Las conjuntivitis.

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Cualquier afectación de los ojos por cualquier motivo suele generar mucha angustia. Las conjuntivitis en la infancia son muy frecuentes por ser muy contagiosas.

Acalararé ciertas dudas sobre las conjuntivitis:

¿Qué es?

La conjuntivitis es la inflamación de la conjuntiva (membrana que cubre “la parte blanca” del ojo y el interior de los párpados).

¿Cuáles son los síntomas?

El signo más típico es el enrojecimiento de la parte blanca del ojo.

La mayoría de las veces se acompaña de lagrimeo, y en ocasiones, de secreción ocular, que puede ser clara, como agua, o espesa ,como pus.

A veces, existe también picor ocular, fotofobia (molesta la luz), sensación de quemazón o sensación de tener algo en el ojo.

La visión no se afecta aunque a veces, por la secreción, la visión puede ser borrosa.

¿Por qué se produce?

Puede estar causada por infecciones (bacterias, virus y otros gérmenes), reacción alérgica (polen, ácaros del polvo, epitelios de animales) o por diversos productos químicos (cosméticos) o irritantes (polvo, humo).

Existen algunos datos característicos que orientan a cada una de estas causas:

  • conjuntivitis infecciosas: casi siempre afectan únicamente a un ojo, al menos inicialmente. La mayoría de las veces suelen ser víricas, pero cuando se contaminan por bacterias, la secreción suele ser espesa.

  • conjuntivitis alérgica: afectan a ambos ojos y no presentan secreción y suelen picar mucho.

  • conjuntivitis química o irritativa: dependiendo de la causa puede ser uni o bilateral, suele haber mucho lagrimeo y no tienen secreción.

¿Cómo se contagian?

Las conjuntivitis infecciosas se contagian entre personas , o se pasan de un ojo al otro, por contacto directo a través de las manos, …

También se pueden transmitir por las gotitas expulsadas al aire por la tos o los estornudos.

El tiempo que transcurre desde el contagio hasta el comienzo de los síntomas es variable y suele ser de entre 2 y 7 días.

¿Cómo se trata?

La medida más importante independientemente del tipo de conjuntivitis son los LAVADOS OCULARES FRECUENTES CON SUERO FISIOLÓGICO TEMPLADO. También puede ser útil para los lavados un remedio muy utilizado clásicamente, la manzanilla amarga.

Si se sospecha que la conjuntivitis es infecciosa es importante que, a la hora del lavado, el líquido escurra hacia la oreja de ese mismo lado, para evitar el contagio al otro ojo. También es importante recordar que debemos utilizar una gasa o paño diferente para la higiene de cada ojo, y desecharlo tras la limpieza.

Si se sospecha que la conjuntivitis es bacteriana, tras el lavado, deberemos poner un colirio antibiótico frecuentemente (cada 4 horas durante el día). Si la secreción es muy intensa, a veces, es necesario añadir una pomada antibiótica por la noche, para que se mantenga el efecto durante más tiempo.

Como en el caso de las conjuntivitis bacterianas la mejoría suele ser muy evidente en pocas horas o días, el mayor error en el tratamiento es suspender demasiado pronto el antibiótico. Debemos recordar que:

  • aunque la conjuntivitis mejoré muy rápido desde el inicio, hay que mantener el tratamiento antibiótico al menos durante 5 días.

  • aunque parezca estar afectado un solo ojo, conviene tratar los dos para evitar el contagio.

  • no se debe tocar el ojo afecto con el bote del colirio o la pomada.

Para la administración del colirio se debe colocar una gota en el ángulo interno de cada ojo y, a continuación, separar los párpados o decirle al niño que abra y cierre los ojos. De esa forma las gotas penetraran en el ojo por si solas.

¿Cuándo debo consultar?

Debemos consultar inicialmente con el pediatra para que éste intente determinar la causa.

Tras haber iniciado el tratamiento indicado por el pediatra deberemos volver a consultar si aparece dolor intenso en el ojo, visión borrosa constante, cambios en la visión o sensibilidad a la luz o si la zona de enrojecimiento, hinchazón o dolorimiento se extiende alrededor del ojo y del párpado.

¿Cómo se puede prevenir?

Para evitar el contagio de las conjuntivitis infecciosa debemos ser muy obsesivos con el LAVADO DE MANOS. Debemos insistirles a los niños que no se toquen el ojo y que se laven frecuentemente las manos. De igual manera, los adultos, deben lavarse las manos tras haber puesto el tratamiento a su hijo.

Las toallas del niño con conjuntivitis deben mantenerse separadas del resto de las de la familia y cambiarse a diario, hasta que la secreción ocular haya desaparecido.

Los niños con conjuntivitis bacteriana pueden volver al colegio tras un día completo de tratamiento.

En los casos de conjuntivitis vírica la vuelta al cole se retrasará más ya que no disponemos de ninguna medida eficaz para erradicar rápidamente al virus.

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La escarlatina.

Esta semana he atendido en la consulta (e incluso he recibido algún email desde el extranjero) a varias madres muy angustiadas porque desde el colegio les han enviado un papel informándoles de que en la clase de su hijo ha habido algún caso de escarlatina.
Voy a intentar aclarar ciertas dudas:

¿Qué es la escarlatina?
Es una enfermedad infecto-contagiosa, frecuente en la infancia y benigna actualmente por existir tratamiento antibiótico.

¿Es una enfermedad antigua?
Realmente siempre han existido casos y continúan existiendo. El motivo de por qué parece una enfermedad antigua es porque antes de que existieran los antibióticos era una enfermedad que podía provocar complicaciones y por tanto era muy temida.

¿Cuál es la causa?
La escarlatina es producida por el Streptococcus pyogenes del grupo A. Ese mismo germen es el causante más frecuente de las amigdalitis (“placas en la garganta” o “anginas”). En realidad el cuadro de escarlatina no es producido por el germen sino por las toxinas que libera.

¿Cuáles son los síntomas?
Además de los síntomas comunes a cualquier infección (malestar, decaimiento, inapetencia, …) existen una serie de síntomas típicos de esta enfermedad como son:
Inicialmente aparece dolor de garganta y fiebre alta, como en la mayoría de los cuadros de amigdalitis. Aproximadamente 12-24 horas después aparece un exantema o sarpullido (manchas en la piel) que típicamente es rasposo, la piel parece “papel de lija”. Estas manchas suelen comenzar por la cara (respetando el triángulo de la boca y la nariz) y posteriormente desciende por el tronco y las piernas, siendo más intenso en las zonas de pliegues (axilas, ingles, pliegues glúteos, …). Posteriormente, después de 7-10 días, suele descamarse esa piel, especialmente en la punta de los dedos y los pliegues.
Otro síntoma muy típico es que la lengua muy roja, con puntitos, como una fresa y los labios también muy rojos (a veces también se descaman).
Los ganglios del cuello también pueden estar inflamados.

¿Cómo se diagnostica?
En la mayoría de las ocasiones no es necesario realizar ninguna prueba, suele diagnosticarse sólo con una adecuada exploración.
A veces se pueden tomar cultivos de la garganta para demostrar el germen causante (streptococcus pyogenes del grupo A).

¿Cómo se transmite?
Se transmite a través de la saliva o a través de las gotas de Plfluge (gotitas de saliva que soltamos al hablar o toser).

¿Se puede prevenir, existe vacuna?
No existe vacuna para esta enfermedad.
La manera de evitar el contagio es como la de la mayoría de las enfermedades respiratorias, evitando compartir objetos que se introducen en la boca, y evitando el contacto estrecho.

¿Se puede volver a padecer?
Esta enfermedad, aunque no es lo habitual, se puede pasar varias veces porque existen varios tipos de toxinas.

¿Cómo se trata?
El tratamiento se hace con antibióticos habituales como la penicilina o la amoxicilina por vía oral. En la mayoría de las ocasiones utilizamos la amoxicilina durante 10 días.

¿Es grave, puede presentar muchas complicaciones?
El tratamiento antibiótico hace que actualmente las complicaciones sean excepcionales. De todas maneras las complicaciones que pueden existir son fundamentalmente la fiebre reumática y la glomerulonefritis (inflamación del riñón).

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El impétigo.

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Con el comienzo de los colegios y guarderías, y todavía con bastante calor, son frecuente algunas infecciones de la piel como el impétigo.

Aclararé algunas dudas:

¿Qué es el impétigo?
Es una infección de la piel producida por gérmenes que habitualmente viven en ella. Los más frecuentes son el Staphylococcus aureus y el Streptococo pyogenes.

¿Por qué se produce?
Algunas circunstancias como picaduras de insectos, lesiones por rascado, heridas, … inoculan estas bacterias al interior de la piel. Una vez en el interior por contacto directo, o bien por liberación de toxinas, producen lesiones ampollosas y costrosas.

¿A quién afecta?
Puede aparecer a cualquier edad pero es más frecuentes en niños entre 2 y 5 años.

¿Cómo se contagia?
El germen se transmite por contacto directo.Es muy contagioso. El propio niño puede extender la lesión mediante el rascado y pequeñas heridas en  piel sana.  El contagio también se produce por el transporte de las bacterias en la ropa, toallas, ropa de cama, utensilios escolares y otros objetos.
Algunos factores como el hacinamiento, las pequeñas heridas cutáneas, la higiene deficiente y el clima húmedo y cálido pueden favorecer la infección.

¿Cómo se manifisesta?, ¿cómo son las lesiones?
Existen dos tipos de impétigo:
– El impétigo contagioso (o costroso) comienza con una pequeña manchita roja en la piel que evoluciona a vesícula que en su interior tienen un líquidos espeso del color de la miel. Estás vesículas se rompen muy fácilmente y se transforman en costras. Normalmente afecta a la cara (comenzando casi siempre alrededor de la nariz o la boca) y las extremidades.

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– El impétigo ampolloso afecta sobre todo a los recién nacidos. Son lesiones que se presentan como ampollas grandes y frágiles localizadas sobre todo en el tronco, las extremidades y el área perineal.

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En cualquier caso estas lesiones de vesículas o costras no duelen y no dejan cicatriz. A veces se puede aumentar el tamaño de los ganglios de las zonas de alrededor.

¿Cuál es el tratamiento?
Inicialmente debemos lavar las lesiones con agua y jabón e intentar despegar las costras con aceite o vaselina.
En el caso de lesiones pequeñas utilizaremos un antibiótico tópico (mupirocina o ácido fucsídico).
Si las lesiones están muy extendidas (o en los recién nacidos) se asocia  antibiótico oral (cloxacilina, amoxicilina-clavulánico, cefuroxima)
El tratamiento suele prolongarse un total de 10 días.

¿Se puede prevenir?
Lo más importante es lavar bien las manos y cortar bien las uñas tanto de los niños como de sus cuidadores.
No compartir ropas, toallas, juguetes, … Si no se puede evitar el contacto con otros niños se puede cubrir las lesiones con gasas o vendas.
Debemos evitar llevar al niño a la guardería hasta que dejen de apraecer lesiones nuevas.

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La enfermedad del beso… o mononucleosis infecciosa.

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El problema fundamental de la mononucleosis infecciosa es que presenta síntomas comunes con algunas infecciones de garganta que mejoran con antibióticos. En este caso, es necesario hacer un diagnóstico correcto para evitar la toma de antibióticos, ya que podrían incluso empeorar los síntomas.

¿Qué es la mononucleosis infecciosa?

Es una enfermedad VÍRICA y muy frecuente en la edad pediátrica debido a su mecanismo de transmisión.

¿Cuál es la causa?

Puede ser producida por muchos virus pero los más frecuentes son el Virus de Epstein Barr (VEB) y el citomegalovirus (CMV).

¿Cuáles son los síntomas?

Aunque en muchas ocasiones, especialmente en los niños más pequeños,  puede pasar desapercibida, los síntomas de la mononucleosis infecciosa son:
   – La fiebre es más prolongada que en otras virasis (suele durar entre una y dos semanas).
   – El cansancio, la falta de apetito,…son síntomas inespecíficos y comunes a otras virasis pero, en este caso, suelen ser más marcadas.
   – También es frecuente el aumento del tamaño de los ganglios (especialmente los del cuello) y en ocasiones, del hígado o del bazo.
   – Pero quizás, lo más característico, es dolor de garganta y un exudado faríngeo («placas en la garganta») que no responden a la toma de los antibióticos habituales. Es más, a veces, la toma de antibióticos provoca un exantema (manchas en la piel) o hace que empeore si ya estaba presente.

¿Cómo se diagnostica?

En la mayoría de las ocasiones no es necesario realizar ninguna prueba. Suele diagnosticarse sólo con una adecuada historia clínica y la exploración del médico.
A veces, puede ser necesario la realización de una analítica sanguínea, donde podemos observar unos glóbulos blancos característicos (los médicos los llamamos “linfocitos atípicos o activados”) y elevación de las transaminasas.
En casos más confusos, se puede pedir una analítica sanguínea más especial para demostrar el contacto con los virus que más frecuentemente la provocan (CMV o VEB).

¿Cómo se transmite?

De aquí el nombre característico de enfermedad del beso ya que se transmite persona a persona a través de las secreciones de la vías respiratorias, fundamentalmente la saliva. Se requiere que el contacto sea estrecho, por eso es más frecuentes entre adolescentes y en niños pequeños, que comparten objetos (chupetes, botellas, juguetes, …) que previamente han chupado.

¿Se puede prevenir, existe vacuna?

No existe vacuna para esta enfermedad.
La manera de evitar el contagio es, como la de la mayoría de las enfermedades respiratorias, evitando compartir objetos que se introducen en la boca, y evitando el contacto estrecho.

¿Cómo se trata?

No existe un tratamiento específico. Todo lo que hacemos es tratamiento sintomático, para aliviar. Es recomendable una buena hidratación, y normalmente se prescribirán analgésicos-antiinflamatorios como el ibuprofeno, especialmente para aliviar el malestar general y el dolor de garganta.

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Dolor de oídos en verano: otitis externas.

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Con la llegada del verano se multiplican las consultas por dolor de oídos. En esta época del año son muy frecuentes las otitis externas, también llamada otitis del nadador o de las piscinas.
Estas otitis no tienen nada que ver con las otitis medias, más propias del invierno, cuando en  el contexto de un catarro se acumula moco “dentro del oído”.
Aclararé algunas dudas sobre las otitis externas:

¿Por qué se producen?

Se producen porque un exceso de humedad favorece que la piel del conducto auditivo se irrite y, la flora del conducto, produzca una infección. Por tanto, son otitis más propias del verano, por pasar demasiado tiempo “a remojo”, especialmente en niños con el conducto irritado por el rascado o por el uso de bastoncillos.

¿Cuáles son los síntomas?

Aunque a veces va precedido de picor de oídos, el síntoma principal es el DOLOR DE OÍDO, que generalmente es MUY INTENSO. El dolor aparece o empeora simplemente con rozar la oreja, o al masticar. Puede existir mucha inflamación del conducto y por tanto tener sensación de taponamiento o sordera.
A veces aparecen ganglios en la zona de delante de la oreja  y, en ocasiones, puede salir una secreción acuosa a través del conducto auditivo que posteriormente se puede espesar, con aspecto de pus.
Las otitis externas no suelen producir fiebre y no son contagiosas.

¿Cuál es el tratamiento?

Para aliviar el dolor se pueden utilizar analgésicos habituales como el ibuprofeno y el paracetamol, pero el tratamiento consiste en gotas antibióticas (casi siempre ciprofloxacino) que pueden asociar  corticoides si el conducto está muy inflamado.
En raras ocasiones es necesario recurrir a antibióticos por vía oral.
Durante los días de tratamiento es importante que el oído no se moje.

¿Se pueden prevenir?

Tras sumergirse en el agua conviene que los niños se sequen bien las orejas utilizando una toalla.
¡¡NO UTILIZAR BASTONCILLOS!! Los oídos se limpian solos, tienden a expulsar la cera espontáneamente y además, conviene recordar, que la cera tiene una función protectora.
En niños propensos a este tipo de otitis puede recomendable el uso de tapones (aunque no les suelen gustar mucho) y se debe ser especialmente obsesivo con el secado del oído, incluso con un secador si hace falta.
También se puede utilizar como medida preventiva vinagre de manzana (ácido acético al 2%) diluido a la mitad con suero fisiológico, siempre y cuando el niño no tenga una perforación timpánica ni sea portador de tubos de ventilación.

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Otra vez… ¡¡¡¡PIOJOS!!!!

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Existe la falsa creencia de que una vez que se termina el curso escolar desaparecen los piojos.
Nada más lejos de realidad. Muchas veces las actividades del verano (baño en piscina, campamentos escolares, …) hacen que el contacto de los niños sea más estrecho y, por tanto, aumentan las posibilidades de trasmisión.

Intentaré aclarar ciertas dudas y desterrar ciertos mitos:

¿Qué son los piojos?

Son unos insectos que infectan EXCLUSIVAMENTE a los humanos. Realmente existe más de 300 especies de piojos pero cuando habitualmente hablamos de los piojos nos referimos a la pediculosis capitis, es decir, a los piojos que infectan la cabeza de los humanos.
Existen otros dos tipos de piojos que infectan a los humanos: piojos del pubis (ladillas) y piojos del cuerpo.

¿Cómo se transmiten?

Los piojos no saltan, ni vuelan, ni infectan a otros animales.
Se desplazan rápidamente por el cabello de un pelo a otro si está seco. En el pelo húmedo se mueven más torpemente y son más fáciles de eliminar. Por tanto se transmiten por el contacto directo del pelo de dos personas, aunque se pueden transmitir por peines, gorros, toallas, ropa de cama, …

¿Cómo se reproducen?

Los piojos adultos ponen los huevos cerca del cuero cabelludo, ya que el calor y la humedad de éste ayudan a la incubación del huevo. A los 7-10 días, de ese huevo, saldrá un piojo joven. La capacidad multiplicativa es muy alta ya que aproximadamente una de cada diez liendres es hembra, y cada hembra pone unos diez huevos al día durante 3-4 semanas.
Necesitan ingerir sangre humana varias veces al día y NO pueden vivir fuera del cuerpo humano más de uno o dos días.

¿Cuáles son los síntomas?

El síntoma típico es el PICOR, especialmente en la zona retroauricular, en la nuca y en la coronilla. A veces se producen pequeñas heridas por el rascado que pueden incluso sobreinfectarse.
Afectan principalmente a las niñas y especialmente entre los 3-8 años.

¿Cómo se diagnostica?

Se diagnostica por la visualización directa del piojo. Es conveniente buscarlos con el pelo húmedo ya que así se mueven más lentamente.

¿Cómo se trata? 

Existen múltiples maneras de tratar los piojos desde los remedios más caseros (vinagre, …) hasta tratamientos farmacológicos (antibióticos, …).

Ante la confirmación de la infección por piojos, el tratamiento más utilizado, consiste en aplicar permetrina al 1% y pasar la lendrera tras la aplicación y 12 horas después. Después se debe continuar durante 2 semanas pasando la lendrera a diario y volver a aplicar permetrina al 1%.
De esta manera suelen controlarse la mayoría de las pediculosis. De hecho, si no se controla, se debe acudir al pediatra porque pueden ser necesarios otros tratamiento más complejos.

¿Se pueden prevenir?

NO se debe prohibir a los niños infectados que vayan al colegio, club, … ni se deben administrar preventivamente lociones antipiojos (esto es una costumbre muy frecuente que es innecesaria).
Sólo deben tratarse los niños en los que se confirme la infección.
Se deben lavar con agua caliente la ropa, peines, … sospechosos de haber estado en contacto con los piojos y lo que no de pueda limpiarse de esa manera debe guardarse durante unos días en bolsas de plástico.

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LA GASTROENTERITIS

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Debido a las inmumerables visitas que he tenido que hacer estos días por este motivo «me veo obligado» a aclarar ciertas dudas:

¿Qué es la gastroenteritis?
La gastroenteritis es una de las enfermedades más comunes en la infancia, que consiste en la inflamación de la pared intestinal (enteritis) y, a veces también, de la pared del estómago (gastritis).

¿Cómo se transmite?
Aparece en brotes debido a su mecanismo de transmisión fecal-oral, es decir, se transmite a través de la saliva y de restos de las deposiciones. Por tanto, conviene para prevenir el contagio, que los niños no compartan biberones, botellitas, cañitas, … y que los adultos después de limpiar la diarrea a un niño se laven bien las manos para eliminar todas las partículas víricas que pudiesen haber quedado.

¿Cuál es la causa?
La causa más frecuente, con mucho, son los virus, especialmente el ROTAVIRUS. En muy pocas ocasiones se producen por bacterias, las más frecuentes y conocidas son SALMONELLA y SHIGELA.

¿Cuáles son los síntomas?
Se pueden manifestar con vómitos y diarrea o sólo diarrea. La diarrea suele ser muy acuosa. En ocasiones también se acompañan de dolor abdominal (retortijones) y fiebre, puesto que son producidas por virus.
Si la fiebre es muy alta o en las deposciones hay sangre, moco o pus hay que descartar que la causa en este caso sea una bacteria.

¿Qué debemos vigilar?
Ante una gastroenteritis lo único que debemos garantizar el es adecuado estado de hidratación del niño. Una manera fácil de asegurarnos de que el niño sigue bien hidratado es mirando su lengua, sus ojos y los pañales. El niño estará bien hidratado si su lengua está húmeda, sus ojos sueltan lágrimas cuando llora y moja los pañales de pipí. 
Si el niño se encuentra muy decaído, tiene los ojos hundidos, la lengua seca o no hace pipí, se encuentra deshidratado por lo debemos acudir rápidamente a su pediatra.

¿Cómo se trata? 
Se trata de un proceso autolimitado, es decir, que la mayoría de las veces se resuelven en pocas horas (o días) y casi nunca es necesario utilizar medicación. En ocasiones, como mediada de confort, utilizamos los analgésicos-antitérmicos (paracetamol) para aliviar el dolor abdominal y la fiebre. Pero casi nunca utilizamos fármacos para cortar los vómitos debido a que pueden tener efectos secundarios muy desagradables.

¿Le puedo dar aquarius, coca cola batida, zumos, …?
Afortunadamente la mayoría de los niños no se llegan a deshidratar en un proceso de gastroenteritis y por eso, aunque hayamos utilizado en ocasiones esas bebidas, no ha ocurrido nada, pero lo cierto es que NO deberíamos utilizarlas puesto que no están pensadas para estas situaciones. El aquarius está pensada para deportistas, para reponer las pérdidas que se tienen a través del sudor, aporta gran contenido de azúcar y pocas sales minerales. La coca cola, ni siquiera sabemos su composición («el secreto mejor guardado») pero lo que sí sabemos es que contiene igualmente mucha azúcar y pocas sales minerales y precisamente en la diarrea lo que se pierden son muchas sales minerales. Por tanto los correcto es utilizar SOLUCIONES DE REHIDRATACIÓN ORAL (afortunadamente hoy día disponemos de gran variedad de sabores e incluso de texturas), dándoselas en pequeños sorbitos cada 5-10 minutos y siempre habiendo esperado al menos media hora tras el último vómito.

¿Cuándo y qué podemos darles de comer?
La reintroducción de la alimentación habitual debe ser precoz, es decir, en no más de 4-6 horas conviene que le niño esté comenzando a comer su comida habitual. De esta manera la mucosa intestinal se recuperará antes.
En el caso de los bebés que estén tomando lactancia materna lo único que hay que hacer es fraccionar las tomas, es decir, darle más veces pero tomas más pequeñas. De igual forma los bebés que tomen leche de fórmula deben sólo fraccionar la toma pero no debemos utilizar leches especiales ni aguar la toma.
En el caso de los niños más grandecitos conviene que hagan una dieta normal pero sin grasas y azucares refinados. Algunos de los alimentos más adecuados, más apetecibles y que mejor se suelen tolerar son el pan, las galletas,…

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Mi hijo tiene otra vez… LOMBRICES!!!!

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Esta parasitosis es muy frecuente en todas las zonas del mundo y continúa afectando a muchos niños independientemente de la clase social. Como la contagiosidad en escuelas y guarderías es alta suele generar mucha angustia.
Intentaré aclarar algunas dudas:
¿qué son las lombrices?
Son unos gusanos muy pequeños (4-5 mm), blanquecinos, llamados oxiuros, que sólo afectan a los humanos (el resto de los animales ni lo padecen ni lo transmiten).
¿cómo se transmite?
A través de las manos de las personas infectadas, casi siempre en las uñas. También a través de cualquier objeto las personas infectadas hayan  podido tocar (juguetes, ropa, toalla, vasos, …).
Varias semanas después de la infección las hembras ponen huevos, que llegan hasta el intestino delgado donde salen las larvas y éstas al llegar al intestino grueso adoptan el aspecto característico de “pequeñas lombrices blancas”.
Los huevos suelen ponerlos por la noche, alrededor del ano, produciendo un picor muy intenso que hace que el niño se rasque y por tanto se contaminan tanto la ropa interior, el pijama, la ropa de cama y sobre todo las uñas del niño, que hará que al día siguiente pueda transmitir esos huevos a cada objeto que toque.
¿cuáles son los síntomas?

El síntomas principal es el picor, fundamentalmente en la región anal, sobre todo por la noche, por lo que se suelen poner muy irritables, con sueño muy intranquilo.
A veces, en las niñas, también producen picor del área genital (vaginal).
Otros síntomas, que clásicamente se han asociado a las lombrices,  como el rechinar de dientes (bruxismo) o el dolor abdominal, son realmente raros.
¿cómo se diagnostica?
Casi nunca se realizan pruebas para llegar al diagnóstico, ya que los síntomas suelen ser suficientes para hacer el diagnóstico.
A veces son los propios cuidadores quienes refieren haber visto “unos hilillos blancos que se mueven” en el ano o en las deposiciones.
En pocas ocasiones hay que realizar el Test de Graham que consiste en poner un trozo de celofan en el ano, sobre todo a primera hora de la mañana, para ser después observarlos al microscopio.
¿se puede prevenir el contagio?
En ocasiones es difícil pero se ha de insistir mucho en la higiene de manos sobre todo tras ir al baño y, por supuesto, antes de comer. Además es conveniente también que los niños lleven las uñas muy cortas y limpias.
También hay que lavar la ropa interior y la ropa de cama con agua caliente.

En los niños más pequeños se pueden utilizar pijamas cerrados para evitar el rascado y los huevos no pasen a las uñas.
¿cómo se trata? 
El fármaco más utilizado es el mebendazol, que es muy eficaz para las lombrices adultas, pero ningún fármaco es eficaz para destruir los huevos. Es importante recordar, por tanto, que debemos utilizar una segunda dosis aproximadamente 2 semanas para matar las nuevas lombrices que hayan salido de los huevos que hubiesen quedado.
Conviene señalar la importancia de tratar a todos los convivientes del domicilio para cortar la cadena de contagio.

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¿Doctor, está mi hijo protegido de la difteria?

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Esta es una pregunta que me están haciendo los padres frecuentemente a raíz del caso del niño hospitalizado de 6 años de Olot (Girona).
Afortunadamente en mi vida profesional no he tenido que asistir ningún caso de difteria pero me gustaría aclarar que:
– Es una enfermedad infecto-contagiosa, producido una bacteria llamada Corynebacterium dihtheriae.
– Se transmite a través de la saliva o a través de las gotas de Plfluge (gotitas de saliva que soltamos al estornudar o toser.
– Es una enfermedad que afecta exclusivamente a los humanos, fundamentalmente a niños menores de 5 años y adultos mayores de 60.
– Existen básicamente 2 formas de presentarse, la difteria clásica que afecta fundamentalmente a la laringe y las amígdalas, produciendo gran inflamación del paladar unas pseudomembranas grisáceas que pueden obstruir la vía respiratoria y que además se puede acompañar de afectación del corazón, los riñones y de polineuritis (inflamación de los nervios) y la difteria cutánea en la que se produce una infección casi siempre leve de la piel.
– Los síntomas son inicialmente un fuerte dolor de garganta y posteriormente puede haber dificultad para respirar, tos y dificultad para tragar. También aparece fiebre e hinchazón de los ganglios del cuello

Dicho todo esto, ¿existen motivos para alarmarse? Afortunadamente,  NO.
El calendario de vacunación español incluye el toxoide de la difteria, casi siempre en combinación con la del tétanos y la tos ferina. Se administran 3 dosis en el primer año (a los 2, 4 y 6 meses), otra dosis entre los 15-18 meses.  Otra dosis a los 4 años y una de refuerzo a partir de los 12 años. Posteriormente, en adultos, se recomienda una dosis (junto con el tétanos) cada 10 años.

En España se calcula que alrededor del 95% de la población está protegida contra la enfermedad. Pero sí es el momento de recordar la IMPORTANCIA DE LA VACUNACIÓN. Afortunadamente se están consiguiendo tasas de vacunación muy altas, de tal manera que incluso los niños no vacunados se “aprovechan” de esa inmunidad de grupo, como comentamos en el artículo de la varicela.
En España, a principios del siglo pasado morían cada año unas 5.000 personas a causa de la difteria y gracias a la vacunación masiva  se había conseguido que en España el último caso de difteria se produjese en 1987. Y así con otras tantas enfermedades como el tétanos, la tosferina, la polio, hepatitis, … que están incluidas en el calendario vacunal.
Son probablemente las vacunas los fármacos que más controles (ensayos clínicos) pasan antes de aprobarse para ser administradas por tanto animo a  COMPLETAR EL CALENDARIO VACUNAL  recomendado por el Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría.

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