¿¡Cómo voy a estar en contra de Pablo Ráez!?

Pablo ha luchado contra su enfermedad como un jabato.
Personalmente pienso que un buen estado de ánimo es la mejor manera de enfrentar cualquier enfermedad.
Pero no nos confundamos. No, no es fácil.
Debemos entender que cualquier persona que reciba un diagnóstico de ese calibre tiene derecho, también, a «venirse abajo». No, no lo defiendo pero sí entiendo que es muy lícito.
Miles de personas luchan a diario contra el cáncer y no todo el mundo lo puede enfrentar igual.
Pablo ha conseguido algunas cosas muy grandes.
Para mí, sobre todo, demostrar que vale la pena VIVIR MIENTRAS SE ESTÁ VIVO, y concienciar a la gente de que LA SOLIDARIDAD es el camino para avanzar en todo, también en la lucha contra las enfermedades. En el caso de la leucemia, por ejemplo, con la donación de médula ósea.
Pero no nos confundamos.
Es muy de agradecer que sea, una vez más, una persona en estas circunstancias la que nos recuerde que DEBEMOS VIVIR MIENTRAS ESTEMOS VIVOS.
Pero no podemos exigirles a todos los enfermos que anímicamente estén al cien por cien. La enfermedad es dura, el miedo es grande y debemos entender que puedan flaquear. Bastante tienen con su lucha individual «partido a partido» (hoy analítica, mañana quimio, vómitos, más analítica, más quimio…) como como para que encima tengan que enarbolar banderas por campañas que deberían estar en manos de quienes dirigen la sanidad.
Deben crearse mecanismos más eficaces de concienciación sobre la donación de médula ósea y otros órganos.
Esto no puede depender de héroes como Pablo. Creo que esto deja al descubierto muchos déficit de nuestras «organizaciones» y de nuestra sociedad.

Pablo, has sido, eres y serás muy grande.
Eternamente agradecido por tus enseñanzas.
D.E.P.