Pues en realidad nada que no supiéramos, pero la coincidencia de varios hechos (que ahora explicaré) y , sobre todo, la cobertura que los medios de comunicación han hecho de la noticia tienen como resultado que muchas familias me hayan preguntado en estas últimas horas si se ha prohibido la utilización del metalgial (Aclaración: Metalgial es la marca comercial de metamizol en niños, es decir, es el equivalente del nolotil en niños)
Ya escribí en su momento en la entrada “¿Qué debes saber del Metagial?” precisamente de eso, de lo que las familias deben conocer de ese medicamento y, tras esta noticia, no se ha modificado ni una coma.
Entonces, ¿por qué ahora tanta alarma?
Pues porque se ha informado a través del sistema de farmacovigilancia de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) de la muerte de 10 pacientes británicos en relación con haber desarrollado una agranulocitosis tras el consumo de Nolotil (metamizol).
¿Qué significa agranulocitosis y cuales son sus síntomas?
La agranulocitodis es la disminución de la producción de granulocitos (glóbulos blancos o células de densa). Es decir, se produce una disminución de las defensas y por tanto de pueden producir infecciones graves.
Los síntomas que puede presentar un paciente con agranulocitosis son malestar general, infección, fiebre persistente, dolor de garganta, cambios dolorosos en la mucosa de la boca o nariz, hematomas, sangrado, palidez o deterioro inesperado en el estado general.
Este efecto secundario es más antiguo que el hilo negro y es conocido por todos los médicos. Es también sabido desde hace muchísimos años que ese efecto secundario es más frecuente en las personas nórdicas. De hecho, en esos países, el nolotil está prohibido.
La concurrencia de dos factores ha hecho que estos eventos indeseables hayan ocurrido. Por un lado el aumento del consumo de nolotil en los últimos años y, por otro, el incremento de la movilidad de las personas que hace que en determinadas zonas españolas haya más ingleses por metro cuadrado que en la propia Inglaterra. Como aquí en España los médicos están acostumbrados a prescribir nolotil porque esa reacción en los españoles es muy infrecuente, al haber prescrito nolotil a estos turistas ha pasado lo que ha pasado.
En base a estos hechos la AEMPS la información oficial que ha emitido , que podéis encontrar pinchando aquí, se resume de la siguiente manera:
- Utilizar metamizol sólo para tratamientos de corta duración a las dosis mínimas eficaces, vigilando la sintomatología indicativa de agranulocitosis.
- No utilizar metamizol en los pacientes que no vayan a poder ser seguidos por un médico, por ejemplo los turistas que vienen de paso.
- Antes de prescribir metamizol asegurarse que no existen factores de riesgo de desarrollo de agranulocitosis.
De todas maneras, a mi esta noticia a lo que me lleva es a la siguiente reflexión:
¿Por qué ha aumentado tanto el consumo de metamizol?
Según la AEMPS el consumo en los últimos años se ha duplicado. Creo que esto esta en clara relación con la “fiebrefobia”. Es una obsesión en algunas familias el control estricto de la temperatura de su hijo cuando tiene fiebre. Esto lleva a muchas familias a un uso abusivo de antitérmicos. Aunque no hay motivos para la alarma en España este tipo de noticias deben servir para concienciarnos de que ningún medicamento es agua bendita, todos tienen sus efectos secundarios.
Insisto una vez más, como ya he hecho en otros post, en que la fiebre supone un mecanismo de defensa y ,salvo que un paciente esté muy afectado, muy incómodo, no debemos obsesionarnos con bajar la temperatura. Recordad, como siempre les explico a mis pacientes en la consulta que “cuando un niño está con fiebre el niño probablemente se encuentre incómodo pero no menos incómodo se encuentran los gérmenes a esa temperatura. Así que cuando bajamos la temperatura aliviamos al niño, pero también a los gérmenes. Al bajar la temperatura les damos una nueva oportunidad para replicarse”. Recordad también, como expliqué en este post, que la fiebre no produce convulsiones.
Un consejo para terminar: “si vuestro hijo tiene fiebre, desabrigadlo un poco, hidratadlo bien, no obligarlo a comer y sólo si se encuentra muy incómodo adminístrale un antitérmico (preferiblemente paracetamol)”
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