Partiendo de la premisa de que “los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos”, hoy quiero advertir de algunos errores muy frecuentes en la alimentación de los niños, casi siempre por publicidad engañosa, por desconocimiento o por creencias erróneas en la alimentación infantil.
Comentaré los 5 errores que considero más frecuentes:
1- Preguntar a los niños qué quieren comer.
Recordemos que no podemos dejar en sus manos la responsabilidad de elegir un menú saludable. Si les preguntamos abiertamente los niños tienden a elegir siempre alimentos muy dulces o salados. Por tanto, lo más adecuado es ofrecerles entre dos o tres alimentos que los adultos tengamos ya previstos, pero dentro de las opciones más saludables.
2- Sustituir la fruta por zumos envasados.
La fruta contiene azúcares naturales y, además, fibra, minerales y vitaminas. Sin embargo, en los zumos envasados, al eliminar la pulpa, desaparece la fibra y parte de las vitaminas. Además, los zumos envasados, aportan gran cantidad de azúcares y, sin embargo, carecen de otros nutrientes esenciales.
Para saciar la sed debemos utilizar agua, ya que el utilizar zumo para esto incita a beber aún más, entrando en círculo vicioso.
3- Abusar en el desayuno de cereales azucarados y/o chocolateados.
La base de estos cereales es buena ya que son copos elaborados a partir de distintos cereales (trigo, arroz, maíz) que suelen tomarse junto con la leche. Sin embargo, para hacerlos más apetecibles, suelen ir recubiertos de azúcar, chocolate o miel. Esto aumenta de forma considerable la cantidad de calorías sin aportar nutrientes esenciales. Por tanto, lo más recomendable es tomar cereales sin añadidos, como el pan o las tostadas.
4- Tomar más de tres productos o raciones de lácteos al día.
La leche es un alimento necesario en la dieta pero abusar puede provocar algunos problemas en la alimentación infantil:
– Al tomar mucha leche o derivados, saciarán casi o completamente su apetito y la dieta será monótona y carente de algunos nutrientes.
– La leche es rica en calcio pero contiene muy poco hierro. Ambos minerales son necesarios para el organismo y hay que tener en cuenta que el calcio dificulta la absorción del hierro. Por tanto los niños que tomen un exceso de lácteos tendrán, con frecuencia, muy bajos los depósitos de hierro de su organismo.
– La leche de vaca y sus derivados aportan grasas animales, ricas en ácidos grasos saturados, por lo que un exceso en su consumo aumenta la ingesta de estos compuestos.
– Abusar de los lácteos puede dar lugar a estreñimiento y dolor abdominal.
– Muchas veces los lácteos sustituyen a la fruta como postre. Hay que recordar que la fruta contiene vitamina C que ayuda a que se asimile mejor el hierro del resto de los alimentos que se hayan tomado, complementando mejor el almuerzo.
5- Meriendas blandas a base de pan de molde o bollería.
Debemos saber que los productos de bollería y los panes de molde suelen tener grasas añadidas, que no contiene el pan del día.
Además, los alimentos de consistencia algo dura hacen trabajar a los dientes y las mandíbulas favoreciendo la masticación, el desarrollo de los músculos de la cara y fortaleciendo los dientes y encías. Sin embargo, los alimentos demasiado blandos además de evitar este pequeño pero beneficioso esfuerzo, a menudo, al estar compuestos por azúcares, se adhieren a los dientes contribuyendo a la aparición de caries.
Es más aconsejable que los niños y niñas merienden alimentos de mayor consistencia como bocadillos de pan normal y trozos de fruta.
Comparte esta información con otros padres y contribuirás a una alimentación más saludable de nuestros hijos.