Ya el año pasado sobre estas fechas escribí un post en el que podéis repasar cuáles son los rayos responsables de los efectos perjudiciales del sol, los tipos de pieles que existen y cuáles son las de mayor riesgo, los lugares con mayor riesgo a la hora de exponernos al sol, una serie de medidas para proteger la piel del sol,… El post se titulaba “Yo te doy cremita… Tú me das cremita” y lo podéis leer pinchando aquí.
En el post de hoy me centraré en los protectores solares.
¿Qué tipos de fotoprotectores existen?
- De filtros físicos: Su protección se deben a crean una barrera física protectora, que refleja la radiación, como si fueran un espejo. Son muy densos, por lo que se extienden con mayor dificultad. Y son opacos (blancos), es decir, después de aplicarlos queda la piel cubierta por una capa blanca.
- De filtros químicos: Su protección se debe a que contienen sustancias químicas que absorben la radiación solar, transformándola en no dañina. Son transparente, por lo que estéticamente no se notan.
- Mixtos: son filtros que combinan los anteriores.
¿Qué indica el número?
Es el factor de protección solar (FPS). Nos informa de la protección frente a los rayos UV de tipo B, que son los mayores responsables de los efectos perjudiciales del sol (quemaduras, cáncer,…).
Es recomendable utilizar un FPS como mínimo de 30, pero yo recomendaría que en niños utilizáramos siempre FPS 50.
Lo que nos dará una mayor confianza y garantía en un protector solar es que especifique claramente el FPS, y sobre todo si éste ha sido asignado con el método COLIPA.
¿Cuál es el fotoprotector más adecuado?
Los mejores protectores solares son los mixtos ya que “paran” la radiación solar por dieferentes mecanismos. Pero en los niños, sobre todos los pequeños, los más recomendables son los de filtros físicos, ya que no se absorben.
En los menores de 6 meses lo mejor es no exponerlos al sol. Para ellos los mejores protectores solares son la ropa y la sombrilla. Pero si esto no fuese posible lo mejor es aplicar filtros físicos, y siempre de FPS 50.
¿Cómo debemos aplicarlos?
– Aplicar 20-30 minutos antes de la exposición solar.
– Aplicar una cantidad generosa sobre la piel seca.
– Aplicar en todas las zonas de piel que van a quedar expuestas (incluidos pies, orejas, cuello y labios)
– Renovar cada 2-3 horas, o antes si el niño se está bañando o sudando mucho.
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