¿Se puede obligar por ley a vacunar a los niños?

Creo que hoy sí que sí puedo recibir un aluvión de críticas por este artículo pero sería muy cobarde por mi parte no mojarme por miedo a esto.

Como seguramente habréis escuchado, visto o leído en las noticias, Italia, el pasado viernes, aprobó una ley que establece la vacunación obligatoria para los niños y sanciones a los padres que no cumplan con el calendario.

Esto ha hecho que muchas familias sientan que les han arrebatado la libertad de decidir sobre la salud de sus hijos. Entiendo que el planteamiento de “obligar por ley” hace que todo el mundo se ponga a la defensiva y saque las uñas para defender “su libertad”:

“Yo con mi hijo hago lo que quiera. Lo decido yo, que para eso es mío. Si quiero lo vacuno pero no porque me lo diga el Estado sino porque yo quiero”.

Aquí tengo que decir que esto no es tan sencillo ya que la libertad de uno acaba donde comienza la de los demás y una de las obligaciones de un estado en materia de sanidad es velar por la salud y proteger a sus ciudadanos.

Debido al aumento de las corrientes antivacunas, en Italia ha habido un aumento exponencial de casos de sarampión (enfermedad prevenible con la vacuna triple). En 2015 se declararon 250 casos de sarampión, en 2016 se declararon 840 casos y en lo que va de 2017 ya van declarados 2395 casos. Esto ha obligado al gobierno italiano a tomar la medida de obligar a los padres a vacunar a sus hijos por ley.

Sé que ahora todo el mundo dirá:

“Pues si tan importantes son las vacunas, ¡que las pague el estado!”

Es cierto que a mi me gustaría, como todo el mundo, que las vacunas las pagase el Estado. Pero puestos a pedir me gustaría también que pagase la leche, los pañales, una baja maternal de dos años,… y por qué no, un viaje a Eurodisney.

El problema es que el tema de las vacunas se ha politizado mucho. El hecho de que hasta hace poco tiempo en cada Comunidad Autónoma existiese un calendario vacunal diferente ha servido como arma política para “vender” lo bueno que es cada político con sus ciudadanos que les paga las vacunas.

Quiero dejar en el aire una reflexión:

Cada año mueren más niños en accidentes de tráfico que por enfermedades prevenibles por las vacunas.

Siguiendo este razonamiento sería “más rentable” que el estado pagase un dispositivo de retención infantil cuando nace un niño. Sin embargo no sólo no te lo regalan sino que te obligan a usarlo y si no te multan.

Por tanto, y considerando además que cuando no vacunas a tu hijo éste comienza a formar parte de la cadena de transmisión de ciertas enfermedades, parece bastante lógico que el estado pueda obligar a vacunar por ley, como medida de salud pública.

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Deberes sí, deberes no: mis razones.

madre-deberes

No salgo de mi asombro

Hace unas semanas escribí un post sobre mi opinión sobre los deberes, pero creo que ahora esto se nos está yendo de las manos a los padres.

Como ya sabréis existe una campaña por parte de la  Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) con el lema “Noviembre 2016. Fin de semana sin deberes”. Proponen que en lugar de dedicarse a hacer deberes durante el fin de semana las familias realicen algunas de las siguientes actividades: pasar un día de campo juntos, hacer una receta de cocina juntos,…

cartel_noviembre_sin_deberes

¿Qué está pasando para que tengamos que llegar a esto?, ¿acaso no es eso lo que habitualmente se hace?,… ¡¡Qué pena!! Nos estamos cargando su infancia. Estamos perdiendo el sentido común.

A diario veo en la consulta niños que para no perder ni un segundo, en mi mesa, mientras exploro a sus hermanos, se ponen a hacer los deberes. Y a su vez veo cómo las madres ayudan agobiadas a esos niños. En ocasiones más que una ayuda es la propia madre la que hace los deberes.

Por la profesión de mi mujer tengo en casa la visión de los dos lados: del lado de los padres y del lado de los profesores.

La visión de los profesores, simplificando mucho sería:

  • Al cole se va a aprender, educado se viene de casa. Si no, la mayoría del tiempo de clase, se empleará en mandar callar a unos y otros y no se podrá explicar la materia.
  • Los deberes son cosas de niños, no de los padres. Precisamente creo que una de las cosas principales que provocan los deberes en los niños es sentido de la responsabilidad, deben aprender a organizarse y a planificar su tiempo.
  • Los profesores están obligados a rellenar miles de expedientes de cada niño. Obligados a examinar a niños de 6 años (¿estamos locos? Si los pobres niños a esa edad no entienden ni siquiera lo que es un examen) y a ponerles una nota numérica (sí, un 7, un 8 o lo que sea). Obligados a completar todas las unidades didácticas. Vivimos en un mundo de mentira, lleno de “burrocracia”. Informes que encima no reflejan la realidad de los niños sino que hay que maquillar para que las cifras de los “buenos resultados” cuadren.

Creo que en todo esto ha cambiado mucho la escuela de cuando la generación que nos toca ahora ser padres éramos niños:

  • En ningún momento se le hubiese ocurrido desautorizar a mis padres a ninguno de mis profesores. Supongo que en muchas cosas no estarían de acuerdo con respecto a los métodos utilizados pero el profesor es el profesor y decide cómo enseña esa materia.
  • Nunca se le hubiese ocurrido a mis padres hacerme los deberes, ni revisarme la mochila, ni preguntar a otros padres si teníamos deberes para el día siguiente,…
  • Y, por otra parte, los maestros de antes (porque antes no había profesores, había maestros escuela) no se veían obligados a terminar un temario, simplemente aprendíamos a aprender. Lo que aprendíamos era para siempre, aunque nunca terminásemos el libro.

Con todo esto no quiero ni mucho menos ponerme ni a favor ni en contra de los deberes y pienso que lo que propone la CEAPA para las actividades de fin de semana del mes de noviembre deberían ser las actividades habituales en una familia.

Con respecto a los deberes, los estudios que existen, aunque son difícilmente comparables, demuestran que:

  • En infantil es mejor no hacer deberes en casa.
  • En primaria lo más importante es que no sean excesivos porque si no provocarán justo lo contrario de lo que pretenden: El niño estará cansado y odiará la escuela.
  • En secundaria sí son recomendables los deberes porque ayudan a recordar y reforzar conocimientos, pero nunca más de 2 horas al día.

Si piensas que esta información puede ayudar a algunas familias, compártela.