Es inevitable, lo sé.
Sí, habrá una etapa donde me negarás.
Así sabré que te estás haciendo mayor.
Me ocultarás muchas cosas por eso, sí, sólo por eso, por ser tu padre.
Entenderé que hay etapas donde los hijos no queréis contarle las cosas a los padres.
Así sabré que te estás haciendo mayor.
Discutiremos, discutiremos mucho. Me llevarás la contraria en todo. Hasta en las cosas que ahora y luego coincidimos y coincidiremos siempre.
Así sabré que te estás haciendo mayor.
Puede que hasta haya momentos donde te avergüences de mi.
Te pareceré carca. Pensarás que es mejor que tú descubras el mundo sola, sin mis “consejos”.
Quizás en esos momentos eche de menos lo que ahora tanto esfuerzo supone: las malas noches, los llantos, las toses, las fiebres, loes berrinches, …
Pero todavía eso no ha llegado.
De momento continuaré disfrutando de TU SINCERIDAD.
Continuaré disfrutando de poder aportarte la seguridad que necesitas.
Continuaré disfrutando de dormirte en mis brazos.
Continuaré disfrutando de lo sencillo, de tus “pa-pa”, del cucu-tras, de tus besitos, …
Continuaré disfrutando de poder abrazarte cada veZ que tú o yo lo necesitamos.
Así sé que aún estás en mi regazo.
Y quizás llegue el momento donde te conviertas en madre, y en ese momento, en ese mismo momento, entenderás de un plumazo todo lo que estoy hablando.
TE QUIERO, HIJA MÍA.