Las 10 cosas que debes saber de la crisis del coronavirus (COVID-19)

1.- La mayoría de las personas acabaremos contagiados, unos antes y otros después. La gran mayoría de los adultos y niños son sanos y no tendrán ninguna complicación. Esforcémonos, por tanto, en evitar el contagio a las personas más vulnerables (ancianos y personas con patología crónica).

¡Ah, y lávate las manos!

2.- Utiliza los recursos sanitarios con sensatez y coherencia. Los recursos sanitarios son limitados. Se trata es de que no todos enfermemos a la vez para no colapsar los hospitales.

¡Ah, y lávate las manos!

3.- No hagas acopio de material médico que no necesitas (mascarillas, antibióticos,..) Si lo haces puedes estar favoreciendo la no protección de las personas más vulnerables.

¡Ah, y lávate las manos!

4.- No colapses los servicios de Urgencias. Utiliza estos servicios sólo si es realmente necesario. La mayoría de las dudas sobre el coronavirus pueden ser resueltas por teléfono. Utiliza, si es necesario, los teléfonos habilitados a este fin:

– si tienes síntomas o has estado en contacto con una persona con coronavirus o que venga de una zona de riesgo: 900 400 061

– para cualquier oyro tipo de información sobre el coronavirus: 955 545 060

– para otras emergencias sanitarias: 061 ó 112.

¡Ah, y lávate las manos!

5.- Déjate aconsejar por tu médico y comparte sólo información oficial. ¡¡No compartas bulos!! Lo pero que puede ocurrir en cualquier situación de crisis es caer en el miedo.

¡Ah, y lávate las manos!

6.- Tose o estornuda en la flexura del codo. ¡¡Y enséñale a hacer esto a tus hijos!!

¡Ah, y lávate las manos!

7.- Evita visitas innecesarias al hospital. Minimiza el número de acompañantes al mínimo.

¡Ah, y lávate las manos!

8.- No acudas a lugares con aglomeraciones. En las distancias cortas se facilita el contagio. Evita viajes innecesarios, especialmente a zonas de riesgo.

¡Ah, y lávate las manos!

9- Si las Autoridades Sanitarias suspenden el colegio para evitar el contagio de los niños no los lleves al parque a que se contagien.

¡Ah, y lávate las manos!

10.- Si las Autoridades Sanitarias cierran las universidades para evitar el contagio de los jóvenes no es para que se vayan al botellón a compartir el vaso, los besos y las cachimbas

¡Ah, y lávate las manos!

La culpable de todo

Hoy hace cuatro años que nació la responsable de ese sentimiento que muchas veces sobrevuela y atormenta el mundo de la maternidad y la paternidad: la culpa.

Os voy a contar de qué cosas tiene la culpa esta criatura que llegó hace cuatro años abrasándome las manos, como ya he contado otras veces.

Es la culpable de ser capaz de alegrarme el día incluso después de la guardia más agotadora.

Es la culpable de haber sacado la versión más paternal de su hermano y la versión más tierna de su hermana.

Es la culpable precisamente de este blog. Después de dos paternidades muy seguidas, que convirtieron la situación en casi en una cuestión de supervivencia, llegó para demostrarme que la paternidad es una cosa mucho más grande y mucho más bonita. Removió en mi sentimientos que me llevaron a empatizar con las situaciones que vivo a diario en la consulta. Desde el nacimiento de ella me es mucho más fácil conectar con todos los padres y madres.

Es la culpable de haberme enseñado que la verdadera felicidad está en detalles muy pequeños de situaciones muy cotidianas.

Es la culpable de mostrarnos a su madre y a mí qué es la verdadera maternidad y la auténtica paternidad. La culpable de haber sacado mi mejor versión de padre y la mejor versión de su madre.

Es la culpable demostrarme día a día que el mundo mirado a través de los ojos de un niño es mucho más bonito y sí merece la pena ser vivido cada segundo.

Es la culpable de enseñarnos que la verdadera inclusión, la verdadera tolerancia, el respeto y el amor verdadero consiste simplemente en tratar a los demás como lo hace ella, como una niña, con su inocencia, sin prejuicios.

En definitiva, es la culpable de habernos mejorado a todos y de haber cerrado un círculo perfecto en nuestra familia.

Gracias, Victoria, por ser culpable de todo.

¡¡Bendita culpa!!

¡¡Felicidades, hija mía!!

¡Qué maravillosa es la naturaleza humana!

Es maravilloso poder revivir los recuerdos. Hay momentos en la vida que quedan grabados a hierro en la mente y en el corazón y te acompañan cada vez con más fuerza y más claridad.

Con sólo cerrar los ojos soy capaz de recordar, e incluso sentir, cada uno de los últimos gemidos de tu madre en aquel trabajado expulsivo. Después de aquella agotadora noche, no sé de dónde pudo sacar fuerza, como una jabata, para ayudarte a nacer.

Naciste amaneciendo, saliste a la par del sol. Quizás preludio de toda la luz que te quedaba por irradiar.

Soy capaz de escuchar aún los gemidos de tu madre y soy capaz de sentir cómo me quemaste. Lo he contado ya muchas veces pero fue una sensación maravillosa. A pesar de contar por miles los partos a los que había asistido antes de tu nacimiento, fue una sensación nueva. Nunca antes había sentido que un bebé, en el momento de nacer, quemase como un ascua hasta el punto casi de no poderte sostener.

Cierro los ojos y escucho los gemidos de tu madre, inmediatamente siento ese calor que se inicia en mis manos al cogerte y me recorre todo el cuerpo y escuho tu llanto. Tu primer llanto. Ese esperado llanto que acaba con las horas de incertidumbre de 41 largas semanas. Te hiciste de rogar pero la espera valió la pena. ¡Vaya que si valió la pena!

Aún a día de hoy sigues irradiando luz como ese sol que amaneció contigo aquel 19 de enero de 2009. Muchos han sido los días nublados que han amanecido desde entonces, pero que tu presencia ha transformado en el día más soleado que uno pueda soñar.

Te veo ahora, con casi mi altura, y pienso que la vida es maravillosa. Un milagro podría decir. Aquel bebé tan bulnerable, manchado de sangre, que salió aquella mañana de las entrañas de la mujer más maravillosa del mundo, es ahora un gran hermano, un gran compañero, un gran deportista, un gran estudiante, un gran hijo, en definitiva, una gran persona.

Sigue así, hijo mío, dando toda la luz que viniste a dar.

¡¡Felicidades, campeón!!

Las 12 campanadas de Cuidar Mi Bebe

Como viene siendo tradición, un año más, aquí estoy el último día del año para agradecer todo lo bueno que me ha pasado durante este año.

Desde Cuidar Mi Bebe estas son mis particulares 12 campanadas:

¡¡Doongg, doongg!!

No, aún no, estos son los cuartos. Id preparando las uvas.

Mientras aprovecharé para agradecer muy sinceramente el seguimiento que habéis hecho del blog directamente en www.cuidarmibebe.com así como de mis perfiles de las twitter, facebook y de instagram. En todas las redes se continúa incrementando el número de seguidores. Agradezco todos vuestros “comentarios” tanto los positivos, que me estimulan a seguir escribiendo, como los negativos que me motivan para intentar hacer las cosas cada vez un poco mejor.

Tengo que agradeceros, también, la gran acogida que ha continua teniendo la consulta on-line con cientos de dudas resuelta a través de esta vía, tanto de pacientes que veo habitualmente en la consulta como de pacientes que se encuentran a mucha distancia, incluso en el extranjero. A juzgar por comentarios y valoraciones parece que quienes lo han utilizado han quedado muy satisfechos, porque siempre repiten. Con esta vía la distancia física y la disponibilidad horaria mía y/o vuestra deja de ser un problema.

Enormemente agradecido, un año más, a las miles de familias que pasaron este año por mi consulta, por confiarme su tesoro más preciado:la salud de sus hijos. Y también a todas las familias que se cruzaron en mi camino en la UCI o en Urgencias. Fue un placer poder ofrecer lo que tango para intentar mejorar la salud de vuestros pequeños. He intentado estar a la altura, a pesar de que ya sabéis que los retrasos son muy difíciles de manejar cuando intentas no dejar a nadie fuera.

Uff, que me enrollo, y empiezan las campanadas…

Pero no quiero dejar de recordar a todos los ángeles que se cruzaron en mi camino y finalmente, como estrellas muy grandes, nos siguen cuidando desde el cielo así como de aquellos niños que durante este año han tenido que mirar al cielo para hablar con alguno de sus padres. A todos os tengo en mi mente y en mi corazón.

¡¡Que comiencen las campanadas!!:

  • ¡¡Doongg, una!! Por mis hijos, José, María y Victoria. Porque ellos me mantienen conectado íntimamente a la pediatría y al mundo de la crianza. Sus diferentes edades y sexos me dan una visión muy amplia de la infancia y me permiten empatizar rápidamente con las familias no sólo como pediatra sino también como padre.
  • ¡¡Doongg, dos!! Por las miles de horas que le robo con mi trabajo (ella dice que con esto del blog yo tengo otro hijo). Por la visión de mujer y madre que me aporta de la crianza de los niños y que me hace entenderos mucho mejor.
  • ¡¡Doongg, tres!! Por mis cuñad@s y sobrin@s (tit@s y prim@s), que también me muestran otra manera de ver y sentir la crianza de los niños.
  • ¡¡Doongg, cuatro!! Por mis padres, Diego y María, porque además de la infinita ayuda que nos aportan familiarmente, me aportan la visión de “abuelos”, absolutamente necesaria también en mi intento de una visión global de la crianza.
  • ¡¡Doongg, cinco!! Por mis compañeros médicos, tanto del Hospital Virgen del Rocío como del Hospital Vithas-Nisa, porque su compañerismo me mantiene actualizado de una forma más amena y porque hacen que el trabajo en equipo sea lo más valioso. Porque son ángeles estos puestos en La Tierra. Porque cualquier niño de los que tratan están en las mejores manos.
  • ¡¡Doongg, seis!! Por el resto de mis compañeros de trabajo (enfermer@s, auxiliares, celador@s, limpiador@s, cociner@s, mecánicos,…), porque su trabajo es IMPRESCINDIBLE para que la rueda sanitaria pueda rodar sin detenerse.
  • ¡¡Doongg, siete!! Por vuestros niñ@s, mis pacientes, por cada una de esas sonrisas inocentes y sanas cada vez que les doy una “pegatina de valientes” o unos caramelos. Aprovecho también para agradecer todos vuestros dibujos y regalitos.
  • ¡¡Doongg, ocho!! Por vosotros, cada uno con vuestras propias circunstancias. Por esa entrega en la crianza de vuestros hijos. Nadie dijo que fuese fácil, PERO MERECE MUCHO LA PENA.
  • ¡¡Doongg, nueve!! Por todos los abuelos, titos, amigos, cuidadores…que acompañaron a los niños a la consulta cuando los padres no pudieron, porque ellos también son IMPRESCINDIBLES.
  • ¡¡Doongg, diez!! Por todos los buenos momentos que nos ha dejado este 2019. Estoy seguro que si os paráis un momento analizarlo superan, con creces, los pequeños baches que tenemos que superar en ocasiones.
  • ¡¡Doongg, once!! Por todas las personas que tengan que atravesar alguna dificultad en el próximo año. Para que sean capaces de sacar siempre alguna enseñanza de esa experiencia
  • ¡¡Doongg, doce!! Por un 2020 cargado de SALUD, ilusión, esperanza y buenos momentos.

¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!! , ¡¡¡¡FELIZ 2020!!!!

¡¡FELICIDADES, MARÍA!! CUENTA CONMIGO.

Llegaste con prisa, casi sin avisar, hace ya 9 años. 

Como tus hermanos, quemándome las manos. Una bola de fuego que salió del vientre de tu madre. Fue impresionante.  Pensé que esa sensación que tuve con el nacimiento de tu hermano no se podría repetir. Creía hasta ese momento que habría sido por la emoción del primero. Pero tu llegada me demostró que esa sensación es la misma, con la misma intensidad, con la misma pureza, con la misma quemazón… y se puede repetir infinitamente.

¡Fue tan mágico revivir esa sensación, ese sentimiento!

Desde el principio te supiste abrir hueco entre los tres. Pero más que ocupar un hueco lo invadiste todo. 

Estás presente en cada situación importante de esta familia, o más bien, haces importante cada situación de esta familia.

No se puede ser más noble, más cariñosa, más inocente, más buena.

Capaz de cuidar de tu hermana pequeña pero también de tu hermano mayor.

Tierna, amable, servicial, divertida, compañera, transparente, sincera, sensible, muy sensible… No se cuántos más adjetivos te caben.

Si sólo pudiese decir una palabra de ti diría que eres BUENA.

Y Lo mejor de todo, eres capaz de contagiar todo eso a cualquiera que se te acerque.

Haces mejor a cada persona que se te acerca. 

Viniste para hacernos mejores personas a todos los que te rodeamos.

Has sabido navegar en todas las situaciones. No tener la exclusividad de ser el mayor ni la pequeña no ha hecho que pases inadvertida. Más bien diría que eres grande, muy grande y sin afán de protagonismo.

Tú siempre estás ahí. Siempre pudo contar contigo.

Hoy te quiero abrazar con este texto porque aunque no podré estar físicamente siempre contigo, debes saber que SIEMPRE  estaré contigo. 

María, mi María, cuenta conmigo.

Cuando no esté en casa por trabajo o por otra circunstancia, cuenta conmigo.

Vendrán a quererte, cuenta conmigo.

Intentarán hacerte daño, cuenta conmigo.

En cada una de tus alegrías, cuenta conmigo.

En cada uno de tus tropiezos, cuenta conmigo.

Cuando seas adolescente y reniegues de mí, en esos momentos también cuenta conmigo.

Cuando te encuentres arropada, cuenta conmigo

Cuando te sientas sola, cuenta conmigo.

El mundo, cariño, está lleno de buenas personas. 

Y tú, sin duda, eres una de ellas.

¡Muchas felicidades!

¡¡¡Aclaremos lo del botulismo!!!

Por si no teníamos bastante con el maldito brote de listeriosis, otra nueva alerta alimentaria, ahora por botulismo.

Visto lo visto con el tema de la listeriosis he aprendido algo:

1.- Las redes sociales no siempre ayudan a informar sobre el problema. A veces son catalizadoras y dinamitadoras del problema ya que cualquiera puede escribir libremente lo que le dé la gana, sin el más mínimo rigor científico.

2.- Los políticos utilizan cualquier tema para echarse mierda. La actitud de “y tú más” es bochornosa. Ni siquiera cuando se habla de salud son capaces de remar en el mismo sentido. «¡Qué altura de miras!» Así nos luce el pelo.

Ahora con el tema del botulismo no voy a entrar en los síntomas y el manejo médico de la enfermedad. Sólo pedir que antes de que los bulos se vuelvan a esparcir como plumas en un día de viento aclaremos el tema:

“El producto afectado es una conserva de atún en aceite de girasol formato RO 900, de la marca Dia, con lote 19/154 023 02587 elaborado en Frinsa del Noroeste S.A. con fecha de consumo preferente 31/12/2022”. 

Aclaración: Quedan, por tanto, fuera de la alerta todo los demás lotes y formatos. Se trataba de una lata de 900 gramos. La gran mayoría de las familias compra el envase de los packs de latas pequeñas de atún. Esas no están dentro de la alerta sanitaria.

“El producto fue distribuido por la plataforma Dia a establecimientos de las comunidades autónomas de AsturiasCastilla y LeónCataluñaAragónLa RiojaMurciaNavarraCastilla-La Mancha y Valencia, donde se ha procedido a la inmovilización y retirada de los productos afectados”.

Aclaración: Por tanto quedan fuera de la alerta sanitaria el resto de comunidades autónomas.

En cualquier caso, como medida de precaución, se ha retirado el producto afectado de los canales de comercialización, y las autoridades sanitarias recomiendan a las personas que tengan en su domicilio el producto afectado por esta alerta queno lo consumany lo devuelvan al punto de compra.

Por favor, ayuda a no generar alarma social compartiendo bulos.

Los bulos dejan de serlo cuando alguien inteligente decide no compartirlos.

Histeria por Listeria. ¡¡Que no cunda el pánico!!

La mañana en Urgencias está siendo muy divertida. De cada 3 niños que acuden, 2 vienen por lo mismo: tiene vómitos o diarrea y han comido carne mechada.

Muchos de los lectores de este blog sois andaluces, concretamente sevillanos y onubenses por lo que me veo “obligado” a aclarar un poco el tema del brote de listeriosis que está habiendo.

La Consejería de Salud y Familias de Andalucía ha decretado este jueves una alerta sanitaria y ha retirado de la venta y consumo una carne mechada fabricada en Sevilla, con el nombre comercial “La Mechá”, que ha provocado un brote de listeriosis que ha afectado a cuarenta personas de Sevilla y Huelva.

Pero… ¡¡¡que no cunda el pánico!!!

En primer lugar debe quedar claro que la listeriosis afecta fundamentalmente a personas de edad avanzada, a embarazadas, a recién nacidos y a personas que por algún motivo tienen sus sistema inmunológico debilitado. 

El resto, es decir, LA GRAN MAYORÍA DE LOS NIÑOS (que corren, saltan y dan la lata continuamente) es muy poco probable que pillen una listeria. Y en el improbablísimo caso de que la pillen pasarán un cuadro gastrointestinal sin más pena ni gloria.

No entraré en este caso a explicar todo lo relativo a la listeriosis por ser una infección extremadamente infrecuente pero sí me gustaría dejar clara cual es la actitud que debemos tomar ante diferentes situaciones:

Debes acudir a Urgencias para descartar una listeriosis si tu hij@ ha tomado en los días previos carne mechada “La Mechá” y tiene fiebre (más de 38ªC), diarrea y se encuentra muy decaído.

Dicho de otra manera:

1- Si tu hij@ tiene fiebre y diarrea y no ha comido carne mechada de la marca “La Mechá” lo mas probable es que tu hijo tenga una gastroenteritis y debe manejarse como tal. Ya hablé de esto en este post.

2.- Si tu hijo ha tomado carne mechada “La Mechá” y no tiene fiebre (más de 38ºC) ni síntomas digestivos no tienes que hacer nada.

Otra cuestión muy importante: La listerioris no se transmite por haber estado en contacto con una persona con listeriosis (“no se pega como la varicela”) . Se transmite al ingerir un producto contaminado por listeria. Insisto, en el caso que tenemos entre manos, carne mechada de la marca “La Mechá”.

Pido prudencia para no abarrotar los servicios de Urgencias innecesariamente.

Repito, sólo habrá que descartar una listeriosis si tu hij@ ha tomado en los días previos carne mechada “La Mechá” y tiene fiebre (más de 38ªC), diarrea y se encuentra muy decaído.

Si te pareció útil esta información, compártela.

¡¡Mis doce campanadas!!

Un año más aquí estoy el último día del año para agradecer todo lo bueno que me ha pasado durante este año.

Desde Cuidar Mi Bebe estas son mis particulares 12 campanadas :

¡¡Doongg, doongg!! No, aún no, estos son los cuartos. Id preparando las uvas.

Mientras aprovecharé para agradecer muy sinceramente el seguimiento que habéis hecho del blog directamente en www.cuidarmibebe.com con casi tres millones de visitas, algo impensable para mi cuando empecé a escribir hace tres años.

Agradezco enormemente también el seguimiento tan estrecho que habéis hecho en el perfil de twitter y de facebook,y el recién estrenado de instagram.  En todas las redes se continúa incrementando el número de seguidores.  Agradezco todos vuestros “comentarios” y vuestras “valoraciones” tanto en el perfil de facebook como en doctoralia. Agradezco igualmente todos vuestros comentarios y valoraciones negativas. No se puede gustar a todo el mundo y , además, eso me motiva a intentar hacer las cosas cada vez un poco mejor.

Tengo que agradeceros, también, la gran acogida que ha continua teniendo la consulta on-line con cientos de dudas resuelta a través de esta vía, tanto de pacientes que veo habitualmente en la consulta como de pacientes que se encuentran a mucha distancia, incluso en el extranjero. Por vuestros comentarios y valoraciones parece que quienes lo han utilizado han quedado muy satisfechos, porque siempre repiten. Con esta vía la distancia física y la disponibilidad horaria mía y/o vuestra deja de ser un problema.

Agradecido, un año más, enormemente a todas las familias que pasaron este año por mi consulta, por confiarme su tesoro más preciado: la salud de sus hijos. Y también a todas las familias que se cruzaron en mi camino en la UCI o en Urgencias. Fue un placer poder ofrecer lo que tango para intentar mejorar la salud de vuestros pequeños. He intentado estar a la altura, a pesar de que ya sabéis que los retrasos son muy difíciles de manejar cuando intentas no dejar a nadie fuera.

Uff, que me enrollo, y empiezan las campanadas…. 

Pero no quiero dejar de recordar a todos los ángeles que se cruzaron en mi camino y finalmente, como estrellas muy grandes, nos siguen cuidando desde el cielo así como de aquellos niños que durante este año han tenido que mirar al cielo para hablar con alguno de sus padres. Os tendo a todos en mi mente y en mi corazón.

¡¡Que comiencen las campanadas!!:

  • ¡¡Doongg, una!! Por mis hijos, José, María y Victoria. Porque ellos me mantienen conectado íntimamente a la pediatría y al mundo de la crianza. Sus diferentes edades y sexos me dan una visión muy amplia de la infancia y me permiten empatizar rápidamente con las familias no sólo como pediatra sino también como padre.
  • ¡¡Doongg, dos!! Por mi mujer, Paqui. Por la paciencia infinita que tiene conmigo, por todo el tiempo que le robo con mi trabajo (ella dice que con esto del blog yo tengo otro hijo). Por la visión de mujer y madre que me aporta de la crianza de los niños y que me hace entenderos mucho mejor.
  • ¡¡Doongg, tres!! Por mis cuñad@s y sobrin@s (tit@s y prim@s), que también me muestran otra manera de ver y sentir la crianza de los niños.
  • ¡¡Doongg, cuatro!! Por mis padres, Diego y María, porque además de la infinita ayuda que nos aportan familiarmente, me aportan la visión de “abuelos”, absolutamente necesaria también en mi intento de una visión global de la crianza.
  • ¡¡Doongg, cinco!! Por mis compañeros médicos, tanto del Hospital Virgen del Rocío como del Hospital NISA, porque su compañerismo me mantiene actualizado de una forma más amena y porque hacen que el trabajo en equipo sea lo más valioso. Porque son ángeles estos puestos en La Tierra. Porque cualquier niño en sus manos está seguro.
  • ¡¡Doongg, seis!! Por el resto de mis compañeros de trabajo (enfermer@s, auxiliares, celador@s, limpiador@s, cociner@s, mecánicos,…), porque su trabajo es IMPRESCINDIBLE para que la rueda sanitaria pueda rodar sin detenerse.
  • ¡¡Doongg, siete!! Por vuestros niñ@smis pacientes, por cada una de esas sonrisas inocentes y sanas cada vez que les doy una “pegatina de valientes” o unos caramelos. Aprovecho también para agradecer todos vuestros dibujos y regalitos.
  • ¡¡Doongg, ocho!! Por vosotros, cada uno con vuestras propias circunstancias. Por esa entrega en la crianza de vuestros hijos. Nadie dijo que fuese fácil, PERO MERECE MUCHO LA PENA.
  • ¡¡Doongg, nueve!! Por todos los abuelos, titos, amigos, cuidadores…que acompañaron a los niños a la consulta cuando los padres no pudieron, porque ellos también son IMPRESCINDIBLES.
  • ¡¡Doongg, diez!! Por todos los buenos momentos que nos ha dejado este 2018. Estoy seguro que si os paráis un momento analizarlo superan, con creces, los pequeños baches que tenemos que superar en ocasiones.
  • ¡¡Doongg, once!! Por todas las personas que tengan que atravesar alguna dificultad en el próximo año. Para que sean capaces de sacar siempre alguna enseñanza de esa experiencia
  • ¡¡Doongg, doce!! Por un 2019 cargado de ilusión, esperanza y buenos momentos.
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¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!! , ¡¡¡¡FELIZ 2019!!!!

Sillas y tronas vacías… ¡¡Feliz Nochebuena!!

Esta mañana muy temprano, como hace ya demasiados años, cuando aún faltaban unas horas par que amaneciera, al despedir a mis hijos mayores ya no me hicieron la pregunta de otros años y que me había costado tanto trabajo digerir (“Papá, ¿entonces este año tampoco cenaras con nosotros?”). En realidad ya lo tenían asumido, ya lo habíamos hablado durante estos días. Pero la pequeña, Victoria, al darle un beso se me enroscaba al cuello y con su “¡Papi, no te vayas!”volvía a provocarme un nudo en la garganta que casi me ahogaba.

Sales de casa y mientras conduces, aún con el nudo en la garganta, piensas: 

Ea, otro año más que no puedo cenar en familia la noche de Nochebuena. Otro año más que no podré cenar con los míos. Otro año más con una silla vacía en la mesa”.

No sólo piensas eso sino que maldices tu situación, la de no poder cenar en familia por tu trabajo. 

Pero conforme te vas acercando al hospital y empiezas a pensar en los pacientes que piensas encontrarte ingresados te reconcilias con tu sentimiento de rechazo a esta profesión. 

Dejas de pensar en tu silla vacía de la cena de esta noche y comienzas a pensar en las familias de esos niños que te vas a encontrar ingresados. Esas familias que lo que realmente tienen es una “trona vacía”, y no por trabajo, sino por salud.

¿Hay algo más duro para unos padres que pasar la noche de Nochebuena con tu hijo ingresado en el hospital?

En ese momento comienzas a sentir que tienes mucha suerte.

Me siento muy afortunado porque esta noche, aunque mi silla esté vacía, no lo estarán las tronas de mi casa. 

Y me siento privilegiado porque hoy podré ayudar a que algunas de esas tronas vacías de este año, al año que viene estén ocupadas por un niño que cante villancicos, que incordie en la cena, que derrame un vaso de agua o refresco en la mesa, que grite o que llore, que “te fastidie” la cena pero que SU TRONA NO ESTÉ VACÍA.

Quiero este año, desde Cuidar Mi Bebe, mandaros un abrazo enorme a todos, pero especialmente a todas las familias que tenéis una trona vacía y a todos los que con su “silla vacía” (enfermeros, celadores, auxiliares, médicos,…) contribuyen a que no haya “tronas vacías”

¡¡Feliz Nochebuena!!

Gracias, Lucía. Mi más profunda admiración.

Buenas noches, Lucía.

¡Qué rabia! ¿Pero por qué hay que aguantar esto? ¿Por qué cualquiera puede opinar tan frívola, y peligrosamente, sobre la salud de los niños? Y peor, ¿por qué  se puede atacar e insultar tan impunemente a una profesional que lo único que ha hecho es mostrar las recomendaciones oficiales acompañadas de los estudios científicos que pertinentemente avalan dichas recomendaciones?

Acabo de ver en Facebook, Twitter e Instagram tu publicación advirtiendo sobre la peligrosidad de los collares de ámbar utilizados para aliviar la salida de los dientes y no se me ocurre otra cosa que escribirte para mostrarte mi apoyo y admiración. Ya estuve tentado en escribirte tu “episodio” con Cárdenas y finalmente no lo hice. Ahora, sí. 

Perdón, no me he presentado. Soy José María Carmona, pediatra en Sevilla y desde mi humilde blog, Cuidar Mi Bebe, insisto, no puedo hacer otra cosa que mostrarte mi más profunda admiración y agradecer toda la labor que haces. Pero no sólo hablo en mi nombre sino en el nombre de todos los pediatras se actualizan y hacen ciencia.

Llevo unos años intentando hacer divulgación, y sé, por tanto, lo difícil que es. Sé el esfuerzo que hay que hacer para actualizarse antes de “colgar” cualquier contenido en las redes y sé, también, la cantidad de tiempo que hay que invertir en esto. Tiempo tuyo invertido por y para los demás. Por la salud de nuestros niños y por el bienestar de los padres, madres y cuidadores. Tiempo que hay que ir arañando a las horas de sueño, a las horas de tu familia,… y todo eso para que cualquiera, sin gramática parda, pretenda desmontar esos argumentos sólo “porque a mi me funcionó”.

Basta ya de que los profesionales consintamos que cualquiera pueda hacer afirmaciones que puedan poner en riesgo la vida de nuestros niños. ¿A quién les pediremos responsabilidades el día que ocurra una desgracia?

Sé que eres incansable e incombustible y que los comentarios de estos lumbreras no te van a parar pero quiero que tengas muy claro que la comunidad científica y los padres que preferimos que de economía opinen los economistas y de medicina los sanitarios ESTAMOS CONTIGO.

Un saludo.

A seguir comunicando.