¿Mi hijo tiene los pies planos?
Con la llegada del verano y la menor protección del pie con el calzado, y por tanto una mayor visibilidad del pie, esta duda aparece prácticamente entre todos los padres de niños menores de 5 años.
Existen 2 condicionantes claros que hacen que el puente de un niño pequeño (menor de 3-4 años) sea muy poco evidente:
– El mayor acúmulo de grasa de los bebés, hasta el año de vida, que hace que el puente se “rellene” de grasa que posteriormente irá desapareciendo.
– La gran flexibilidad de los niños pequeños que hace que la estructura de la bóveda del puente “se hunda” al soportar el peso del cuerpo.
Estas 2 circunstancias hacen que el pie parezca plano. Además si miramos al niño desde atrás veremos cómo su talón se vuelca hacia afuera (talo valgo).
Esto da lugar a lo que los pediatras llamamos pie plano flexible, que es una etapa normal del desarrollo del pie y que con la pérdida de grasa y con la mayor fortaleza de los músculos y ligamentos que forman la bóveda del pie hará que vaya formando en los siguientes años un puente normal. Hay que distinguirlo claramente del pie plano rígido, que no se corregirá, puesto que es debido a la mala posición de la algunos de los huesos del pie.
¿se corregirá, entonces, su pie plano?
Existen dos maniobras muy sencillas que nos permitirán estar tranquilos de que su pie plano es flexible y por tanto se corregirá con la edad:
1- Con el niño sentado con los pies colgando (sin soportar carga) el puente aparece.
2- El puente aparece al poner al niño de puntillas. Además con esta maniobra observaremos que el talón que se volcaba hacia afuera, se corrige hacia dentro.
¿cuándo debo preocuparme y consultar al especialista?
1- si con cualquiera de las dos maniobras anteriores no logramos ver el puente del pie
2- Si el niño se queja de dolor en el pie.
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