¿La leche produce mocos?

 

Hoy, tras haber tenido que responder a dos familias por esta pregunta “me veo obligado a escribir” este post.

Tengo que reconocer que la primera vez que escuché la pregunta, hace unos años, no hice mucho caso. Pensé que era la observación puntual de una madre. Traté de explicarle: “Todo se debe a una simple coincidencia en el tiempo. Los bebés son muy mocosos y, a esa edad, leche es uno de los alimentos más presentes en su dieta, pero eso no significa que la leche produzca moco”.

En todo el tiempo estudiando la carrera de medicina y en todo el tiempo haciendo la especialidad de pediatría ninguno de “mis maestros” me había enseñado nada de eso. Yo tampoco recordaba haber estudiado en ninguna asignatura nada que relacionase la leche con la producción de mucosidad.

La curiosidad empezó a picarme cuando la pregunta se empezaba a repetir demasiado frecuentemente para ser la “observación puntual de una madre”.

Tuve que investigar sobre el tema. Lo cierto es que no encontré ningún artículo reciente ni antiguo que demostrara la asociación entre el consumo de leche y la producción de mocos. Lo que sí encontré en esa búsqueda es que esa creencia provenía de determinados grupos naturistas, anti-leche. Estos grupos se apoyaban en algunos estudios que demuestran que la leche, efectivamente, aumenta la mucosidad a nivel digestivo, pero en ningún caso a nivel respiratorio. Además, incluso, parece que esa mucosidad producida a nivel digestivo tendría un papel protector frente a determinados tipos de cánceres digestivos.

Hoy, tras haber tenido que responder a dos familias sobre “¿la leche produce mocos?”, he actualizado mi búsqueda y , tengo que decir, que a día de hoy seguimos sin ninguna evidencia científica que avale esa asociación.

Podemos hablar mucho sobre algunos problemas que puede producir la leche, sobre todo si se toma en exceso, como son el estreñimiento, la intolerancia a la lactosa, … pero a día de hoy no podemos decir que la leche produzca moco a nivel respiratorio.

Así que de momento lo que nos queda a los pediatras, y padres, con respecto a los mocos de nuestros hijos es “aceptarlos como animal de compañía” y hacer lavados nasales frecuentes, como ya comenté en otro post.

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