No salgo de mi asombro
Hace unas semanas escribí un post sobre mi opinión sobre los deberes, pero creo que ahora esto se nos está yendo de las manos a los padres.
Como ya sabréis existe una campaña por parte de la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (CEAPA) con el lema “Noviembre 2016. Fin de semana sin deberes”. Proponen que en lugar de dedicarse a hacer deberes durante el fin de semana las familias realicen algunas de las siguientes actividades: pasar un día de campo juntos, hacer una receta de cocina juntos,…
¿Qué está pasando para que tengamos que llegar a esto?, ¿acaso no es eso lo que habitualmente se hace?,… ¡¡Qué pena!! Nos estamos cargando su infancia. Estamos perdiendo el sentido común.
A diario veo en la consulta niños que para no perder ni un segundo, en mi mesa, mientras exploro a sus hermanos, se ponen a hacer los deberes. Y a su vez veo cómo las madres ayudan agobiadas a esos niños. En ocasiones más que una ayuda es la propia madre la que hace los deberes.
Por la profesión de mi mujer tengo en casa la visión de los dos lados: del lado de los padres y del lado de los profesores.
La visión de los profesores, simplificando mucho sería:
- Al cole se va a aprender, educado se viene de casa. Si no, la mayoría del tiempo de clase, se empleará en mandar callar a unos y otros y no se podrá explicar la materia.
- Los deberes son cosas de niños, no de los padres. Precisamente creo que una de las cosas principales que provocan los deberes en los niños es sentido de la responsabilidad, deben aprender a organizarse y a planificar su tiempo.
- Los profesores están obligados a rellenar miles de expedientes de cada niño. Obligados a examinar a niños de 6 años (¿estamos locos? Si los pobres niños a esa edad no entienden ni siquiera lo que es un examen) y a ponerles una nota numérica (sí, un 7, un 8 o lo que sea). Obligados a completar todas las unidades didácticas. Vivimos en un mundo de mentira, lleno de “burrocracia”. Informes que encima no reflejan la realidad de los niños sino que hay que maquillar para que las cifras de los “buenos resultados” cuadren.
Creo que en todo esto ha cambiado mucho la escuela de cuando la generación que nos toca ahora ser padres éramos niños:
- En ningún momento se le hubiese ocurrido desautorizar a mis padres a ninguno de mis profesores. Supongo que en muchas cosas no estarían de acuerdo con respecto a los métodos utilizados pero el profesor es el profesor y decide cómo enseña esa materia.
- Nunca se le hubiese ocurrido a mis padres hacerme los deberes, ni revisarme la mochila, ni preguntar a otros padres si teníamos deberes para el día siguiente,…
- Y, por otra parte, los maestros de antes (porque antes no había profesores, había maestros escuela) no se veían obligados a terminar un temario, simplemente aprendíamos a aprender. Lo que aprendíamos era para siempre, aunque nunca terminásemos el libro.
Con todo esto no quiero ni mucho menos ponerme ni a favor ni en contra de los deberes y pienso que lo que propone la CEAPA para las actividades de fin de semana del mes de noviembre deberían ser las actividades habituales en una familia.
Con respecto a los deberes, los estudios que existen, aunque son difícilmente comparables, demuestran que:
- En infantil es mejor no hacer deberes en casa.
- En primaria lo más importante es que no sean excesivos porque si no provocarán justo lo contrario de lo que pretenden: El niño estará cansado y odiará la escuela.
- En secundaria sí son recomendables los deberes porque ayudan a recordar y reforzar conocimientos, pero nunca más de 2 horas al día.
Si piensas que esta información puede ayudar a algunas familias, compártela.