqué pienso que lo mejor es LA PACIENCIA (Espero que mi mujer lea este post y no me vuelva a preguntar…)

Los dermatólogos suelen realizar curetaje, es decir, con una cuchilla muy finita los quitan de raíz. En el mejor de los casos, si el dermatólogo es “sensible” previamente aplicará una crema anestésica sobre la lesión. Si no utiliza la crema ya sabéis hasta dónde pueden llegar los gritos. Aun así los niños lo suelen pasar muy mal ya que al sangrar los niños se asustan bastante.

Algunos pediatras utilizan unos colutorios (como unos pintauñas) ácidos que “queman” la lesión. Suelen ser también molestos.

Además en ambos casos las familias se suelen desesperar bastante porque ven que desaparecen unos pero continúan apareciendo otros. ¡¡Parece que nunca se va a acabar!!

Considerando todas estas molestias, y teniendo la certeza de que acabarán despareciendo, me reitero en que LO MEJOR ES ESPERAR.

Comparte esta información si piensas que puede ser útil para otras familias.

¡¡Ya está aquí la temida BRONQUIOLITIS!!

Ya está aquí, puntual a su cita, como cada año, la temida bronquiolitis.

En pocos días los pediatras tendremos las consultas rebosando de niños con dificultad respiratoria.

“Doctor, lo he llevado dos veces a urgencias porque tosía mucho y tenía moquitos y me decían que era un catarro de vías latas. Ayer, como lo vi más agobiado lo volví a llevar y me dijeron que tenía bronquiolitis”.

Esta será la historia más repetida en nuestras consultas en los próximos días.

 

Ya he hablado de otros cuadros respiratorios como las bronquitis, las laringitis,…

Hoy es el turno de LA BRONQUIOLITIS.

 

¿Qué es la bronquiolitis?

Es una infección respiratoria producida por virus en la que se inflaman los bronquios y los bronquiolos, que son las vías aéreas o conductos más pequeños que llevan el aire dentro del pulmón.

¿Otra vez un virus?, ¿sabemos qué virus es?

El más frecuentemente es el VRS, virus respiratorio sincitial. Aunque también puede ser producida por otros virus respiratorios.

Estos virus comienzan produciendo un cuadro de catarro y, a veces, pocas veces, el catarro se “baja” al pecho. Pues digamos que el VRS, dentro de los virus respiratorios, es el que con más frecuencia se “baja” al pecho.

Este virus circula en los meses fríos, por tanto, es más frecuente de noviembre a marzo.

¿A quién afecta?

Afecta a los niños y niñas menores de 2 años, sobre todo a los menores de 6 meses.

¿Cómo se contagia?

Como todos los virus respiratorios se contagia a través del contacto directo de secreciones respiratorias (los niños comparten objetos que chupan, beben de la misma botellita,…) y a través de las gotitas de saliva que soltamos al hablar o estornudar.

¿Cuáles son los síntomas?

Prácticamente todos los bebés comienzan con un catarro de vías altas, como otras muchas veces, con tos, estornudos, mucosidad, congestión nasal, … Lo que ocurre es que cuando el virus que produce el catarro es el VRS, se puede “bajar” al pecho y provocar la inflamación de los bronquios y bronquiolos.

A las familias les explico en la consulta que la vía aérea de los bebés en su parte más ancha, es decir, en la tráquea es poco más ancha que un macarrón. Ésta se divide en dos bronquios principales, que se subdividen, a su vez, y éstos vuelven a dividirse,… siendo la parte final de vía respiratoria como los pelillos finales de las raíces de una planta.

Pues bien, estos pelillos son los que se inflaman, de tal manera que el aire no puede fluir con facilidad por la vía respiratoria y esto es lo que da lugar al resto de los síntomas: dificultad para respirar (respiración rápida, marcando las costillas o moviendo mucho el abdomen),  “silbidos” u otros ruidos al auscultar al niño.

Como consecuencia de esta dificultad respiratoria los bebés pueden tener dificultad para alimentarse, tener vómitos, e incluso, atragantarse.

Como en cualquier otra infección es frecuente exista fiebre.

¿Cuándo debe consultar al pediatra?

Si el bebé rechaza la alimentación o respira más rápido o con más dificultad de deberemos acudir al pediatra. Lo haremos de forma urgente si:

  • al respirar se le hunden las costillas.
  • respira muy agitado.
  • rechaza la alimentación porque se asfixia mientras come.
  • la fiebre es muy alta.
  • hace pausas respiratorias
  • presenta una coloración azulada de los labios o las uñas.

¿Cómo se diagnostica?, ¿es necesario hacer pruebas?

Se diagnostica por la historia clínica y la exploración.

Es frecuente que “al inicio de la temporada”, y sobre todo en los niños que llegan a ingresar, se saque una muestra del moco nasal para ver si la infección es producida por el VRS. Una vez que estamos en plena epidemia asumimos que cualquier cuadro respiratorio de pecho es producido por el VRS.

Es frecuente que se mida la oxigenación en sangre con un sensor que emite una luz roja que ponemos en los dedos de manos o pies.

En ocasiones, aunque no es lo habitual puede ser necesario la realización de una analítica sanguínea, de orina o radiografía de tórax.

¿Cuánto tiempo dura?

En un cuadro respiratorio “muy pesado”. La bronquiolitis en sí dura entre una y dos semanas pero la tos puede persistir durante varias semanas más.

¿Se puede volver a padecer?

Algunos niños, especialmente los menores de un año, tras haber padecido una bronquiolitis, pueden presentar dificultad respiratoria con los cuadros catarrales.

¿Qué puedo hacer en mi casa para ayudar a mi bebé?

La mayoría de los medicamentos anticatarrales NO se han demostrado eficaces en la bronquiolitis, pero existen determinadas medidas que harán que el bebé pueda respirar mejor y se encuentre más confortable:

  • Lavados nasales frecuentes, especialmente antes de las tomas.
  • Posición semiincorporada, metiendo una rollito debajo del colchón
  • Fraccionar las tomas. Es preferible que haga más tomas pero de menor cantidad.
  • Si tiene fiebre, realizar medidas físicas (destaparlo,…) o administrar antitérmicos (paracetamol o ibuprofeno, este último en mayores de 6 meses).

Mi bebé es prematuro, ¿tiene más riesgo?

Sí, los bebés prematuros debemos tener especial cuidado ante un cuadro de bronquiolitis.

Pero también hay que tener especial cuidados con los bebés menores de un mes y los bebés con algún problema de corazón o de pulmón.

¿Existe vacuna?

No es una vacuna en sí, realmente son los anticuerpos (defensas) frente al virus. Es un tratamiento muy caro  (aprox. 6000 €) y que sólo está justificado en niños de riesgo especial (grandes prematuros, bebés con problemas cardiacos,…).

En algunos bebés de riesgo como los grandes prematuros o bebés con problemas cardiacos se utiliza este tratamiento (palivizumab), con una dosis mensual en los meses fríos.

Pero, ¿qué puedo hacer para prevenir el contagio?

Debido al mecanismo de transmisión que he comentado antes es importante para prevenir el contagio:

  • Lavado frecuente de manos, especialmente las personas acatarradas, antes y después de coger al bebé.
  • Evitar los lugares muy concurridos, especialmente si hay muchos niños (guardería, …)
  • Evitar la exposición al humo del tabaco.
  • Prolongar la lactancia materna.

 

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