¿Por qué hacer Baby Led Weaning (BLW)?

La respuesta sería: ¿y por qué no hacerlo?
Si tu hijo va a ser Premio Nobel no va a depender de si comió triturado o trozos.
El BLW no va a hacer a tu hijo ni más alto, ni más listo, ni más guapo. Puede que ni siquiera lo proteja de ser obeso en el futuro. A pesar de que esta era una de las mayores ventajas que se le suponían a este método de alimentación. A día de hoy, lo que hay demostrado científicamente es que no hay diferencias a los 12 meses y a los 24 meses entre niños alimentados con BLW y niños alimentados con cuchara y purés en cuanto a tasas de obesidad. Hacen falta estudios a más largo plazo para ver si realmente el BLW es un método de alimentación que protege de la obesidad.

Hacer BLW no es sólo que el niño coma a trozos sino confiar en que la naturaleza tiene perfectamente diseñados mecanismos de supervivencia y autorregulación que van a hacer que el niño se desarrolle adecuadamente sin “obligarlo” a comer.

De la misma manera que confiamos en que la lactancia materna le está aportando todos los nutrientes necesarios sin saber qué cantidad de leche toma el bebé, o confiamos que un bebé respirará las veces necesarias sin necesidad de contabilizarlas, debemos seguir confiando que un bebé que comienza a experimentar con otros alimentos va a ingerir exactamente la cantidad de comida necesaria para un desarrollo adecuado. Tened en cuenta que a los alimentos que no es leche en el primer año de vida se les llama alimentación complementaria, precisamente por eso, porque son un complemento a la leche, ya que hasta el año de vida la leche sigue siendo el alimento principal en la dieta de un niño.

Para mi la principal ventaja del BLW es entender que si confiamos en este instinto de supervivencia, no convertiremos el momento de la comida en un momento de chantajes, peleas, circos (cuchara avión, móvil o tablet con Pepa Pig, Caillou,…) engaños y llantos (del bebé y de los padres) sino que disfrutaremos mientras vemos al bebé disfrutar agarrando, oliendo, tocando, chupando y con suerte, al principio, hasta comiendo alguno de estos alimentos.

Con toda esta disertación a donde quiero llegar es a que para un niño la parte más importante de aprender a comer no es cuánto come sino lo que va aprendiendo. De igual forma cuando un niño está aprendiendo a andar no valoramos que camine grandes distancias sino que los pasos sean cada vez más agiles y seguros.

Por tanto, si lo más importante de aprender a comer es aprender más que comer, no obligues a tu niño a comer, déjalo experimentar y déjalo que aprenda a reconocer los mecanismos de hambre y de saciedad.

¿Desde cuándo pueden comer trocitos los bebés?

Este es un tema de absoluta actualidad, aunque en realidad es más antiguo que el hilo negro. A cualquiera de nuestras abuelas le llamaría mucho la atención que estuviésemos hablando a estas alturas de la película de este tema.

Fácil, han sido existido millones de generaciones que han sobrevivido antes del invento de la turmix. Eso sí, si lo llamamos Baby Led Weaning parece más moderno. Ya hablé de esto en el artículo “Doctor, ¿es usted partidario del Baby Led Weaning?. Puedes leerlo pinchando aquí.

Os dejo un ejemplo de situación muy frecuente en la consulta:

– Doctor, ¿a partir de qué edad puedo darle trocitos a mi bebé?

– Desde el mismo momento que el bebé es capaz de manipular objetos y llevárselos a la boca está preparado para comer sólidos. Esto suele ocurrir aproximadamente a los 6-7 meses, cuando además ya comienzan a sentarse y las manos quedan libres para poder manipular los objetos.

– ¿¡¡¡Cómo!!!?¿¡pero se atragantará,no!?

– Pues claro, de la misma manera que se caerá cientos de veces un niño que está empezando andar y no por ello debemos de privarlo de esa enseñanza.

– Pero, doctor, a mi me da mucho miedo de que se ahogue.

– Lo entiendo pero no hay ninguna medicina mágica que le quite el miedo a los padres. Lo que sí puedo explicarle es por qué no deberías tener miedo.

Mire, como le he dicho antes, desde el mismo momento que el bebé es capaz de manipular y llevarse objetos a la boca, está en riesgo de atragantamiento. Este riesgo más que miedo debería despertar en los padres el deseo de enseñar a sus hijos a gestionar sólidos en la boca, precisamente para que no se ahogue.

Afortunadamente, la evolución ha perfeccionado mucho la maquinaria humana existen reflejos que hacen que no sea fácil que un niño se ahogue. Hay que destacar que no es lo mismo atragantarse que ahogarse, de la misma manera que no es lo mismo caerse que matarse. Para aprender a tragar hay que atragantarse. Precisamente estos episodios de atragantamiento son los que va enseñando al niño cómo debe gestionar cada textura en su boca.

Si has intentado darle algo sólido a un bebé de tres meses (te puede haber pasado, por ejemplo, al darle con cuchara las gotas de vitamina D) habrás visto que tiende con la lengua a expulsar cualquier cosa de la boca. Eso es lo que llamamos el reflejo de extrusión, y gracias a él los bebés muy pequeños no se atragantan cuando intentamos darle sólidos.

– Entonces, ¿si a mi hijo de 15 meses le doy aun la comida triturada no aprenderá nunca a masticar?

– No, por supuesto que no. Está claro que al final todos los niños acaban comiendo sólidos. A día de hoy no conozco a nadie con 18 años que no sea capaz de comer sólidos. Tampoco creo que el comer los sólidos antes o después lo conviertan en un candidato más firme al premio Nobel.

– Si al final comerá sólidos, ¿por qué esta moda, ahora, del BLW?

– Porque si desde el principio enseñamos a tragar a un bebé, esté lo hará de una manera más natural. Lo aprenderá con menos sufrimiento. Si un bebé de seis meses se atraganta comiendo, inmediatamente después seguirá intentando comer, sin ningún drama. Sin embargo, si un niño de tres años se mete por primera vez algo sólido en la boca y se atraganta, el susto será tal que el berrinche que formará hará que no quiera probar en una temporada ningún otro sólido. Nos costará mucho más trabajo introducirlo.

– ¿Cuáles son entonces los alimentos que puedo utilizar para empezar?

– Hay que ir adecuando las texturas y los tamaños según el aprendizaje del bebé, de la misma manera que inicialmente para enseñar a andar a un bebé lo ponemos sobre un suelo firme y despejado.Lo más recomendable para empezar serían:

  • Los sólidos semi blandos (patata hervida, zanahoria hervida,..) es conveniente darlos en trozos pequeños ya que estos se pueden machacar con las encías o aplastar entre la lengua y el paladar y serán capaces de deglutirlos.

  • Los sólidos duros, que no se deshacen (carne,…) es conveniente darlos en trozos grandes, de manera que no le quepan en la boca. De esa manera lo que hará es sólo chuparlos o desgastarlos y de esa manera tendrá un primer contacto para saber gestionar ese tipo de texturas.

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Doctor, ¿es usted partidario del Baby Led Weaning?

blw

Cada vez es más conocido y está más de moda pero para los que no lo conozcan el Baby Led Weaning (BLW) resumiré muchísimo diciendo que básicamente es un método de alimentación para introducir comidas sólidas, permitiendo que el bebé se alimente por sí mismo, sin usar cucharas y sin purés. Al bebé no se le dan los alimentos sino que se le ofrecen y es él el que va eligiendo qué comer, probando diferentes texturas y diferentes sabores. En uno de los proximos post lo desarrollaré con más detalle.

  • “Entonces, doctor, ¿es usted partidario del BLW?”
  • “¿Cómo?, ¿Qué si yo soy partidario? No se trata de que yo lo sea sino que ustedes como padres quieran utilizar ese método para ir introduciendo la alimentación diferente a la leche”.

Pienso que en todos los aspectos de la vida conviene que no veamos las cosas totalmente blancas ni totalmente negras. En general las cosas son grises, unas veces más claro y otras veces más oscuro, o mejor, de muchos más colores.

Las respuestas a estas dudas nunca pueden ser tajantes. No se trata de ser radical de una cosa. Todo depende de muchas circnstancias. En temas de alimentación no debemos ser tajantes, como ya expuse en este post sobre la lactancia materna o el bibe.

Yo, como pediatra, puedo informar, asesorar y, por supuesto, si esa es la decisión de los padres, apoyar para llevar a cabo el método.

El BLW es un método de alimentación más natural. Se trata de pasar de la leche al sólido como lo hacen el resto de los animales. La primera vez que le ponemos un trozo de pollo a un gatito lo toca, lo huele, lo golpea, se acerca, se aleja, … hasta que por fin decide comerlo. Pues eso mismo hacen los niños.

Es un método que requiere más paciencia y más seguridad por parte de los padres o cuidadores. Más paciencia porque lógicamente no es lo mismo meterle un puré a cucharadas bien colmadas que ir dejando que sea el bebé quien va chupeteando los trocitos de pera que le hemos cortado. Y más seguridad porque al ser la comida más sólida es más probable que en alguna ocasión tenga un atragantamiento.

De todas maneras, si hacemos correctamente el método BLW es un método SEGURO, peropara ello:

  • Debemos asegurarnos que el bebé ya es capaz de mantenerse sentado erguido.
  • NO ofrecer frutos secos e semillas enteras.
  • Cortaremos por la mitad los alimentos pequeños, como aceitunas o cerezas y quitaremos los huesos.
  • No dejaremos que nadie, salvo el propio bebé, ponga comida en su boca.
  • NUNCA dejar al niño solo mientras esté comiendo.

Realmente no es que se trate de un método hipernovedoso. Sería más bien retroceder unos años en la historia y hacer las cosas de una manera “más primitiva” (dire mejor más natural para que no suene mal).  En la antigüedad, los alimentos sólidos se le introducîan a los bebés intentando adaptar las texturas (se les ofrecía cosas blanditas, se les machacaba con tenedor u otros objetos la comida o incluso los adultos les masticaba los alimentos  en su boca y después se les ofrecía triturada).

Pero no podemos demonizar a los padres que alimentan a sus bebés con comida triturada. En cierto modo sería como ver al demonio en otras herramientas como el propio biberón. La humanidad es mucho más antigua que los chupetes, las turmix, los pañales, los biberones,… Millones de generaciones han sobrevivido sin estos utensilios, es decir, no son imprescindibles para la crianza de un bebé. Pero es igual de cierto que hoy día a nadie se le ocurre intentar hacer fuego frotando dos palos o machacando dos piedras. El primer biberón aparece en la Edad Media bajo la forma de un cuerno de vaca perforado y recubierto de ubre de vaca o de un trozo de tela enrollado. Pues eso, antes de esa época la leche se daba con vaso, con cuchara,… o como pudieran en cada cultura.

Es evidente que el objetivo final es que el niño coma sólido, coma solo, beba en vaso (no en biberón) y si desde pequeño lo hace lo incorporará de una más natural

Pero creo, sinceramente, que la clave está en ir “entendiendo” a cada bebé, ir satisfaciendo sus curiosidaes. Hay bebés que tienen mucha curisidad por el sólido y además lo comen muy bien (apenas se atragantan) y otros, sin embargo, rechazan el mínimo grumito.

Resumen: Cría y alimenta a tu bebé de la manera que más te permita disfrutar tu maternidad, pero sin perder la referencia del objetivo final, comer sólido, de lo contrario nos veremos con un niño de 7 años que sólo quiere comer purés.

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