El que me duela la boca de repetir y los dedos de escribir que “¡¡¡¡¡¡¡LAS VACUNAS SALVAN VIDAS!!!!!!!” no será impedimento para que siga haciéndolo. Es mu responsabilidad.
Últimamente cada vez que se publican los últimos los datos de las enfermedades prevenibles en Europa tenemos que salir los pediatras a pedir que por favor los padres vacunen a sus hijos, porque el movimiento antivacunas está haciendo estragos en la sociedad.
No voy a aburriros con cifras pero los datos son tan alarmantes como las siguientes: Los casos declarados de sarampión en Europa están aumentando de forma exponencial. De los 3767 casos del 2016 aumentaron hasta 14450 casos en 2017. Y sólo en los 5 primeros meses de 2018 ya van 8343 casos.
Me asombra la pasividad de los gobiernos de muchos países ante estos datos. “Señores políticos, pónganse las pilas, esto es un problema de salud pública”.
También me asombra que por parte de las personas que velamos por la salud de la población a pie de cañón, desde las trincheras, en nuestras consultas
Si no hacemos nada, todos (políticos y sanitarios) seremos cómplices de cada uno de los contagios y, sobre todo, de cada una de las muertes.
Creo que los siguientes ejemplos se entenderá fácilmente:
Imagínensé que se encuentran con una familia que ha decidido que ya no utilizarán el cinturón de seguridad ni el dispositivo de retención infantil para viajar con su hijo porque un chamán les ha dicho que es más seguro no utilizar estos dispositivos. ¿Qué pensarían? Pues eso, no hace falta aclararlo, ¿verdad?
A veces cuesta mucho trabajo defender cosas tan evidentes como esto.
Imagínense ahora esa misma situación pero en la que además la familia está convencida (el chamán se lo ha dicho, y si lo dice el chamán… eso va a misa) de que además de no utilizar los mecanismos de seguridad es más seguro viajar con el coche por el carril contrario. Esta situación es diferente, ¿verdad? Aquí ya si hay que sacar uñas y dientes. Ya no sólo está en juego la vida de ellos sino que están poniendo en peligro la vida del resto de los conductores.
Pues la situación que se esta produciendo en Europa debido a la pasividad de algunos gobiernos con respecto a las campañas de vacunación y sobre todo al movimiento antivacunas es similar a la del segundo ejemplo.
Se estima que por cada persona infectada en medio de una población vulnerable el promedio de contagio será de unos 20 casos. Es como si cada coche que va por el carril contrario provocara una media de 20 accidentes.
No dudo ni los más mínimo que los antivacunas quieren a sus hijos tanto como quiero yo quiero a los míos. El problema está en que desgraciadamente el chamán les ha convencido de una gran mentira y que además esa mentira pone en riesgo la vida de los demás.
Además ese chamán suele decir cosas también como que “hay que consumir leche cruda”, que “el cáncer se cura con homeopatía”, … y muchas cosas más de este calibre. Pero esto da para otro post que ya escribiré en los próximos días.
Las redes sociales están contribuyendo a que el mensaje ERRÓNEO de los antivacunas corra como la pólvora. Así que te pido que si estás de acuerdo en que LAS VACUNAS SALVAN VIDAS, compartas esta información para que las redes sociales también sirvan difundir un mensaje CIENTÍFICO y VERDADERO.
Tu vida y sobre todo la de tus niños está en juego.
me gustaria encontrar este articulo para compartir en inglés ya que vivo en Inglaterra
Este tipo de confusiones se generan en gran parte por vacunas como la vacuna contra el virus del papiloma humano VPH, diseñada para la prevención del cáncer de cuello uterino.
Esta vacuna está rodeada de grandes polémicas debido a sus efectos colaterales e incluso algunos casos de muerte, y considerando que el virus del papiloma humano no es el único que puede provocar cáncer de útero y que además se trata de un gérmen que es propio de nuestra flora, es decir, que está ahí normalmente, deja un poco en entredicho la ética de las farmacéuticas, y de ahí el enfado y la desconfianza. Pero lo que no se ha diferenciado nunca es el hecho de que la vacuna contra el VPH es una VACUNA CONTRA EL CÁNCER, Y NO UNA VACUNA CONTRA LA INFECCIÓN.
Las vacunas contra las infecciones, como las registradas en el calendario vacunal, son vacunas que han demostrado CLARAMENTE con el tiempo y los estudios que SALVAN VIDAS. Así que por favor, no confundamos, y no lo metamos todo en la misma saca.
Saludos. Magnífico blog.
Irene Sánchez, madre y profesional preocupada por la verdad en la salud.