Doctor, mi hijo anda de puntillas, ¿es normal?

“Jolines pues si que es complicado esto de la crianza. Un montón de meses esperando a que echa a andar esta criatura y ahora va y empieza a andar puntillas, ¿esto es normal, doctor?”

Aclararé el tema.

En primer lugar conviene saber que la edad a la que los niños empiezan a andar es muy variable. Aunque lo más frecuentes es que comiencen a caminar entre los 12-14 meses, hay niños que comienzan a andar con 9 meses y otros que hasta los 15-16 meses no “arrancan. Obviamente los que más suelen tardar en andar son los niños que gatean ya que han encontrado un método alternativo y “mas seguro” para desplazarse.

Por si no había sido suficiente la preocupación de esperar a ver cuándo comenzaba a andar ahora resulta que la princesa cuando empieza a andar pone los pies muy raros.

La pregunta no se hace esperar: “unas veces los mete para dentro, otro día parece que los saca hacia fuera, unos días mete uno y saca el otro,… Y como la tía mete los pies para adentro y tuvo plantillas…”

Como suelo decir en la consulta: “mientras no los ponga para atrás…”

Con eso quiero decir que en esa primera etapa es muy común que pongan los pies en diferentes posiciones para caminar.

Cabe señalar que casi un 25% (y sobre todo en varones) en los primeros seis meses tras el inicio de la marcha presentan marcha en puntillas.

¿Por qué se produce esta marcha en puntillas?

Pues como muchas cosas en medicina no se sabe la causa aunque se ha demostrado una flexibilidad reducida de la articulación del tobillo. Hasta la tercera parte tienen algún antecedente en la familia, así que hay también parece haber un componente genético.

¿Me puedo quedar tranquilo o debo de acudir a mi pediatra?

Como siempre, si hay algo que te preocupa, debes consultárselo a tu pediatra pero hay algunos datos que son tranquilizadores, ya que son típicos de la marcha en puntillas idiopática.

Pensaremos en una marcha en puntillas transitoria si se trata de un niño pequeño (menor de 2-3 añitos) y es un niño sano, sin ningún antecedente llamativo en el parto , con un desarrollo psicomotor normal hasta la fecha y la exploración es normal (tono muscular adecuado, reflejos normales,..), simplemente habrá que seguir observándolo porque en pocos meses debe desparecer la marcha en puntillas.

Otro dato típico la marcha en puntillas transitoria es que existen determinadas superficies que pueden acentuarla (baldosas frías, hierba,…).

Entonces, ¿cuáles son los datos que deben preocuparme?

Debemos prestar especial atención y quizás sea necesaria una valoración más exhaustiva si se sale de la edad típica, es decir, si aparece la marcha de puntillas en un niño mayor de 3 años y, sobre todo, si es asimétrico (anda de puntillas sólo con un pie)

En resumen:

Si tu niño es un niño sano, pequeño (menor de 3 años), hace poco tiempo que comenzó a andar y anda de puntillas de manera simétrica (con los dos pies) en principio no debes preocuparte.

Si aún te quedan dudas debes comentárselo a tu pediatra.

¿A qué edad comienzan a ver los bebés?

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¿A qué edad comienzan a ver los bebés?

Esta es una pregunta muy habitual que me hacéis muchas familias en la primera revisión. Y por la forma de hacerla pareciera que se diera por sentado que los recién nacidos no ven.

Casi todos preguntáis: “¿Cuándo comienza a ver mi bebé?”

Y yo respondo: “No, si ya ve. Lo que pasa es que no ve como nosotros. Parece que los niños comienzan viendo en blanco y negro (escala de grises)y no con tanta definición como nosotros, vamos, como las televisiones antiguas”.

Un explicación sobre el tema:

Hacia la semana 26 de gestación se considera que los ojos de un feto están desarrollados suficientemente como para ver. Lógicamente, dentro del útero, no ven nada puesto que están completamente a oscuras.

Ya al nacimiento vemos algunos signos que hacen suponer que el bebé ya ve. El bebé suele orientar su mirada hacia la luz. Es lo que llamamos reflejo de orientación.

Desde los primeros momentos de vida el bebé es capaz de ver a una distancia aproximada de unos 20-30 cm. Por cierto, esa es la distancia a la que se encuentra la cara de la madre mientras un bebé mama. Es decir, los bebés desde que nacen son capaces de ver a su madres mientras se encuentran en le regazo mamando. Esto justifica también que cuando nos alejamos algo más de esa distancia ellos ya no nos ven y “se sientan amenazados” y comienzan a llorar. Al cogerles nuevamente, entramos dentro de su campo visual, y “ se sentirán seguros” y dejarán de llorar.

Aproximadamente al mes de vida ven a una distancia aproximada de unos 50 cm. Esta distancia se amplia hasta hasta los 60 cm a los 2 meses. También van progresivamente aumentando el campo de visión, siendo con esta edad de unos 180º.

Con esta edad, a los 2 meses, hay otros signos claros del desarrollo visual del bebé. Vemos como comienza la sonreír con las carantoñas que les hacemos y comienzan a fijar más la mirada. Además también comienza a mirarse las manos y juegan con ellas. Ya sabéis, a los 2 meses los bebés no paran de chuparse la manos y no es porque tengan hambre ni molestias en la encías sino porque se las han encontrado y no paran de jugar con ellas.

A partir de los 3-4 meses comienzan a desarrollar mejor la fijación de la mirada, son capaces de seguir un objeto. Hasta esta edad es muy frecuente que el bebé se ponga muchas veces bizco. Progresivamente la alineación de la mirada va siendo cada vez mejor y ya no se ponen tantas veces bizcos.

A partir de esta edad, 4 meses, comienzan a desarrollar la visión de los colores y comienzan a ver a distancias mayores y a ser capaces de seguir objetos que se mueven con mayor rapidez.

A partir de los 6-7 meses comienzan a ser capaces de distinguir todos los colores.

Por cierto, algunas de las cosas que los pediatras exploramos con respecto a la visión, son:

  • Reflejo rojo del ojo: si iluminamos el ojo de un bebe, con cierto grado de oscuridad, el reflejo que vemos en la pupila es rojo. Si no se ve así puede indicar que el ojo no está bien desarrollado.
  • Reflejo fotomotor: al iluminar la pupila de un bebé con una fuente luminosa, tanto la pupila iluminada como la otra, se contraen, es decir, sehacen más pequeñas.
  • Alteraciones de la forma de la pupila (pupilas ovaladas,…): pueden indicar alteraciones en la formación del ojo.
  • Alineación de la mirada: como hemos dicho hasta los 6 meses es muy frecuente que el bebé se ponga bizco. Con respecto a la alineación de la mirada hay 2 datos de alarma que debemos comentar al pediatra:
      • Que sea cada vez más frecuente: lo normal es que conforme van creciendo, con 6-7 meses dejen de hacerlo.
      • Que “saquen” el ojo: lo normal es que lo “metan”.

 

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