El humidificador.

“Doctor, tengo a la niña con un catarrazo. ¿Piensa que si utilizo el humidificador mejorará?”

Esta pregunta, especialmente en esta época de catarros, me la hacéis prácticamente a diario en la consulta

Mi respuesta: “Lo más importante con respecto al manejo de las secreciones es la hidratación abundante y hacer lavados nasales frecuentes. Con respecto al humidificador, mal no le va a venir, ayudará a que las secreciones estén más hidratadas y las mucosas no se irriten tanto, pero debemos valorar también los riesgos el humidificador.

Intentaré aclarar ciertas dudas:

El humidificador es un dispositivo que posee un recipiente de agua que mediante diferentes sistemas convierte esa agua en vapor.

Al vaporizar el agua aumenta la humedad en el ambiente. Esto puede hacer que las secreciones no se resequen tanto, y sean más fluidas.

La necesidad de humidificar o no el ambiente va a depender del grado de humedad previo. Especialmente en los meses de invierno, y dependiendo del sistema que se utilice  para calentar el hogar (calefacción, aire caliente, chimenea,…),  el ambiente del hogar estará más o menos reseco.

Distinguimos básicamente dos tipos de humidificadores dependiendo del sistema que el aparato utilice para “volatilizar” el agua:

  • Humidificadores de vapor frío: generalmente evaporan el agua del recipiente mediante ultrasonidos. La principal ventaja es que, al no calentar el agua, son más seguros (evitamos el riesgo de quemadura) y además el vapor generado por este método es más fino y por tanto llega mejor a la vía respiratoria. Pero, precisamente por no hervir el agua, ésta no se esteriliza y podría ser ese vapor “vehículo” de transmisión de infecciones. Esto se evita utilizando agua destilada y renovándola frecuentemente.
  • Humidificadores de vapor caliente: utilizan el calor para evaporar el agua, por lo que ésta se esteriliza. Por tanto, el agua en este caso, puede ser “del grifo”. Pero el gran inconveniente es, que al estar el agua muy caliente siempre, suponen un riesgo de quemadura.

Haré varias advertencias con respecto al uso del humidificador:

  • Deben estar alejados del alcance de los niños, especialmente los de vapor caliente, por el riesgo de quemadura.
  • Debemos limpiarlo frecuentemente, mejor a diario. Precisamente para evitar que ellos mismos sean transmisores de infecciones por contaminación del agua.
  • Utilizarlos sólo cuando sean necesarios, es decir, cuando la combinación temperatura-humedad no sea la correcta o se perciba el ambiente del hogar especialmente reseco.

Comparte esta información si piensas que puede ayudar a algunas familias.

 

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