“Doctor, mire como tiene la cabeza mi bebé, está llena como de escamas. Le están saliendo también entre la cejas. Me han dicho que es de la leche. ¿Qué puedo hacer?”
Esta es una pregunta muy habitual en las primeras visitas de un bebé sano.
Se trata de lo que llamamos costra láctea, y a pesar de que el nombre parezca un poco engañoso, no se debe a la alimentación. No es por la leche. El falso mito surge porque la costra láctea mejora alrededor de los 5-6 meses, edad en la que muchos bebés comienzan a tomar menos leche al introducir la alimentación complementaria.
Aclararé este tema:
¿Qué es?
Es una erupción costrosa, amarillenta, que aparece en las zonas con más seborreicas (grasas), como son el cuero cabelludo, el entrecejo, detrás de las orejas y algunos pliegues.
¿Por qué se produce?
El mecanismo que hace que se produzca esta costra es múltiple. Uno de los factores más importantes es el efecto que sobre la piel del niño tienen las hormonas sexuales que han pasado desde la madre a través de la placenta. También influye la genética, es decir, este tipo de erupción es más frecuentes en los niños cuyos padres la tuvieron (esto ayuda, ya que las abuelas suelen conocer algunos remedios caseros que utilizaron con sus propios hijos).
¿Cuales son los síntomas?
El problema de la costra láctea es fundamentalmente estético.
No duele ni molesta al bebe. A veces puede producir un poco de picor.
¿Cómo se diagnostica?
No es necesario realizar ninguna prueba, es un diagnóstico sencillo con sólo explorar al bebé.
¿Cuál es el tratamiento?
Aunque existen cremas específicas para la costra láctea, en la mayoría de los bebés no es necesario recurrir a ellas (ya sabéis que el mundo de la cosmética es muy amplio, y NO BARATO, precisamente).
Suele ser suficiente con aplicar sobre la costra vaselina o aceite. Puede ser una aceite cosmético de los que se utilizan para hidratar la piel de los bebés, algún aceite de los que la mamá utilizó durante el embarazo para prevenir la formación de estrías (aceite de almendras, aceite de rosa de mosqueta,…) o incluso aceite de oliva.
Basta con aplicarlo durante un rato (15-30 minutos) sobre la costra, masajeando un poco, para que pocos a poco se vayan desprendiendo las escamas amarillentas.
Recordad que el tiempo corre a nuestro favor, es decir, conforme las hormonas de la madre van dejando de hacer efecto sobre el bebé tienden a mejorar espontáneamente.
¿Cuando debo consultar al pediatra por este motivo?
Si bajo la escamas amarillentas notamos la piel muy enrojecida, inflamada, conviene acudir al pediatra.
En este caso el pediatra valorará si es necesario añadir alguna crema con medicación (corticoides).
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