Planeando y planificando las actividades extraescolares para el curso siguiente surgen muchas dudas: “¿le apunto a lo que le guste o a lo que a mí me hubiese gustado hacer?”, “¿actividad sólo de ocio o algo que además pueda reforzar su formación escolar?”, “¿lo apunto en el “mejor” sitio o el de al lado de casa para que vaya con sus amigos del cole?”,…
Si además, como es mi caso, tienes más de un hijo surgen además los problemas de logística: “Si apunto a uno a inglés de cuatro a cinco no puedo acercar a la otra a gimnasia artística a esa hora, pero si van en horas diferentes me puedo pasar toda la tarde de taxista,”…
Además, cuando ya tienes todo más o menos cuadrado, aparece Murphy con su ley, y tienes que replantear toda la organización nuevamente porque se ha vuelto, nuevamente, imposible.
Es en este momento donde te paras, tratas de encontrar por qué quieres que tu hijo haga todo ese tipo de actividades y piensas, “¿pero realmente es necesario todo esto?, ¿le aporta algo como persona a mi hijo?”
La pregunta final es:
¿Qué me gustaría que mis hijos fuesen el día de mañana?
Inicialmente parece que la respuesta rápida es un gran rico empresario guapo, con mucho dinero,… o un prestigioso médico,…
Sin embargo, estamos hartos de ver personas cómo personas que suponemos que han triunfado laboralmente, económicamente,… ellos mismos reconocen que se consideran FRACASADOS en la vida.
Por tanto, cuando trato de responder a la pregunta de qué me gustaría que mis hijos fuesen de mayor es:
- Personas que fuesen capaces de quererse a sí mismas, sin complejos, tal y como son, con todo lo que tienen y con todo lo que les falta.
- Personas positivas, capaces de encontrar el lado positivo de las cosas. Personas que piensen que incluso un fracaso es una gran victoria, porque de él sacaron una enseñanza. Personas alegres, divertidas, …
- Personas capaces de querer y ayudar a todas las personas que tengan a su lado, e incluso a las que están muy lejos de ellos (eso es lo que yo llamo solidaridad).
- Personas con una opinión formada sobre todo lo les afecta y capaces de defenderlas sin tapujos. Y a la vez ser capaces de respetar, convivir y amar a las personas que no comparten estas ideas.
En definitiva, me gustaría que dijeran de mis hijos que son BUENA GENTE.
Por tanto, si cualquiera de las actividades (inglés, patinaje, kárate, natación,…) sirve para ir desarrollando los valores de amistad, solidaridad,… bienvenida sea, sea la que fuere. Si sólo valen para rellenarles el tiempo de actividades, ¡a la porra!, les estaría robando parte de su vida.
¿Y a ti?, ¿Qué te gustaría que tu hijo fuese de mayor?
Muchas veces los padres y madres nos obcecamos en qué nuestros hijos alcancen unos determinados estudios para que tenga una buena profesión.
Cuando en realidad lo más importante es desear que nuestros niños de mayores sean felices y que gestionen mucho mejor el extress o las situaciones complicadas que le vendrán.
Un saludo