Bebés de alta demanda.

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En otros tiempos estos bebés eran simplemente bebés llorones, más bien muy llorones, y punto.

¿Cómo que llorones y punto? ¿Sabe, doctor, lo que es no poder despegarme ni un momento de su lado, es un bebé lapa? Después de tenerlo en brazos dos horas de reloj para conseguir que se relaje y se duerma, es soltarlo en la cuna y parece que lo hubiese soltado en una cama con pinchos. Y no es sólo para dormir, en realidad son 24 horas al día. ¿Sabe, doctor, lo que es tener que ir a hacer pipí con el bebé en brazos? ¡Estoy desesperada! Me da vergüenza reconocerlo pero en más de una ocasión lo hubiese tirado por la ventana.”

Creo que muchas familias, especialmente las madres, sabéis a qué tipo de bebés me refiero, ¿no?

Es cierto, no todos los bebés son iguales, también los hay que son “comer y dormir” (podríamos decir, de baja demanda). Pero no es menos cierto que lo de alta o baja demanda depende de la personalidad y el grado de tolerancia de los cuidadores. Lo que para unos padres es normal para otros es insoportable. Igualmente es cierto que una mamá muy nerviosa y angustiada tiene menor grado de tolerancia al llanto de su bebé.

También me he encontrado que la mayoría de estos bebés de alta demanda se dan en padres primerizos. Quizás la experiencia de una crianza anterior tiende a relativizar los problemas y la seguridad de que acabará mejorando hace que nos tomemos las cosas con más tranquilidad a partir del segundo hijo. Una verdad como un templo es que nuestro primer hijo no se puede ni caer, el segundo si se cae lo ayudamos a levantarse, y el tercero si se cae ya se levantará solo.

Quizás el problema de los niños de alta demanda es que, además de lo agotador que puede resultar en algunos momentos (encadenar muchos días y, sobre todo, muchas noches sin descansar no es fácil) lo peor es el sentimiento de culpabilidad que pueden inducir las “buenasmadres”, “buenascuñadas”, “buenasvecinas” y “buenassuegras”. Todas ellas tuvieron bebés “perfectos”. Ya sabéis, el típico consejito: ¡¡No lo cojas en brazos cuando llora que se acostumbrará a los brazos!!

Un consejo: no conozco a ninguna madre de un niño de cinco años que se haya arrepentido de haber cogido a su bebé. Sin embargo, muchas comienzan a sentir mucha pena porque su hijo de cinco años ya no quiere que su mamá lo acune.

Cuando un bebé llora, como ya vimos en este post, suele ser por una de las tres necesidades básicas y suele bastar con satisfacerla:

  • O se ha hecho caca: limpialó.

  • O tiene hambre: dale de comer

  • O tiene necesidad de afecto: cógelo y disfruta de ello. Ten por seguro que es una etapa que pasa.

Pero en ocasiones parece que llora porque sí. No se calma ni estando limpio, ni con el pecho, ni cogiéndolo. Lloran y lloran. En estos casos es importante que sepamos turnarnos papá y mamá, para no entrar en bucle y fomentarnos la ansiedad entre nosotros mismos, o incluso apoyarse en otros miembros de la familia o amigos.

Comparte este post si piensas que se puede evitar que algunos bebés “puedan salir volando por la ventana”.

5 comentarios en «Bebés de alta demanda.»

  1. Que va! Doctor, si hubiera tenido un bebé de alta demanda, lo sabría! Y se lo cuenta una madre feliz y paciente, pero con un niño de altísima demanda.

  2. Pues yo según usted doctor soy de las raras mi segunda nena es para cortarse las venas no me puedo alejar y por lo general siempre en brazos con el primero le podía sentar en su mantita y el jugaba mirándome mientras yo hacía algo esta es hacer con ella llorando y toda la noche durmiendo en colecho con la tetita fuera y cada hora berreando y ya son 9 meses. Y la adoro peor aveces tengo solo ganas de llorar del agobio

  3. Pues en mi caso también es la segunda la que tiene alta demanda. La primera fue a la guarde con 14 meses y la segunda a los 8 meses la he llevado. Por lo menos desconectamos una de la otra y la verdad,nos va mejor,incluso aguanta más tiempo dormida. Ahora suele salir una vez por la noche y ha comenzado ha dormir siesta después de comer. Algo es algo

  4. Mi primera hija Mia murió en el parto. Mi segunda hija Yanela es de alta demanda. Yo soy igualmente primeriza, miedosa y nerviosa por las circuntacias, sola con la familia lejos y un marido autónomo q aunq no trabaje trabaja, una cesárea y una necrosis de cadera.
    Pues sí, Yo pensaba… la tiro por la ventana y se acabó el problema. Antes de eso despertaba a voces a mi marido q es de sueño super profundo y le decía … quedatela o la tiro por la ventena, a ti o me tiro. Diez minutos solo por favor q yo pueda cerrar los ojos. Y entonces bua bua bua, era peor así no podía dormir nadie.
    Recuerdo una noche q hablé con ella y le dije llorando… da igual todo lo q llores, da igual lo mal q estés, yo mi amor siempre voy a estar y siempre te voy a querer seas coml seas.
    Y parece q darle y decirle cuanto la amaba pese a todo ayudó mucho, siguió llorando unos mesesitos más pero nos lo tomamos mejor. Cuando deje de pensar q era algo q yo había comido, q no tenía leche, q era mala madre, q lo hacía todo mal, cuando me di cuenta q era lo mejor q ella tenía pq. Como yo nadie la iba amar.

  5. Mi niño de altísima demanda es el segundo y me siento agotada física y mentalmente. Por las noches veo todas las horas y de día alguna pequeña cabezadita y muy impertinente con un llanto que te taladra los oídos. No se entretiene con nada, apenas 5-10 minutos, lo que hace muy difícil atender a mi otro hijo, llevar la casa, las mascotas, o tiempo para una.
    Va para 5 meses y esto desespera mucho.

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