Lo que debes saber de la varicela…

 

 

 

 

 

 

 

La imagen que encabeza esta entrada corresponde a un niño que atendí ayer en la consulta. Creo que ilustra muy bien lo fastidiosa (por no decir otra cosa) que, a veces, es la varicela.

 

No quiero echar más leña al fuego. No quiero reactivar la polémica de por qué en su momento se retiró, sin ningún motivo científico que justificara esa decisión (como expliqué en esta entrada), la vacuna de la varicela del mercado. Eso ha hecho que muchos niños que ahora tienen 4-5 años hayan quedado en una situación de “limbo vacunal” con respecto a la varicela y ,en los últimos años «, estemos asistiendo a brotes de varicela muy numerosos, más propios de otras épocas.

 

Hoy quiero, con un espíritu más prácticoque crítico, aclarar qué debemos hacer una vez que un niño ha pillado la varicela.

 

Con respecto al contagio…

En primer lugar hay que decir que varicela puede haber todo el año pero los brotes más típicos son en invierno y, sobre todo, en primavera.

Basta que una persona no inmunizada esté en contacto con alguien que la esté padeciendo o incubando y es prácticamente seguro que se contagiará (es una de las enfermedades más contagiosas que existen).

Precisamente el quid de la cuestión es que, al igual que otras enfermedades, se puede contagiar antes de dar la cara. Esto hace que sea muy complicado, por no decir imposible, cortar la transmisión del virus ya que desde varios días antes de que veamos las primeras pupitas esa persona está contagiando, y seguirá contagiando hasta que dejen de aparecer vesículas y las lesiones se conviertan en costras (aproximadamente 5-7 días después de la aparición de los primeros granitos).

Normalmente los contactos (hermanos, compañeros de la guarde o el cole, …) susceptibles (los que no están inmunizandos) irán cayendo cada 15 días.

 

Con respecto al tratamiento…

La varicela es una enfermedad vírica y como tal solemos tratar sólo los síntomas que produce.

En niños sanos suele ser suficiente con baños con jabones de avena y aliviar los síntomas que produce. Los síntomas más molestos son:

  • Picor: es el principal problema de la varicela ya que a demás de lo incómodo que es, inevitablemente (sobre todo en el caso de niños) provoca rascado y el rascado puede provocar infección de la piel. Es importante que los niños tengan las uñas bien cortas para evitar la sobreinfección por rascado. Si el picor es leve puede ser suficiente con utilizar algunas lociones que contienen sustancias que alivian el picor (calamina). Si el picor es intenso conviene utilizar un antihistamínico por vía oral.

En el caso de que haya algún signo de sobreinfección de la piel pueden ser necesario cremas antibióticas.

  • Fiebre y malestar general: para esto se utiliza el paracetamol. Hace unos años, en la época de la aspirina (por cierto, ¡qué buenas estaban las aspirinas infantiles! ¿cómo no acordarse, verdad?) se describieron bastante casos de síndrome de Reye (enfermedad en la que falla el hígado) al utilizar aspirina en la varicela. Como el ibuprofeno y la aspirina pertenecen a la misma familia de medicamentos (AINES) podéis escuchar que no se recomienda el uso de ibuprofeno como antitérmico en la varicela.

Sólo en determinados casos utilizaremos un antivírico, el aciclovir, para “matar” al virus.

El tratamiento con aciclovir ha demostrado disminuir los días de fiebre y el número de lesiones, siempre que se administre precozmente (en las primeras 24-48 horas del inicio del exantema), pero no está recomendada su administración de forma sistemática sino sólo a niños con algunas circunstancias especiales, por tener mayor riesgo de complicaciones. Utilizaremos aciclovir por vía oral en:

  • Niños mayores de 12 años y adultos.
  • Pacientes con problemas cutáneos o cardiovasculares.
  • Niños que toman tratamiento con corticoides (orales o inhalados).
  • Niños que toman derivados de los salicilatos (aspirina) de forma crónica.
  • Niños con enfermedades crónicas (fibrosis quística, diabetes,…)
  • En niños menores de 6 meses no está claro si debe usarse.

 

Existen circunstancias que pueden hacer que la varicela sea aun más grave. En estos casos el niño se ingresará para poner aciclovir intravenoso:

  • Niños con inmunodeficiencias o con tratamientos inmunosupresores (quimioterapia o corticoides a dosis altas)
  • Varicela neonatal por varicela materna 5 días antes del parto o 2 días después del parto.
  • Si la varicela se complica con encefalitis, meningitis, neumonía,…

 

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