¡¡NO MÁS VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES!!

Hoy, 25 de Noviembre, se celebra el Día Internacional contra la Violencia de Género.

Es uno de esos días que uno desearía que no se celebrase. Ojalá nunca hubiese sido necesario celebrarlo. NUNCA debería haber existido.

Un años más los datos siguen siendo muy desalentadores. Haciendo click aquí podéis consultar el balance anual del Registro de Violencia Doméstica y de Género del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Hay cifras que años tras año se repiten o, peor aún, van empeorando. Espero que este aumento año tras año sea porque se denuncian más no porque están empeorando realmente porque si no ya no hay lugar para la esperanza. Los datos que me parecen más espeluznante son:

 

– En el año 2017 se inscribieron en el Registro como víctimas de violencia de género y violencia doméstica, 36.134 personas, un 2,3% más que en el año anterior.

–  Los mayores aumentos del número de víctimas en 2017 respecto al año anterior se dieron entre las mujeres de menos de 18 años (14,8%). ¡Pero que coñ…. le estamos enseñando nuestros hijos!

– Por  edad, más de la mitad (58,6%) de las maltratadas por violencia de género tenían entre 20 y 39 años.

Estos datos son EXTREMADAMENTE PREOCUPANTES, ya que dejan poco lugar a la esperanza.

Significa que una gran parte de las mujeres son fruto de la violencia de género durante los primeros años de la maternidad. Es decir, miles de niños pequeños viven a diario en su hogar “las peleas” de sus padres. Aparte del sufrimiento y de las consecuencias sobre la autoestima de estos niños (ya he escrito algún post sobre esto), hemos de saber que gran parte del aprendizaje en la infancia se hace por imitación, con lo cual la fórmula que se repetirá es la siguiente: “los perros tienen… perritos, los gatos tienen… gatitos y los maltratadores tienen…” (no, no lo escribiré).

Quizás, el otro dato que escribía (la violencia de genero está aumentando entre los adolescentes) es consecuencia de lo anterior.

Esto es muy triste y debemos combatirlo.

Hay que trabajar duro en esto desde todos los ámbitos que tenemos relación con la infancia como son la escuela, la pediatría,… pero sobre todos desde LAS FAMILIAS.

Para terminar quiero dejaros una historia muy didáctica.  La socióloga Carmen Ruíz Repullo utilizando el cuento de Pepa y Pepe muestra de qué manera las y los adolescentes acceden al peligroso círculo de la violencia de género. Por favor, son menos de 14 minutos, no dejes de verlo. Vas a aprender una gran lección.

Pincha aquí para ver el vídeo.

¡¡ NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO!!

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He intentado contenerme, pero ya no puedo.

 

No puedo porque conozco a Macarena y es UNA EXCELENTE PROFESIONAL, de una ALTÍSIMA CALIDAD HUMANA y de una TRAYECTORIA PROFESIONAL INTACHABLE.

No puedo porque no sé por qué una pediatra es acusada por iniciar el protocolo de SOSPECHA de maltrato. Por cierto con razones más que evidentes. Una úlcera genital es una sospecha de abuso sexual en la infancia mientras no se demuestre lo contrario y no digamos nada si encima se aísla un virus herpes en dicha úlcera. Aun así los pediatras no podemos condenar  a nadie, sólo activamos las medidas pertinentes para informar a las autoridades competentes de que ese menor pudiera estar en riesgo. Es a dichas autoridades a quien les compete investigar si hubo o no maltrato.

Pero sobre todo no puedoporque parece que en el periodismo todo vale.

No puedo porque se permite publicar en un periódico titulares falsos que atentan contra el honor de una persona. Titular en el que con el uso de la palabra “inventar” pretenden desacreditar el trabajo de una excelente profesional (y de paso el del resto de los pediatras porque insisto, #YoSoyMacarena) que lo único que ha hecho es, CON MUCHA VALENTÍA, activar el protocolo de SOSPECHA de maltrato. Les recuerdo que los médicos tenemos la obligación moral y deontológica de denunciar cualquier sospecha de maltrato (físico, sexual,…), más aún los pediatras que velamos por los niños. Pobres de nuestros niños si nosotros no velamos por ellos.

Y no puedo porque  por si no fuera bastante con mentir en el titular (insisto, nadie ha “inventado” nada, sólo se ha activado CORRECTAMENTE el protocolo de SOSPECHA de maltrato), en el cuerpo de la noticia se continúa con el mismo estilo de periodismo barriobajero y sensacionalista, citando con nombres y apellidos a dicha profesional. Ni siquiera en los asesinos en serie recuerdo haber visto el nombre en los periódico, sólo sus iniciales.

Aprovecho para recordar que todos los que conocemos personal y profesionalmente a Macarena no imaginamos un Hospital Infantil sin su labor. Aprovecho para felicitarla públicamente por su encomiable labor al frente de la Pediatría Social.

¡¡Ni un niño maltratado!!

Preferimos mil sospechas de maltrato denunciadas que finalmente no se confirman que un solo caso de abuso no denunciado.

Si noticias como estas pretenden que los pediatras nos callemos cuando veamos úlceras genitales (u otros signos de maltarato), sólo han conseguido lo contrario.

Hoy mas que nunca #YoSoyMacarena.

 

 

¡¡ NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO!!

Hoy, 25 de Noviembre, se celebra el Día Internacional contra la Violencia de Género.

Es uno de esos días que uno desearía que no se celebrase. Ojalá nunca hubiese sido necesario celebrarlo. NUNCA debería haber existido.

Pero con los datos oficiales del año pasado se hace más necesario que nunca. Haciendo click aquí podéis consultar el balance anual del Registro de Violencia Doméstica y de Género del Instituto Nacional de Estadística (INE). Hay especialmente dos datos que me parecen espeluznantes:

– un total de 637 menores de edad fueron víctimas de violencia de género en 2015, un 10,6% más que en 2014.

– por edad, casi la mitad (48,3%) de las maltratadas por violencia de género tenían entre 25 y 39 años. La edad media de las víctimas fue de 36,5 años.

Estos dos datos son EXTREMADAMENTE PREOCUPANTES, ya que dejan poco lugar a la esperanza.

Significa que una gran parte de las mujeres son fruto de la violencia de género durante los primeros años de la maternidad. Es decir, miles de niños pequeños viven a diario en su hogar “las peleas” de sus padres. Aparte del sufrimiento y de las consecuencias sobre la autoestima de estos niños, hemos de saber que gran parte del aprendizaje en la infancia se hace por imitación, con lo cual la fórmula que se repetirá es la siguiente: “los perros tienen… perritos, los gatos tienen… gatitos y los matratadores tienen…” (no, no lo escribiré).

Quizás, el otro dato que escribía (la violencia de genero está aumentando entre los adolescentes) es consecuencia de lo anterior.

Esto es muy triste y debemos combatirlo.

Hay que trabajar duro en esto desde todos los ámbitos que tenemos relación con la infancia como son la escuela, la pediatría, … pero sobre todos desde LAS FAMILIAS.

¡¡ NO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO!!

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LAS RABIETAS

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Si hay un tema en el cuidado de los niños capaz de desquiciar a los padres y donde la teoría está muy lejos de la realidad ese es “LAS RABIETAS”.

“No hacer ni caso al niño en ese momento…”, “lo importante es que el niño no se salga con la suya…” son los consejos más frecuentes que recibimos de amigos, pero todos los padres saben que eso es muy fácil de decir, pero no es fácil de hacer.

Debemos saber que las rabietas son una fase normal del desarrollo de la personalidad de los niños, especialmente frecuentes en tormo a los 3 años. Esta en una etapa típica de impulsividad y desobediencia. Empiezan a sentirse independientes y somos los adultos quienes debemos poner las normas y los límites.

Existen varios factores que influyen en la aparición de las rabietas como son la impulsividad, el todavía escaso desarrollo del lenguaje a esas edad (no tienen capacidad de convencernos y buscan otras formas más primitivas de negociación, …).

A mi modo de ver no todas las rabietas son iguales y creo que lo más importante es intentar detectar qué es lo que hay detrás de cada rabieta, ya que la mayoría son llamadas de atención.

“Mamá o me compras la muñeca de Elsa o pinto con el rotulador en la pared”, nos dice con rotulador en mano y mirada desafiante. En este caso están intentando negociar y ellos mismo nos proponen el modelo: cada acción tiene una consecuencia. Lo que debemos hacer es MANTENER LA CALMA, no entrar al trapo (precisamente esto es lo que está buscando). Si nosotros les hablamos tono muy tranquilo, les dejaremos fuera de juego. Les llamará mucho la atención que no nos alteremos. Como si nada pasase, le explicamos que pintando la pared no sólo no va conseguir la muñeca de Elsa sino que además los papás se pondrán muy tristes y no la llevará a jugar al parque. Es importante ofrecerle una alternativa, es decir, le podremos decir “mamá sabe que te gusta mucho la muñeca de Elsa y está dispuesta a comprártela, pero no se pueden comprar juguetes todos los días, así que, si continúas portándote bien, en tu cumpleaños, que es pronto, te la regalaré”. Los adultos debemos ser ejemplo para ellos, debemos mostrarles que no se negocia gritando ni amenazando. Así no se consiguen las cosas.

“¿¡¡¡¡Por qué me has guardado mis playmobil!!!?”, grita como un poseso mientras tira los otros juguetes que tiene en la mano. En este caso no ha avisado, no está negociando, directamente “la monta”. Está como poseído. En este caso no bebemos intentar negociar, en este momento él está fuera de sí y no entenderá nada. No tenemos que ofrecerle alternativas, sólo debemos explicarle, MANTENIENDO LA CALMA (contaremos hasta 10 o hasta 100 si hace falta), por qué lo hicimos. “Pensé que habías terminado de jugar con ellos. Deberías agradecer que mamá lo recogió para que no se perdieran”. Si sigue desquiciado lo mejor es retirarnos durante 5-10 minutos. O llevarlo a su cuarto tranquilamente, sin arrastrarlo, durante 5-10 minutos. No conviene empecinarnos en razonar mientras siga histérico. En esos momentos cuanto menos hablemos mejor, simplemente conviene que mantengamos la calma, para que entienda que mientras mantenga esa actitud no conseguirá nada. Serán ellos, finalmente, quienes vengan a buscarnos. En ese momento, con tranquilidad, le volveremos a explicar por qué lo recogimos y que con esa actitud no conseguirá nada.

¿No es más rápido y más eficaz un buen cachete?

Rápido puede que sí, pero desde luego eficaz NO.
Pegando a nuestro hijo habremos perdido toda credibilidad. Hemos dicho que los adultos debemos ser ejemplo de nuestros hijos y desde luego la violencia no puede ser ejemplo de nada.
De ese modo arreglamos el problema del momento pero estamos generando uno mayor.

Comparte esta información si piensas que puede ser útil para otros padres.