¡¡CUIDADO CON LOS CASTILLOS HINCHABLES!!

castillo

Sí, ya se que más de uno va a pensar que qué alarmista soy.

Ya recibí algunas críticas en el post de ¡¡Mucho cuidado con las zapatillas de ruedas!!

Y ahora qué pasa, que los niños tampoco pueden montarse en los castillos hinchables… pues entonces a qué van a jugar pensaréis.

Sí, claro, mis hijos también se han montado en estos castillos.

La misión de este blog es transmitir opiniones personales pero siempre desde la óptica de ser lo más objetivo posible y siempre respaldado por los consejos de Asociaciones Científicas y Grupos de Expertos.

En este sentido apoyado y respaldado por la opinión del Comité de Prevención de Accidentes de la Asociación Española de Pediatría quiero advertir los peligros de los castillos hinchables.

Con la llegada del buen tiempo proliferan como los champiñones los castillos hinchabes en las zonas de recreo infantil.

Ya hace varios años que se viene advirtiendo de los peligros de este tipo de atracciones por el encadenamiento de varios sucesos más o menos trágicos. Pongo algunos ejemplos que podéis leer clicando sobre ellos:

Y la más reciente, hace apenas unos días, “Muere un niño tras sufrir un accidente en un castillo hinchable”, en San José de la Rinconada, un pueblo de Sevilla.

Estos casos no son los habituales, aunque son los que mediáticamente tienen más repercusión. Casi siempre las lesiones se producen por caídas, tanto en el interior del castillo como hacia el exterior, y los choques entre niños. Las lesiones más frecuentes son las quemaduras por el roce con la lona del castillo, los hematomas, las fracturas y contusiones (de estos sí que he atendido varias). El traumatismo craneoencefálico es más grave pero, afortunadamente, menos frecuentes (podéis repasar los signos de alarma pinchando aquí).

Los mecanismos por los que se producen la mayoría de las lesiones son:

  • Falta de supervisión de un adulto. Cuando el castillo forma parte “una feria” suele existir esta persona, pero cada vez más está de moda llevar castillos hinchables en fiestas familiares, donde no se descuida la vigilancia.

  • Uso simultáneo por un gran número de personas a la vez. El peligro es mayor, por supuesto, si se mezclan niños de diferentes rangos de edad.

  • Desplazamiento del castillo por mal anclaje. Esto es especialmente frecuente en los días de mucho viento.

Por tanto, mis consejos para un “uso seguro” de los castillos hinchables son:

  • Asegurarnos de que existe un “vigilante responsable”.

  • El castillo está bien amarrado con las sujeciones reglamentarias.

  • Las condiciones climatológicas son favorables. ¡¡NO MONTAR EN DÏAS CON FUERTES RÁFAGAS DE VIENTO!!

  • Los niños son clasificados por edad para montarse.

  • El “aforo” está limitado y controlado.

Comparte esta información si piensas que puede ayudar a evitar algún accidente en los castillos hinchables.

¿Es aconsejable el uso del tacatá?

tacatá

Doctor, mi cuñada me quiere regalar un tacatá. ¿Qué le parece a usted?, ¿Es recomendable su uso?”

Mi respuesta: “Bueno, pues lo que me parece es que como no dudo de la buena intención de su cuñada, es mejor que en vez de regarlarle “un peligro”, le regale “un seguro”. Por ejemplo, una vacuna”.

Considero que es importante aclarar ciertas cuestiones sobre el uso del tacatá tras la “accidentada” consulta de ayer: dos niños con un traumatismo craneal al haber salido rodando escaleras abajo con el tacatá. Por cierto, os dejo las recomendaciones sobre qué debéis vigilar en un traumatismo craneo-encefálico, pinchando aquí.

¿Es recomendable el uso del tacatá?

La respuesta es rotunada y clara: NO.

Precisamente cuando unos padres están pensando en el uso de un andador o tacatá es porque quieren “liberarse” un poco de su bebé. Suelen, además, preguntarlo las familias que tienen un bebé muy inquieto, o de alta demanda, que se dice ahora. “Es que ya no puedo más”, me decís. Pues precisamente eso lo hace aún más peligroso. Repito, NO es recomendable el uso del andador, pero si lo utilizásemos debería ser precisamente bajo una estrecha vigilancia.

Como el bebé va sujeto por arneses al andador, cuando cae por las escaleras los hierros del tacatá protegen sobre todo las piernas del bebé. Es por esto que se suelen golpear, casi siempre, en la cabeza.

Incluso cuando no se caen y lo vuelcan, la altura que adquiere el niño que va montado en el andador, es justo la de la zonas salientes de las casas, sobre todo los picos de las mesas, con las que acabarán golpeándose antes o después.

Y lo que es peor, al ir montados en el tacatá, adquieren una autonomía de desplazamiento que no les corresponde a su edad. Esto puede hacer que lleguen a alcanzar objetos peligrosos (recipientes con agua caliente,…).

Creo que este ejemplo será muy clarificador: montar en un tacatá a un bebé es como dejarle una moto de 600 cc a una persona que nunca haya montado. El piñazo está asegurado.

Los datos oficiales son: según el Comité de Seguridad y Prevención de Lesiones Infantiles de la Asociación Española de Pediatría el uso del andador cuadriplica el riesgo de caída por una escalera, duplica el riesgo de fractura por caída por una escalera y además adelanta la edad de caída por una escalera de los doce a los ocho meses. También aumentan el riesgo de quemaduras y de intoxicaciones.

Incluso en algunos países como Canadá está prohibida su publicidad y comercialización.

Y, ¿andará antes si utiliza el tacatá?

Este es uno de los falsos mitos que hace que muchas familias utilicen el andador. Nada más lejos de la realidad.

Si a esa edad un bebé no anda es porque aun no está preparado. Es como pretender que un bebé de un mes diga “papá” si se lo repetimos continuamente.

A esta edad suelen estar en la fase de gateo e irse incorporando a ratitos, con sujeción. Esto hará que las piernas del bebé se vayan tonificando y vayan identificando su centro de gravedad y sus puntos de equilibrio.

Al utilizar en andador el niño identificará unos puntos de equilibrio que no son los “reales” cuando ande sin andador.

Comparte esta información si piensas que puede ayudar a otras familias.