“Doctor, ya estuvimos en Urgencias esta mañana y nos dijeron que tenía bronquitis, el problema es que al darle el corticoide lo ha vomitado y no sabemos si se lo tenemos que volver a dar”.
En estos días, con las urgencias plagadas de niños con bronquitis, bronquiolitis, laringitis, … y no sé cuántas más ___itis, hay que sumarle la de las familias que reconsultan porque el niño ha vomitado la medicación.
Intentaré aclarar el tema.
En primer lugar decir que la gran mayoría de los medicamentos que solemos utilizar (antibióticos, antitérmicos, corticoides, ….) tienen un amplio rango terapéutico, es decir, que son eficaces a diferentes dosis y casi nunca utilizamos las dosis máximas. En general, si un niño ha vomitado un medicamento se le puede volver a dar sin ningún riesgo.
De todas maneras, los pediatras, lo que recomendamos habitualmente es lo siguiente: en función de cuánto tiempo haya pasado desde que lo tomó hasta que presentó el vómito asumimos que se ha absorbido nada, parcialmente o todo el medicamento.
Más claro:
- Si el vómito ha sido inmediatamente tras tomar la medicina o han pasado menos de 15 minutos (en estos casos si el medicamento es de color se suele ver incluso en el vómito) podemos volver a repetir la dosis completa.
- Si han pasado entre 15-30 minutos, asumimos que parte del medicamento se ha absorbido y podemos volver a repetir la mitad de la dosis.
- Si han pasado entre 30-60 minutos o más, asumimos que el medicamento se ha absorbido prácticamente por completo y NO repetiremos la dosis. Si al recoger el vómito observamos que el vómito está parcialmente teñido del medicamento, lo que sí podemos hacer es, adelantar la siguiente dosis. Por ejemplo si la próxima dosis le tocaba a las 8 horas se podrá adelantar a las 4-6 horas.
Por otro lado debemos intentar averiguar la causa del vómito:
- Si vomita porque no le gusta el sabor o la textura de la medicina, deberemos preguntarle al pediatra si existen otras alternativas de sabores o, incluso otras vías, por ejemplo, la rectal. Aunque los pediatras intentamos utilizar cada vez menos esta vía, en algunos niños, es la única que nos queda “porque es enseñarle y bote de apiretal y ya está vomitando”. A veces funciona, también, mezclar el medicamento con algo de comida (leche, zumo, …). Esto se puede hacer con la gran mayoría de medicamentos de uso pediátrico.
- Si vomita porque precisamente esa era el motivo de llevarlo al médico y parece que está empezando con una gastroenteritis, en este caso, quizás nos debamos plantear desde el principio la vía rectal.
- Si vomita porque tiene mucha tos, “lo echa todo con los golpes de tos”: en este caso debemos intentar crear las condiciones óptimas para que no ocurra. Es decir, hacer los lavados nasales previos a la toma del medicamento y nunca tras la toma del mismo. A veces en estos casos, y aunque la tos suele ser un mecanismo de defensa, podemos asociar un medicamento antitusivo.
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