Precaución, amigo conductor…

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En determinadas fechas (puentes, navidades, vacaciones de verano,… ) se produce gran número de desplazamiento en coche, y en muchas ocasiones acompañados de bebés y/o niños menores.
Según la DGT, los accidentes de tráfico son la primera causa de muerte en los menores de 14 años, y el 40% de los niños fallecidos no llevaba ningún sistema de protección. Así pues, es fundamental, el uso adecuado de los sistemas de retención infantil.
Es responsabilidad directa de los adultos el uso adecuado de estos dispositivos, no sólo amarrando a los menores que viajen en el vehículo, sino también demostrándolo con el uso adecuado del cinturón de seguridad (¡¡también en trayectos cortos!!), puesto que los niños aprenden por imitación.

Debemos establecer una serie de premisas previas:
La mayoría de los coches actuales disponen  de sistema ISOFIX. Si disponemos de él, este es el sistema de anclaje más recomendado y seguro, ya que reduce la probabilidad de que el asiento se coloque de la forma incorrecta.
Asegurar que las correas se ajustan bien al cuerpo del niño (sin dejar demasiada holgura) y que la silla está sujeta firmemente al coche.
En caso de utilizar el asiento delantero, desactivar SIEMPRE el airbag.
Para minimizar los riesgos en caso de colisión lateral, amarrar, si es posible la silla en el centro de los asientos traseros.
NO llevar nunca a los niños en brazos.
Los cojines elevadores con respaldo y soporte para la cabeza son más seguros que los que carecen de ellos, y  aunque cuando el niño alcance 1,35 m de altura, ya no está obligado a utilizar sistemas de retención infantil, es recomendable esperar hasta una altura de 1,50 m, para que el cinturón no le quede tan cerca del cuello.

Además de estas premisas debemos considerar que la silla de retención debe estar homologada (pegatina naranja, bien cosida y con toda la información legible) y que el factor fundamental para elegir el tipo de silla, además del peso y la altura, es la edad, puesto que de esto es de lo que más depende la fuerza de la musculatura cervical.

Los diferentes tipos de silla son:
– Grupo 0: desde el nacimiento hasta 1 año (hasta los 10 kilos de peso). Puede ser bien un capazo con arneses para colocar en los asientos posteriores y que se engancha a los cintures de seguridad, o bien una silla de seguridad ligeramente inclinada.
– Grupo 0+: amplia desde el nacimiento hasta los 18 meses (o hasta los 13 kilos de peso). Es una silla con arneses que se coloca en el asiento trasero en sentido contrario a la marcha de forma que se proteja mejor ante cualquier colisión.
– Grupo 1: desde 1 a 4 años (aprox. 9-18 kilos). Van siempre en el sentido de la marcha, utilizando el cinturón del vehículo o uno supletorio que trae la propia silla.
– Grupo 2: para niños de 3 a 6 años (aprox. 15-25 kilos). Es un cojín elevador con respaldo dotado de protección lateral para la cabeza. Se coloca en la parte trasera en el sentido de la marcha y a ser posible en el centro. Debe incluir unas guías laterales para colocar el cinturón ajustado a las caderas.
– Grupo 3: para niños de 5 a 12 años (aprox. 22-36 kilos). Es un cojín elevador con respaldo, a ser posible con respaldo de protección lateral para la cabeza y regulación de altura, de forma que permita acoplar correctamente el cinturón de seguridad del vehículo sobre la clavícula del menor.

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