¡¡Cuidado con los frutos secos!!

Las cosas no pasan hasta que pasan.

¡Fue un segundo que nos descuidamos!” Eso es lo que dicen (decimos) todas las familias cada vez que un niño sufre un accidente.

Efectivamente, todo pasa en un segundo.

Pero como sabéis los niños son “cajitas de bombas” y debemos evitar todo lo evitable. Aun así nos la podrán liar.

Uno de los problemas de los accidentes es el sentimiento de culpa que genera en los cuidadores.

Pues bien, con los frutos secos debemos tenerlo claro:

¡¡No debemos dar frutos secos a los menores de 4 años!!

 

Y esto no es porque los frutos secos sean malos, de hecho son incluso buenos ya que contienen ácidos grasos mono y poliinsaturados.

Aclararé los dos problemas fundamentales de los frutos secos:

  • Riesgo alergénico: debido a que son uno de los grupos de alimentos más alergénicos no se recomienda su introducción hasta los 15-18 meses (por ejemplo mezclado con los cereales o en la masa de un bizchoco,…).
  • Riesgo de aspiración: Esto es debido a que los niños al menos hasta los 3-4 años no comienzan a masticar bien. Por tanto existe mucho riesgo de que con determinadas texturas (en los que se desprenden trocitos), como por ejemplo los frutos secos, existe mucho riesgo de aspiración bronquial.

Los frutos secos son una de las causas más frecuentes de atragantamiento. Hasta un 70% de los atragantamientos está causado por frutos secos, principalmente cacahuetes.

Los niños de uno a cuatro años son los que presentan mayor riesgo. A menudo son los propios familiares quienes les ofrecen estos alimentos, con el consiguiente sentimiento de culpa.

A veces, el cuerpo extraño puede atascarse en una zona intermedia de los bronquios y, aunque al principio deje pasar el aire, puede ocurrir que se mueva o que provoque una reacción inflamatoria alrededor y obstruya completamente las vías aéreas.

Por tanto, este es un ejemplo típico de MÁS VALE PREVENIR QUE LAMENTAR.

Aprovecho esta entrada para recordar qué debemos hacer si un niño sufre una aspiración de cuerpo extraño. Puedes leerlo pinchando aquí.

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¿Catarro o alergia?

estornudo

Con la llegada del calorcito comienzan a florecer muchas de las flores en los campos y jardines. Ciertamente es un espectáculo de la naturaleza. Pero casi al mismo ritmo empiezan a “florecer” en las salas de espera de los pediatras los niños nuevamente con mocos.

Es cierto que los pediatras estamos muy acostumbrados a lidiar con niños mocosos. De hecho, como ya dije en el post de los lavados nasales (lo podéis repasar pinchando aquí) “aceptamos moco como animal de compañía”.

Pero es cierto que en esta época del año conviene distinguir bien entre los síntomas de los catarros y de las alergias. Conviene aclarar que alergia hay durante todo el año pero se intensifica en primavera por la mayor carga en el ambiente de alérgenos (pólenes, gramíneas,…).

Es interesante diferenciar si se trata de un catarro o de alergia porque el tratamiento es totalmente distinto.

Para el caso de los catarros, además de una buena hidratación la medida estrella son los lavados nasales (podéis repasar la técnica aquí) mientras que el tratamiento de las alergias consiste, en la mayoría de las ocasiones, en un antihistamínico.

Si quieres saber si el “culpable” de tus mocos es la alergia o un catarro basta con responder a estas sencillas preguntas:

  • ¿El moco es acuoso o espeso?

El moqueo en la alergia a es un goteo continuo de moco acuoso, transparente, como agua mientras que la mucosidad en los catarros puede comenzar siendo transparente pero en pocas horas se irá espesando y siendo cada vez más amarillenta o incluso verdosa.

  • ¿Estornudas o toses?

El estornudo es otro de los síntomas típicamente alérgico, sobre todo si se produce en golpes de más de cinco estornudos seguidos. Es cierto que en un catarro puede haber estornudos pero es mucho más típico que haya tos.

  • ¿Te pica la nariz o los ojos?

Igual que en la pregunta anterior también puede existir cierta piquiña en la nariz o en la garganta en los catarros pero si te pican mucho la nariz y los ojos lo más seguro es que se trate de una alergia.

  • ¿Te lloran los ojos?

En el caso de los catarros, por la congestión de la mucosa de la nariz, podemos tener cierto lagrimeo, pero en el caso de las alergias el lagrimeo es constante acompañado del picor de los ojos. Conviene distinguir estas conjuntivitis alérgicas de otra causa infecciosa como ya vimos en le post que puedes ver pinchando aquí.

  • ¿Tienes fiebre?

En el caso de las alergias nunca existe fiebre mientras que en los catarros, aunque no es un síntoma “obligatorio” puede estar presente en muchas ocasiones.

  • ¿Los síntomas han aparecido bruscamente o poco a poco?

En el caso de los catarros los síntomas suelen comenzar de una manera más insidiosa, el paciente se empieza a sentir mal poco a poco, mientras que en las alergia el comienzo es muy brusco; cuando estás tan tranquilo empiezas con el achissssss, achisssss, achissss, … y ya no puedes parar.

  • ¿Cuánto tiempo llevas con los síntomas?

En las alergias uno se encuentra mal durante unos minutos u horas, pero suele mejorar rápido mientras que el catarro suele durar 4-5 días.

Insisto que la importancia de diferenciar un proceso del otro es sobre todo por el tratamiento: en el caso de las alergias la mayoría de las veces con un antihistamínico estarán cubiertos todos los síntomas. En el caso de que predominen además mucho picor ocular o lagrimeo se puede asociar un colirio antihistamínico. Si lo que predomina es el picor nasal y el goteo continuo de moco acuoso puede asociarse un spray nasal de corticoides.

Comparte esta información si piensas que puede ayudar a distinguir las alergias de los catarros.

 

Las leches.

Una de las frases que escucho a diario varias veces en la consulta:

Doctor, estamos muy preocupados porque Laurita ya sólo toma 2 biberones al día de 180 ml y antes tomaba 5 tomas de 240ml. ¿Está tomando suficiente leche? Es que he escuchado que los niños deben tomar, al menos, medio litro de leche al día”.

Sí, otra vez la leche en el punto de mira.

Aclaremos algunos conceptos sobre la leche:

Entender este tema es muy sencillo si nos fijamos en lo que hacen otras especies de mamíferos criados en libertad, donde se expresa solamente el instinto de supervivencia y no hay otros factores que influyan (modas, falsos mitos, intereses comerciales,…)

Algunas premisas básicas son:

  • La leche es el alimento ESENCIAL en los primeros meses de la vida para cualquier mamífero.
  • Cada especie toma su propia leche. Ya sabéis, no es habitual ver a un leoncito mamando de una jirafa.
  • La leche de cada madre se va adaptando, día a día, a la edad de la cría.

Naturalmente, la mejor leche para los humanos es la LECHE MATERNA. Podéis ver otros post que ya he escrito sobre los la lactancia materna: sus beneficios, falsos mitos,

Hace muchos miles de años, las civilizaciones comenzaron a asentarse y se comenzaron a domesticar los animales. Comenzó a ser más cómodo ordeñar a la cabra que salir a cazar. Este fue el inicio de la lactancia artificial. Miles de años de evolución han hecho que la especie humana tolere bien la leche de otras especies.

En los últimos años se utiliza sobre todo la leche de vaca porque desde el punto de vista nutricional es la que aporta unos nutrientes más adecuados a los humanos y porque la facilidad de producción y los costes son asumibles.

Está demostrado que, para cuando no es posible la lactancia materna, la lecha más adecuada para un bebé es la leche de vaca adaptada: la tipo 1 (leche de inicio) hasta los 6 meses y la leche tipo 2 (leche de continuación) hasta los 12 meses. Estas leches se ajustan con mucha exactitud a las necesidades nutricionales de cada una de estas edades.

Pero, ¿qué hay de las leches de crecimiento (tipo3)?

Cada vez está más fraccionado el mercado de las leches. A este paso aparecerán leches para rubios, para rubias, para altos, para bajos,… Ciertamente, estas leches de crecimiento, como alimento individual, se adaptan mejor que le leche “normal” de vaca a los requerimientos nutricionales de un niño de esta edad. Pero hay que considerar que a esa edad el niño debe recibir una dieta variada y saludable con lo cual darle una leche de crecimiento “sería redundante”. Esto no es sólo una opinión personal sino que la Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea se ha pronunciado en este mismo sentido como podéis ver pinchando aquí.

Las modificaciones que hacen los laboratorios para adaptar estas leches hacen que pierda su “buen sabor” por lo que para compensar suelen añadir azúcares o miel, con el consiguiente riesgo de caries. Además estas leches suelen ser caras. Más vale ahorrar en esas leches e invertir ese dinero en vacunas u otras cosas necesarias para la crianza de nuestros niños.

Por tanto la leche más adecuada a partir del año de vida es la leche semidesnatada “normal”, junto con una dieta variada.

¿Cuál es el mínimo de leche que debe tomar un niño?

A partir de esa edad no hay una cantidad mínima necesaria que se “deba” tomar. Volviendo al razonamiento de la naturaleza nos ofrece, ninguna cría de mamífero una vez que se desteta vuelve a tomar leche el resto de su vida.

Como norma general, y valorando la evolución y nuestras costumbres, se aconseja que los niños a esa edad tomen entre dos y tres raciones de leche al día. Pero debemos contar todos los lacteos (batidos, yogures, natillas, queso, pizzas 4 quesos, “bio-frutas”, …)

¿Y existe una cantidad máxima de leche que puedan tomar?

Estrictamente NO. El problema, como ya vimos en el post de algunos errores frecuentes en la alimentación es que si un niño toma demasiada leche:

  • El niño tendrá tendencia al estreñimiento porque la leche es “pobre” en fibra y “rica” en calcio: esta es la combinación ideal para estreñirse.
  • Tendrá tendencia a tener una ferropenia (hierro bajo) e incluso anemia, ya que la leche es una alimento “bajo” en hierro y además el calcio de la leche impide la absorción del hierro del resto de los alimentos.
  • La dieta será muy monótona y poco variada, ya que saciará su apetito con los lácteos y comerá menos de otros grupos de alimentos también necesarios y muy recomendables (frutas, verduras,…)

Comparte esta información si piensas que puede ser útil para otras familias.

Intolerancia a la lactosa.

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Hay determinados alimentos que «están de moda».
Quizás la leche es el más llamativo: tiene muchos fans y también muchos detractores.
Como en todo en la vida, en el término medio está la virtud.
Aclararé ciertos conceptos. Hoy hablaré de la intolerancia a la lactosa.

¿Qué es la lactosa?
La lactosa es el “azúcar” de la leche.  Para ser digerida y absorbida es necesaria una enzima llamada lactasa, que está en las células que tapizan el intestino delgado.

¿Qué es la intolerancia a la lactosa?
Cuando la lactasa falta total o parcialmente, la lactosa no se digiere ni absorbe en el intestino delgado por lo que llega hasta el intestino grueso (colon) donde las bacterias hacen que fermente. Esto hace que se produzca gran cantidad de gas que dará lugar a los síntomas que diré más adelante.
Normalmente, en los primeros meses de la vida, el intestino tiene una gran cantidad de lactasa, pero a partir de los 2-3 años de edad esta enzima va desapareciendo poco a poco. Algunos niños no tienen síntomas hasta varios años más tarde, en la adolescencia o incluso en la edad adulta.
Es muy raro el déficit primario de lactasa (intolerancia congénita a la lactosa), es decir, que un bebé nazca sin esta enzima y, por tanto, no sea capaz de digerir la leche “normal”. Pero sí es más habitual, que de forma transitoria, por “un daño” en el intestino, por ejemplo tras una gastroenteritis, esta enzima falte (total o parcialmente) y se produzca lo que los médicos llamamos intolerancia secundaria  a la lactosa.

¿Cómo se manifiesta?
La mayoría de los intolerantes a la lactosa lo son sólo parcialmente, es decir, conservan cierta cantidad de lactasa y, por tanto, cierta capacidad de digerir y absorber la lactosa. Sólo cuando sobrepasan esa capacidad al tomar más leche, aparecen los síntomas.
Los síntomas más típicos son:
– dolor abdominal
– gases y distensión abdominal
– diarrea, que suele explosiva (por la fermentación) y ácida. Esto hace que la defecación sea desagradable por el escozor y, en los más pequeños, la piel de la zona del pañal se irrite.

¿Es una enfermedad grave?
No. En general es leve y las molestias desaparecen al dejar de tomar leche o utilizar lactasa.

¿Cómo se diagnostica?
La mayoría de las veces, y siendo práctico, puede ser suficiente con probar si los síntomas desaparecen al suprimir la leche de la dieta durante varias semanas.
Se pueden hacer otras pruebas para confirmarlo:
–  Test de hidrógeno espirado: el aire que se expulsa de los pulmones después de haber tomado leche contiene más hidrógeno si se es intolerante a la lactosa.
Sustancias reductoras en heces: comprobar que en las heces hay más sustancias ácidas.

¿Esta enfermedad es hereditaria?
No necesariamente de una madre intolerante a la lactosa nace un bebé intolerante a la lactosa, pero sí hay cierta agrupación familiar, es decir, suele haber en esa familia varias personas que “no les sienta” bien la leche.
También influye la raza, probablemente por la adaptación  evolutiva a los distintos estilos de alimentación. En Europa, la intolerancia a la lactosa es mucho más infrecuente que en otras zona, sólo la padecen aproximadamente la cuarta parte de la población.

¿Es lo mismo la intolerancia a la lactosa que la alergia  a la proteínas de la leche de vaca?
No, no tienen nada que ver.
La intolerancia a la lactosa es la intolerancia al azúcar de la leche. Se manifiesta con síntomas digestivos y suele aparecer en niños más grandecitos.
La alergia a la proteína de leche de vaca es producida por las proteínas de la leche. Se puede manifestar con síntomas digestivos pero suelen tener reacciones en la piel. Se produce generalmente en bebes de muy poca edad, días o pocos meses.

¿Cuál es el tratamiento de la intolerancia a la lactosa?
Excluir la lactosa de la dieta o disminuir la ingesta hasta que desaparezcan los síntomas.

¿Qué alimentos contienen lactosa?
Por supuesto, LA LECHE.
También existe lactosa en el resto de los lácteos (batidos, flanes, natillas, …) o en platos que se hacen con leche (croquetas, canelones, bechamel,…). También en los helados, bollería, pasteles y chocolate.
Para algunos niños “muy intolerantes” a la lactosa será necesario leer con atención la etiqueta de los alimentos envasados porque éstos pueden contener algo de lactosa (salchichas, embutidos, …).
Sin embargo, debido a la fermentación, el yogur y el queso (sobre todo el queso muy curado) tienen muy poca lactosa.

Pero si no toma leche, ¿cómo se si mi hijo esta tomando el calcio suficiente para crecer bien?
En el primer año de la vida la leche un alimento fundamental en la alimentación de los niño.
Después ya no es tan importante, ya que pueden comer otros alimentos muy variados que también contienen calcio como son algunas verduras (brócolis, espinacas, …), legumbres (soja, garbanzos, guisantes, …), pescados (salmón, gambas, almejas, …), alimentos enlatados (sardinas, …) o frutos secos (pistachos, pipas, …)

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