Son ya varios los post que he escrito en esta página alertando de algunos peligros sobre algunos de los juguetes que nosotros mismos incentivamos como son el uso del tacatá, los castillos hinchables,…
El año pasado uno de los “juguete estrellas” de Navidades fueron las zapatillas deportivas con ruedas. Ese post fue muy controvertido ya que a pesar de que mucha gente me tachó de alarmista posteriormente se pusieron en contacto conmigo para decirme que, efectivamente, no se trataba de ninguna exageración: “mi hija, doctor, ya se ha roto la muñeca, como usted ponía en el artículo”
Este año el “juguete estrella” de los Reyes Magos ha sido el patinete eléctrico.
Un año más tras las Navidades hemos asistido a un gran incremento del número de Urgencias traumatológicas. Ayer, en la guardia, tuve ocasión de contrastar con los compañeros de traumatología su impresión y, efectivamente, me confirmaron un aumento muy llamativo de los traumatismos debidos a caídas del patinete eléctrico.
En una misma guardia hubo que intervenir quirúrgicamente a cuatro niños por caídas de este “juguete”.
El caso de las zapatillas con ruedas y del patinete eléctrico es muy similar al del uso del tacatá, es decir, es como dejarle a nuestros hijos un “motor de alta cilindrada” sin tener permiso de conducir. Hay que señalar que algunos de estos aparatos llegan a alcanzar velocidades de hasta 40km/h y más.
Igual que ocurrió el año pasado con las zapatillas de ruedas, el problema del uso de este tipo de aparatos es que la mayoría de los niños lo hace sin las debidas protecciones (casco, muñequeras, coderas y rodilleras).
Por tanto, como reflexión final, sólo pretendo con este post concienciar a los padres cuyos niños utilizan patinete eléctrico de que les insistan en que lo hagan con una edad adecuada y con las debidas protecciones.
Comparte esta información y evitarás que más de un niño acabe con un hueso roto.