Cuando veas a una madre triste, cansada, agobiada, desesperada, temerosa, ansiosa, deprimida, nerviosa, agotada o asustada
…
… porque le cuesta asumir su nuevo rol después del parto,
… porque tiene miedo de no poder amamantar a su hijo,
… porque piensa que su leche es insuficiente,
… porque lleva cogido todo el día a su bebé en brazos,
… porque su bebé duerme toda la noche en su cama,
… porque su hijo no quiere comer sólido,
… porque su bebé no gatea,
… porque su bebe no duerme toda la noche,
… porque su hijo le está montando un berrinche,
… porque a su hijo no le baja la fiebre,
…
En todas esas y otras situaciones,
antes dar tus “sabios” consejos,
PONTE EN SU LUGAR.
No juzgues precipitadamente ninguna situación.
Tu vivencia o experiencia de esa situación, si la tuviste,
no es necesariamente igual que la suya.
Piensa qué puede estar haciendo que viva esa situación de esa manera.
Trata de comprender siempre a una madre antes de juzgarla.
Trata siempre de ponerte en su lugar.