Papá, me duele la barriga.

Hoy que han comenzado las vacaciones de verano para millones de niños quiero hacer una reflexión.

Todos los pediatras sabemos que a partir de hoy las urgencias por dolores de barriga y dolores de cabeza disminuirán ostensiblemente en un grupo de niños. En ese grupo de niños que bien por su propia personalidad muy exigente, o bien por la exigencia de sus padres, se ven en la “obligación” de ser el número uno de la clase.

Pero más preocupante me parece los niños que a partir de hoy, con las vacaciones, dejan de quejarse de la barriga pero no por los exámenes sino porque no sentirán el miedo a ir a clase.

¡Qué pena de esos niños que se han sentido aliviados porque mañana no sentirán el acoso de sus compañeros en el colegio!

 

Me venía ahora a la cabeza el comentario que me hizo mi hijo esta mañana: “Papá, por un lado estoy contento porque se acaba el cole y ya no tendré que madrugar, pero por otro lado estoy triste porque durante el verano no veré a algunos de mis amigos del cole”. Eso debería ser lo normal, ¿no?

Mientras me lo decía esta mañana me vino a la memoria Diego, el niño de 11 años de Madrid que el pasado 20 de enero de 2016 se suicidaba dejando una carta. ¿Os acordáis de esa carta?

Es tremenda, ¿verdad?

¡¡¿¿Cómo se ha de llegar a sentir en el colegio un niño de tan solo 11 años para llegar a la conclusión de que la única solución es esa??!!

 

Por favor, HABLEMOS MUCHO CON NUESTROS HIJOS.

 

Que a un niño le digan gordo o cuatro-ojos (pondré insultos suaves para no ser malsonante) a los adultos nos puede parecer una tontería, pero para ellos no es ninguna tontería. Es sentirse rechazados por su grupo de iguales.

Es fundamental que reforcemos el autoestima de nuestros hijos desde los primeros meses de la vida y es fundamental, también, crear momentos de diálogo con nuestros hijos, a diario, precisamente para que nos cuenten sus problemas y podamos reforzar su autoestima.

 

Trabajemos con ellos para que no niños no tengan que esperar a que se acabe el cole para no quejarse de la barriga y estemos atentos ante síntomas que no parecen estar muy justificados.

¡¡¡No al bullying!!!

escritorio

Impresionante, no tengo palabras.

Me disponía tras el almuerzo a escribir un post sobre los cuidados de un recién nacido y al abrir facebook, me encuentro en mi muro esta carta.

Por supuesto, en ese momento, ya no tenía ningún sentido el post que iba a escribir.

Al leer esta carta te quedas paralizado un rato, pensando en ese padre, en esa madre, en esa Tata, en ese Abuelo,…

¡¡Qué cosas más bonitas les desea y a la vez qué sencillas…!!

¡¡¿¿Cómo se ha de llegar a sentir en el colegio un niño de tan solo 11 años para llegar a la conclusión de que la única solución es esa??!!

Podéis leer la noticia aquí.

Ya escribí hace unas semanas un post sobre el acoso por internet. Podéis repasarlo pinchando aquí.

Por favor, HABLEMOS MUCHO CON NUESTROS HIJOS (ya escribí también un post sobre esto que podeis leer pinchando aquí).

Es fundamental que reforcemos el autoestima de nuestros hijos desde los primeros meses de la vida y es fundamental, también, crear momentos de diálogo con nuestros hijos, a diario, precisamente para para que nos cuenten sus problemas y podamos reforzar su autoestima.

Que a un niño le digan gordo o cuatro-ojos (pondré insultos suaves para no ser malsonante) a los adultos nos puede parecer una tontería, pero para ellos no es ninguna tontería. Es sentirse rechazados por su grupo de iguales.

La etapa escolar es una etapa crucial en el desarrollo de la personalidad de los niños, donde en “la pandilla” cada uno va asumiendo su rol, jefe o indio,…

Las peleas son inevitables y hasta cierto punto “necesarias” (espero que esto se entienda bien) pero no me refiero a eso, estoy hablando de buylling (cuando el autoestima del niño empieza a afectarse por esto).

Con respecto al bullying creo que deberían establecerse mecanismos más rápidos de comunicación entre el colegio, las AMPAS, las familias,… con tutorías donde la opinión de los niños también sea tenida en cuenta.

Debemos estar como padres o docentes atentos al más mínimo signo de buylling…

No puedo más.

Mi más sincero pésame a esta familia de Madrid.