Gracias, Lucía. Mi más profunda admiración.

Buenas noches, Lucía.

¡Qué rabia! ¿Pero por qué hay que aguantar esto? ¿Por qué cualquiera puede opinar tan frívola, y peligrosamente, sobre la salud de los niños? Y peor, ¿por qué  se puede atacar e insultar tan impunemente a una profesional que lo único que ha hecho es mostrar las recomendaciones oficiales acompañadas de los estudios científicos que pertinentemente avalan dichas recomendaciones?

Acabo de ver en Facebook, Twitter e Instagram tu publicación advirtiendo sobre la peligrosidad de los collares de ámbar utilizados para aliviar la salida de los dientes y no se me ocurre otra cosa que escribirte para mostrarte mi apoyo y admiración. Ya estuve tentado en escribirte tu “episodio” con Cárdenas y finalmente no lo hice. Ahora, sí. 

Perdón, no me he presentado. Soy José María Carmona, pediatra en Sevilla y desde mi humilde blog, Cuidar Mi Bebe, insisto, no puedo hacer otra cosa que mostrarte mi más profunda admiración y agradecer toda la labor que haces. Pero no sólo hablo en mi nombre sino en el nombre de todos los pediatras se actualizan y hacen ciencia.

Llevo unos años intentando hacer divulgación, y sé, por tanto, lo difícil que es. Sé el esfuerzo que hay que hacer para actualizarse antes de “colgar” cualquier contenido en las redes y sé, también, la cantidad de tiempo que hay que invertir en esto. Tiempo tuyo invertido por y para los demás. Por la salud de nuestros niños y por el bienestar de los padres, madres y cuidadores. Tiempo que hay que ir arañando a las horas de sueño, a las horas de tu familia,… y todo eso para que cualquiera, sin gramática parda, pretenda desmontar esos argumentos sólo “porque a mi me funcionó”.

Basta ya de que los profesionales consintamos que cualquiera pueda hacer afirmaciones que puedan poner en riesgo la vida de nuestros niños. ¿A quién les pediremos responsabilidades el día que ocurra una desgracia?

Sé que eres incansable e incombustible y que los comentarios de estos lumbreras no te van a parar pero quiero que tengas muy claro que la comunidad científica y los padres que preferimos que de economía opinen los economistas y de medicina los sanitarios ESTAMOS CONTIGO.

Un saludo.

A seguir comunicando.

Decálogo de la fiebre.

1.- La fiebre es un síntoma, no una enfermedad. Aprovecho para recordarte que un niño menor de 3 años sano pasa, de media, de 10-12 procesos infecciosos (gastroenteritis, catarro, otitis, …) al año. Suponiendo que la mayoría de estos procesos duran 3 – 4 días debes saber que si estás en estas circunstancias, más de una noche de desvelo te espera y eso no significa que tu niño necesite ninguna vitamina para fortalecer las defensas. Significa que tienes un niño normal al que le pasan cosas normales.

2.- La fiebre es un mecanismo de defensa.La fiebre nos ha permitido sobrevivir a las infecciones antes de que se descubriesen los antibióticos. El aumento de la temperatura corporal puede resultar incómodo para los humanos, pero para los microorganismos (bacterias y virus) es insoportable, no son capaces de soportar esa temperatura. A esa temperatura no son capaces de reproducirse y así es como «ganamos la batalla».

3.- La fiebre no provoca daño cerebral. Ni provoca sordera, ni ceguera, ni otras secuelas.

4.- En muy pocas ocasiones la fiebre puede acompañarse de convulsiones. Las convulsiones febriles son completamente benignas, no dejan secuelas. En aproximadamente una tercera parte de los niños la convulsión puede repetirse, pero quédate tranquilo, con le edad tienden a desaparecer. Por encima de los 5 años es bastante raro que esto ocurra.

5.- La inmensa mayoría de las veces, especialmente en los menores de 3 años, la causa que origina la fiebre es un virus. Esto significa que casi nunca será necesario usar antibióticos cuando esos niños tienen fiebre.

6.- El objetivo del tratamiento de la fiebre no es bajar la temperatura.El objetivo es que el niño se encuentre más confortable. El aumento de la temperatura corporal ya hemos explicado que impide que los microorganismos se reproduzcan. E esta manera acabamos con la infección de manera natural. Bajar la temperatura supone un alivio para tu hijo pero también para los microorganismos. (“¡Ojala existiese una medicina que hiciese que el niño se encontrase más confortable sin bajar la temperatura corporal!”).

7.- Los antitérmicos, en general, no deben alternarse. De entrada el antitérmico de elección es el paracetamol y sólo en casos seleccionados, en los que el niño se encuentre con mucho disconfort, y puntualmente, se alternarán los antitérmicos para buscar que el niño se encuentre más confortable.

8.- Es importante que mantengas a tu hijo bien hidratado si tiene fiebre. Para eso ofrécele líquidos (agua, zumo, …), pero no lo obligues a comer. Respeta su inapetencia. Piensa qué harías si fueses tú el que está con fiebre.

9.- Debes acudir al pediatrasi tu hijo tiene menos de 3 meses y/o la fiebre se acompaña de:

.Decaimiento o irritabilidadexcesiva, es decir, irritabilidad que no se calma en brazos de los padres.

.Petequias(manchitas rojas en piel) que no desaparecen al estirar o presionar la piel.

.Dificultad respiratoria(las costillas se le marcan al respirar)

.Rigidez de cuello.

 

10.- ¡¡Felicidades!!Si has llegado hasta el final de este decálogo seguro que te encuentras en alguno de los siguientes grupos de padres:

– padre de un bebé aun muy pequeño y te horroriza pensar que tu criaturita pudiera tener fiebre. Si eres de este grupo te felicito porque la misión que tienes entre manos (criar a esa criatura) va a ser la más apasionante de tu vida.

– padre de un niño de entre 1 y 3 años de edad. En este caso te felicito porque estás “sobreviviendo” a una etapa en la que, en le mejor de los casos, tienes que visitar a tu pediatra cada 2 semanas. Aprovecho para recordarte que cuando tu hijo sea un adolescente, casi más alto que tú, y con más granos en la cara que una paella echarás mucho de menos esta etapa de fiebre, toses, mocos y diarreas.

Si te pareció útil esta información compártela y si quieres seguir leyendo cosas sobre la fiebre de dejo enlace de otros post que ya he escrito sobre esto:

-¿Es recomendable alternar Dalsy y Apiretal?

– Mi hijo tiene 40° de fiebre, ¿puede convulsionar?

– Productos que “aumentan las defensas”.

– ¿Qué debes saber del Metalgial?

– ¿Qué debes saber del Apiretal?

– ¿Qué debes saber del Dalsy?

– ¿Qué está pasando con el nolotil?

Lactancia en tándem.

“Doctor, ¿qué hago ahora con la lactancia? Me acabo de enterar de que estoy embarazada, vengo ahora mismo del ginecólogo y me ha dicho que deje el pecho. ¿Usted qué me dice?”

Pues yo lo que le digo, en primer lugar, es: “¡¡¡Enhorabuena!!!”

Con respecto a las dudas sobre cómo mantener la lactancia en el embarazo lo explico a continuación.

A pesar de que las hormonas liberadas en la lactancia inhiben la liberación de las hormonas de la ovulación, a modo de “anticonceptivo” natural, puede ocurrir que una madre se quede nuevamente embarazada durante su lactancia y las dudas y miedos no tardan en surgir. Si la lactancia materna en sí misma encierra un montón de falsos mitos como ya he contado en otras ocasiones (podéis leerlos pinchando aquí), más aún cuando ocurre en «circunstancias especiales».

¿Qué es la lactancia en tándem?

Se llama lactancia en tándem cuando una madre que está amamantando, vuelve a quedarse embarazada, decide seguir dando el pecho durante todo el embarazo y, una vez nacido el pequeño, amamanta a los dos.

Es una situación que en ocasiones es difícil de mantener porque a las dudas que le surgen a las madres por “tener que mantener a dos” hay que sumar el desánimo y rechazo que, en general, transmiten la mayoría de los profesionales sanitarios ante esta estrategia de alimentación. Afortunadamente se ha visto en algunos estudios recientes que cada vez son menos los sanitarios que desaconsejan abandonar la lactancia durante el embarazo, aunque este porcentaje sigo siendo alto.

¿Por qué en la consulta de ginecología me han dicho que “dejara el pecho” al diagnosticarme el embarazo?

Al mamar se libera oxitocina, que es una hormona que puede producir contracciones uterinas.  De hecho, se ha visto en algunos estudios que más de la mitad de mujeres tenían contracciones mientras amamantaban pero que cedían espontáneamente cuando el niño soltaba el pecho. En ese mismo estudio se constató que no había diferencia en cuanto a la duración de los embarazos comparando embarazo sin lactancia con embarazo con lactancia materna. Aun así, por prudencia en algunas situaciones especiales (embarazos múltiples, antecedentes de abortos o partos prematuros), sí puede ser aconsejable abandonar la lactancia por el riesgo de la pérdida del embarazo.

Doctor, ¿es cierto que muchos niños dejan el pecho cuando su madre se queda embarazada?

Es cierto que aun cuando la madre se “empeñe” mantener la lactancia en tándem se ha visto que en más de la mitad de los casos son los propios niños los que deciden destetarse de manera natural.

Antes se pensaba que lo dejaban por el cambio de sabor pero hoy día se sabe que es debido a la caída de la producción de leche.

Pero un si recién nacido necesita calostro, ¿qué tipo de leche tendré tras dar a luz, calostro o leche madura?

Por todos los cambios hormonales que ocurren alrededor del parto la leche madura pasará nuevamente a ser calostro. “La naturaleza protege al más débil”. Es decir, el recién nacido tendrá u calostro disponible desde el minuto cero.

La subida de la leche se producirá de igual forma con la ventaja de que además el hijo mayor puede ayudar a descongestionar los pechos en el caso de ser molesta la congestión mamaria.

¿Tendré suficiente leche para los dos? ¿El mayor no le robará la leche al pequeño?

Con la lactancia en tándem siempre parece haber leche materna de sobre, de hecho, la pérdida de peso fisiológica de los primeros días es menor en los casos con lactancia en tándem. Y las crisis de lactancia también son menos llamativas en estos casos.

¿Puede ser el pecho una vía de contagio para el recién nacido?

La lactancia en tándem no favorece el contagio de enfermedades entre hermanos. Para llevarla. acabo sólo se requiere el mantenimiento de las medidas habituales de higiene. Sólo si el lactante mayor presenta una lesión por herpes (labial o en otra localización), no debe ser amamantado, para evitar el contagio del recién nacido.

¿Cómo me organizo? ¿Quién debe mamar primero?

La madre tendrá que organizar las tomas entre ambos hijos. Los primeros días de calostro son clave para el recién nacido y la producción del mismo tiene un límite, por lo que el recién nacido debe ser amamantado en primer lugar.

 

Comparte esta información si piensas que puede ser útil a alguna familia que se encuentre en estas circunstancias.