Productos que «aumentan las defensas».

Doctor, estamos desesperados. Lleva toda la semana con mocos y, ayer, otra vez la fiebre. ¿Se acuerda que la semana pasada estuvimos aquí con el tema de la gastroenteritis? ¿Y el mes pasado la otitis? Esto no puede ser normal. Estamos desesperados. ¿No le puede mandar algo para subir las defensas?”

En ese momento es cuando a mí me entran ganas de poner cara de gánster y, en voz muy bajita y con un halo misterioso que envuelva el ambiente, decirle a esa madre:

Encaje, por favor, bien la puerta para que no nos escuche nadie. Esto es un secreto. ¡Claro que existe una pócima mágica para que suban las defensas, pero es de contrabando y nadie lo puede saber! Por cierto, ya abierto mi cajetín de contrabando, si quiere le puedo dejar a muy buen precio para usted unas cápsulas que le permiten comer todo lo que quiera sin engordar. ¡Ah!, Y también el elixir de la eterna juventud, y el de la felicidad eterna,… ¡¡Pida, pídame lo que quiera, que hoy estoy facilón!!”

Seamos serios, si realmente hubiese algo que “subiera las defensas” todos mis compañeros pediatras y, por supuesto, yo mismo seríamos la parte más interesada en utilizar ese producto. Nos permitiría tener un invierno tranquilo y no con 30 pacientes en la sala de espera.

Pero esto funciona de otra manera: debemos saber que el niño, en los primeros años de vida, pasa al año de 10 a 12 procesos febriles. La mayoría son procesos respiratorios (catarros, faringitis, otitis,…) y/o digestivos (gastroenteritis).

Hagamos una consideración: si resulta que el niño “irremediablemente” se pondrá malito 10-12 veces al año y consideramos que los meses de verano suelen ser bastante mejores (ya hemos explicado que el frío es un favorecedor de las infecciones) estos procesos se concentran en 9 meses. Los cálculos no fallan: un niño se pone malo aproximadamente cada tres semanas. Si encima consideramos que cada proceso febril dura de 3-4 días y que los mocos y la tos dura en varias semanas, obviamente, el niño no deja de moquear en todo el invierno.

Ya sabéis que hay muchos falsos mitos (y también MUCHOS INTERESES COMERCIALES) con respecto a esto: propóleo, jalea real, vitamina C, e infinidad de jarabes que prometen «subir las defensas».

¡¡¡Ay, si fuera tan fácil!!!

NINGUNO DE ESTOS PRODUCTOS (NI NATURALES NI FARMACOLÓGICOS) HAN DEMOSTRADO EVIDENCIA CIENTÍFICA PARA AUMENTAR O MEJORAR LA INMUNIDAD.

El proceso de inmunización es absolutamente necesario e irremediable. Las defensas (anticuerpos) van apareciendo a medida que vamos tiendo “experiencias infecciosas”. Es más, hoy día se habla de que por el exceso de higiene estan aumentando las alergias e incluso otras enfermedades, como las leucemias.

Redoble final….trtrtrtrtrtrtrtrtrtrt TAN

Daré un hilo de esperanza.

¡Claro que si podemos hacer algo para subirle las defensas a los niños!: ofrecer lactancia materna (ya sabéis que contiene, entre sus muchos beneficios, anticuerpos maternos), vacunarles (la importancia es mayúscula), ofrecerles una dieta sana y equilibrada, favorecer el ejercicio físico y evitar malos hábitos (tabaquismo,…).

Sí, parece de Perogrullo, pero la vida, a veces, es así de fácil.

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¡¡¡Hay que lavarse las manos!!!

lavado manos

Este es un tema clave.

En los post de “10 sencillos consejos para los niños con dermatitis atópica” y en el de “¿el baño de los bebés debe ser a diario?” ya comenté que el «exceso de higiene» no es recomendable.

Pero hoy quiero insistir en otro mensaje.

Una cosa es que no sea recomendable el baño diario y otra muy distinta es admitir que LAVARSE LAS MANOS VARIAS VECES AL DÍA ES MUY IMPORTANTE.

Si ha habido dos hitos importantes en la historia de la medicina reciente que han cambiado radicalmente el curso de algunas enfermedades, sin duda, estos han sido:

– El lavado de manos, ya que el 80% de las infecciones habituales se transmiten por las manos como hemos visto en los post de la laringitis, la conjuntivitis, la bronquiolitis, la gastroenteritis,…. El lavado de manos es tan importante que año tras año la Organización Mundial de la Salud celebra cada año, el día 5 de mayo, el día mundial del lavado de manos con lemas como “Salvar vidas está en tus manos”.

Universalización de las vacunas: es muy evidente la drástica disminución e incluso erradicación de enfermedades como la polio, la difteria, las meningitis, …

Tal y como nos recuerda la Asociación Española de Pediatría es MUY IMPORTANTE lavarse las manos:

Cuando veamos que las manos están sucias (de Perogrullo, ¿verdad?).

Antes de comer.

Antes de preparar el biberón o dar el pecho.

Después de tocar un animal, sus excrementos u otros residuos.

Antes y después de preparar la comida, sobre todo si se manipula carne cruda.

Antes de ponerse o quitarse las lentillas.

Después de usar el váter o asear a un niño (ayudarlo a limpiarse o cambiar los pañales).

Después de sonarse los mocos, toser o estornudar sobre las manos.

Antes y después de curar heridas o cuidar a una persona enferma o lesionada.

Después de manipular productos químicos, o cualquier cosa que pueda estar contaminada.

Una vez más recordaré que los niños son nuestros grandes imitadores por lo que debemos ser ejemplo y modelo para ellos, es decir, con ellos lo más eficaz es predicar con el ejemplo. NO PODEMOS EXIGIR QUE NUESTROS HIJOS SE LAVEN LAS MANOS SI NOSOSTROS NO LO HACEMOS.

Y, aunque también parezca de Perogrullo, es importante repasar la técnica del lavado de manos:

Debe quedar claro que se debe usar agua y jabón. Con el agua sola no se eliminan los gérmenes.

Tras humedecernos las manos con agua, aplicaremos jabón y frotaremos enérgicamente una mano contra la otra durante al menos 20 segundos, consiguiendo espuma abundante, y después aclararemos con agua abundante.

Después debemos secarnos con un secador una toalla limpia y seca.

Insistiré una vez más.

Las medidas más importantes paras mejorar la salud de nuestros niños son:

“Aumentar las defensas”: con una alimentación sana y equilibrada (dieta mediterránea) y con la administración de las vacunas.

“Prevenir las infecciones”: con el lavado de manos y, si la logística familiar lo permite, evitando la asistencia a guardería como ya vimos en este post.

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