¡¡¡Hay que lavarse las manos!!!

lavado manos

Este es un tema clave.

En los post de “10 sencillos consejos para los niños con dermatitis atópica” y en el de “¿el baño de los bebés debe ser a diario?” ya comenté que el «exceso de higiene» no es recomendable.

Pero hoy quiero insistir en otro mensaje.

Una cosa es que no sea recomendable el baño diario y otra muy distinta es admitir que LAVARSE LAS MANOS VARIAS VECES AL DÍA ES MUY IMPORTANTE.

Si ha habido dos hitos importantes en la historia de la medicina reciente que han cambiado radicalmente el curso de algunas enfermedades, sin duda, estos han sido:

– El lavado de manos, ya que el 80% de las infecciones habituales se transmiten por las manos como hemos visto en los post de la laringitis, la conjuntivitis, la bronquiolitis, la gastroenteritis,…. El lavado de manos es tan importante que año tras año la Organización Mundial de la Salud celebra cada año, el día 5 de mayo, el día mundial del lavado de manos con lemas como “Salvar vidas está en tus manos”.

Universalización de las vacunas: es muy evidente la drástica disminución e incluso erradicación de enfermedades como la polio, la difteria, las meningitis, …

Tal y como nos recuerda la Asociación Española de Pediatría es MUY IMPORTANTE lavarse las manos:

Cuando veamos que las manos están sucias (de Perogrullo, ¿verdad?).

Antes de comer.

Antes de preparar el biberón o dar el pecho.

Después de tocar un animal, sus excrementos u otros residuos.

Antes y después de preparar la comida, sobre todo si se manipula carne cruda.

Antes de ponerse o quitarse las lentillas.

Después de usar el váter o asear a un niño (ayudarlo a limpiarse o cambiar los pañales).

Después de sonarse los mocos, toser o estornudar sobre las manos.

Antes y después de curar heridas o cuidar a una persona enferma o lesionada.

Después de manipular productos químicos, o cualquier cosa que pueda estar contaminada.

Una vez más recordaré que los niños son nuestros grandes imitadores por lo que debemos ser ejemplo y modelo para ellos, es decir, con ellos lo más eficaz es predicar con el ejemplo. NO PODEMOS EXIGIR QUE NUESTROS HIJOS SE LAVEN LAS MANOS SI NOSOSTROS NO LO HACEMOS.

Y, aunque también parezca de Perogrullo, es importante repasar la técnica del lavado de manos:

Debe quedar claro que se debe usar agua y jabón. Con el agua sola no se eliminan los gérmenes.

Tras humedecernos las manos con agua, aplicaremos jabón y frotaremos enérgicamente una mano contra la otra durante al menos 20 segundos, consiguiendo espuma abundante, y después aclararemos con agua abundante.

Después debemos secarnos con un secador una toalla limpia y seca.

Insistiré una vez más.

Las medidas más importantes paras mejorar la salud de nuestros niños son:

“Aumentar las defensas”: con una alimentación sana y equilibrada (dieta mediterránea) y con la administración de las vacunas.

“Prevenir las infecciones”: con el lavado de manos y, si la logística familiar lo permite, evitando la asistencia a guardería como ya vimos en este post.

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¿Qué agua es la mejor para preparar biberones?

AGUA BI

Hasta lo más simple nos plantea dudas a la hora de cuidar nuestro bebé.

¿Necesita agua nuestro bebé?, ¿cuánta necesita?

Como ya vimos en este post, en condiciones normales, si un bebé toma pecho o biberones bien preparados (1 cacito raso de polvo de leche por cada 30 ml de agua) no necesita más agua. En determinadas condiciones donde haya una pérdida extraordinaria (vómitos, diarrea, sudor excesivo,…) sí podría ofrecerse agua extra.

Pero las dudas continúan.

¿Puedo utilizar agua del grifo para preparar el biberón?

Como norma general debemos considerar que si en la zona donde vivimos el agua del grifo es potable, puede ser utilizada para el consumo humano y para la preparación de biberones.

Pero, ¿debe hervirse?

Con el sistema de cloración es ABSOLUTAMENTE IMPROBABLE que el agua esté contaminada por virus o bacterias, por tanto, NO SERÍA NECESARIO HERVIRLA.

Pero debemos considerar que las leyes españolas no obligan a detectar parásitos. Es por esto que hay quien recomienda hervirla.

Si el agua se hierve durante más de 5 minutos puede aumentar la concentración de nitratos, que no son recomendables. Por este motivo, si se hierve el agua, la OMS recomienda que sea durante aproximadamente un minuto. Y, por supuesto, se debe dejar enfriar hasta que esté tibia antes de añadir el polvo de la leche.

Si se calienta en microondas, debemos agitar bien el contenido  y comprobar SIEMPRE la temperatura de la leche antes de dársela al bebé, ya que el calentamiento no es uniforme y podemos provocar quemaduras.

¿Qué agua mineral es mejor?

Ya hemos visto que NO necesariamente, salvo que vivas en una zona de España cuya agua una cantidad demasiado elevada de sales minerales y sustancias que no son adecuadas para el organismo del bebé. Puedes consultar aquí  las características de las aguas de España.

Si se utiliza agua mineral es recomendable que el agua sea de mineralización débil, es decir, cuanto menos sodio, potasio, cloro,… contenga mejor, ya que así el riñón de tu bebé tendrá que trabajar menos para depurar.

El agua mineral no será necesario hervirla siempre y cuando la manipulemos bien (no chupar la boquilla,…)

Existen muchas aguas minerales en el mercado que indican en la etiqueta su idoneidad para la preparación de biberones. De todas maneras, si tienes dudas, puedes consultar la composición de las aguas embotelladas pulsando aquí.

Comparte esta información si piensas que puede ser útil para algunas familias.

 

Los Reyes Magos NO son los padres.

Creo que en el post Diez frases que no debes decirle JAMÁS a tu hij@, podría añadir una más, que es: “los Reyes Magos son los padres”.

No quiero decir que haya que engañarles. Una vez que lo descubran habrá que intentar hacerles entender que todo “el engaño” era por mantener una bonita ilusión. Para entender esto puede ayudar hacerles cómplices de mantener el secreto respecto a otros hermanos o primos más pequeñitos.

Pero ese día se habrá ido al traste una de las mayores ilusiones que tiene un niño, se habrá desvanecido para siempre la noche más mágica para ellos: la noche de los Reyes Magos.

Esa noche que les decimos que deben ir tempranito a la cama y que les resulta casi imposible conciliar el sueño porque están absolutamente emocionados tras haber visto a los Reyes Magos en la cabalgata. Esa noche que no paran de pensar cómo harán los Reyes para llegar a tiempo a la casa de todos los niños. Esa noche en la que nos ayudan a dejar en la mesa del salón tres copitas de anís y una bandeja de polvorones para Sus Majestades y que “mágicamente”, a la mañana siguiente, están prácticamente vacías y, al lado, varios envoltorios de los polvorones y sus migajas. Esa noche en la que todos hemos tenido, en algún momento,  la sensación de haber visto la capa de un Rey Mago que se marchaba rápidamente de nuestra casa. Esa noche en la tu hijo deja los zapatos bajo el árbol de navidad con la seguridad que a la mañana siguiente los encontrará llenos de caramelos.

Esa noche…  y también ese día, el día de Reyes.

Ese día que tu hijo se levanta y corre emocionado hasta el árbol de Navidad para ver sus regalos. Ese día que su cara es una explosión de emociones mientras abre los regalos. Ese día que tu hijo te dice “mira papá, se han bebido el anís y han comido algunos polvorones…” y sigue abriendo regalos ingenuamente. Y vuelve al árbol y grita: “mira, y me han llenado los zapatos de caramelos…”

Sí, todo se habrá ido al traste tras descubrir “el engaño”. Ya nunca será igual. A partir de ese momento el día de los Reyes Magos pasa a ser un día más en el que reciben y/o recibimos regalos (como en el cumple, como en el santo, como en San Valentín,…). Un día más, con más carga comercial y consumista que otra cosa. Otro invento de la sociedad de consumo.

Ya nunca se vuelve a disfrutar igual el día de  los Reyes Magos…

Bueno, perdón, sí que se puede volver a disfrutarlo, y quizás más que antes, cuando uno se convierte en el Rey Mago. Todos los padres (también titos, abuelos,…) que lo habéis experimentado ya sabéis de qué estoy hablando. Para los que este año será su primera vez os advierto que la sensación vuelve a ser indescriptible. La noche vuelve a ser mágica. Incluso desde varios días antes. Uno se convierte en Rey Mago en esas compras a escondidas de tu hijo, en esa forma de buscar escondites imposibles en la casa, en esa forma de envolver y colocar regalos mientras duermen, y sobre todo, en esa forma de intentar averiguar cuál es el regalo preferido por tu hijo sin preguntarlo directamente.

Esta es una de las claves. Ir a comprar directamente el regalo con la persona que lo va a recibir hace que se pierda todo el encanto, toda la magia. En ese momento se es “Rey”, pero no “Mago”.

Saber a ciencia cierta qué te encontraras bajo el árbol de Navidad la mañana de Reyes es como ver la repetición de un gol, como ver un partido en diferido, como que te cuenten el final de un libro o una peli… Se pierde lo más bonito: la ilusión, el factor sorpresa,…

Los Reyes Magos son los padres cuando sabemos quién y qué nos van a regalar.

Los Reyes Magos existen cuando recibimos un regalo inesperado.

Por favor, regalad algo inesperado, ESO SERÁ UN GRAN REGALO.

Por favor, cuidad todos los detalles para ser los “Reyes Magos” de vuestros hijos el mayor tiempo posible, ESA INOCENCIA LES HARÁ MUY FELICES.

¡¡Comparte!!

Diez frases que no debes decirle JAMÁS a tu hij@.

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Hoy, tras observar perplejo la regañina que le ha caído a un niño en la consulta, me vino a la mente el post de Tatiana Ivanko, que tanto éxito tuvo hace unos meses en las redes sociales, llamado El método del “bolígrafo verde”.

Básicamente habla de la costumbre de resaltar con bolígrafo rojo lo que no es correcto. Esa tendencia de resaltar la parte negativa de las cosas perdura hasta la etapa adulta y esa es una de las razones de nuestra sensación de insatisfacción en la vida. Ella propone resaltar “en verde” las partes positivas, que seguramente al analizarlas son muchas más que “las rojas”.

Lo podéis leer haciendo click aquí.

Siguiendo esa corriente hoy quiero proponer 10 frases que debemos intentar NO DECIRLE JAMÁS A UN NIÑO:

1- “A ver si aprendes de tu amigo Pablo”. Esto no hará que el niño se fije en cómo lo hace Pablo, sino más bien lo contrario, provocará una reacción de rechazo por envidia a Pablo.

2- “Eres muy malo”. Estaremos estigmatizando al niño, convenciéndolo de esa afirmación. Acabará convenciéndose de que es malo.

3- “Eres un mentiroso”. Igualmente, lo estigmatizará, y además el acabará convencido de que es un mentiroso. Acabará mintiendo porque el asume el rol de mentiroso.

3- “No vas a aprender nunca”. Esta afirmación frenará una de las cosas más bonitas que tiene la infancia, las ganas de aprender. Reprime al niño, lo convierte en incapaz.

4- “Si sigues haciendo eso, no te querré”. Esta sí es realmente una afirmación peligrosa para el autoestima de un niño. Debe quedar muy claro que nosotros los queremos PORQUE SÍ, SIEMPRE, INCONDICIONALMENTE. Eso no significa que no debamos intentar modular su comportamiento, pero con el amor no se chantajea.

5- “No me quieres nada”. Es el lado contrapuesto al punto anterior. Debe quedar claro que con en el amor no caben chantajes.

6- “Eres un desastre”. Nuevamente asumirá éste como su papel, pensará que nosotros pensamos realmente eso de ellos y lo acabarán asumiendo.

7- “Sólo me das disgustos”. Esta es una frase peligrosa. Puede hacer que el niño interprete que es una carga para nosotros.

8- “Verás como se lo diga a papá”. (O el caso contrario: “Verás como se lo diga a mamá”). No debemos hacer que el vea a uno de los padres como “el malo”. Debe ver que hay sintonía entre los padres, así se sentirá mucho más seguro. Si observa que ambos le dicen los mismo acabará convencido de que es eso lo que le conviene y no depende de quién sea.

9- “No llores”. No debemos hacer que reprima sus sentimientos. Si tiene que llorar que llore, que se desahogue. Debemos acompañarlos y protegerlos pero “no son más hombres si no lloran”. No debemos frenar sus sentimientos.

10- “Bien hecho, buen trabajo”. Esta vez pensaréis: ¿pero no es bueno animarlos?. Sí, claro. Un elogio en un momento adecuado es siempre bueno. Pero decirle continuamente, por cada cosa que hace, “buen trabajo” hace que pierda sentido. Es mejor reforzar cosas concretas: “me gustó mucho cuando compartiste tus galletas con Alejandra”.

Ni que decir tiene que todas estas frases, dichas a viva voz en público, especialmente delante de su grupo de iguales tienen un efecto mucho más devastador. Ahí si que habremos roto su autoestima. Asumirán delante de todos el mundo que ellos son así.

Si crees que esta información pueden ayudar a otras familias en la crianza de sus niñ@s,  compártela.

Doctor, a mi hijo le duele la cabeza, ¿tengo que preocuparme?

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Como ya vimos en el post del traumatismo craneoencefálico, los síntomas neurológicos es algo que preocupa mucho a las familias.

Intentaré aclarar el tema.

La preocupación de las familias es “que tenga algo dentro de la cabeza”. Pues, precisamente, la gran mayoría de los dolores de cabeza se originan en estructuras de “fuera de la cabeza”: en los nervios, los vasos sanguíneos y los músculos que recubren la cabeza y el cuello, en los senos paranasales, en los ojos, en los dientes,…

Generalmente el dolor de cabeza es un síntoma más de un proceso infeccioso (faringitis, otitis, gastroenteritis, laringitis, catarro,…). Es frecuente que cuando un niño tiene fiebre se queje de dolor de cabeza. Lo que ocurre es que cuando son demasiado pequeños no son capaces de expresarse y no lo pueden decir, simplemente notamos que están más irritables.

 

Además de las infecciones, existen otros factores que, al igual que en los adultos, pueden desencadenar dolor de cabeza: saltarse alguna comida, el estrés (¡¡no olvidéis que la agenda de los niños de hoy día está casi más apretada que la nuestra!!), falta de sueño, cambios hormonales (“la regla”), ver durante mucho tiempo las pantallas (televisión, tablets, ordenador, videoconsolas, …), defectos de refracción (hipermetropía, miopía, …), pequeños golpes en la cabeza (si nos damos un golpe en el brazo nos duele el brazo así que si nos damos un golpe en la cabeza, también es normal que nos duela la cabeza. Parece de Perogrullo pero no sabéis la cantidad de visita a Urgencias que esto genera: “Doctor traigo a Pablito porque se queja de la cabeza”. Y yo. “¿Se ha dado algún golpe?”. La madre: “sí, esta mañana se cayó del columpio y se dio en la cabeza”. Y en ese momento, y sin que yo tenga que volver a hablar la madre “Claro, si se ha dado en la cabeza, es normal que le duela la cabeza, ¿verdad, doctor?” Y visita terminada. Ya solo falta darle a Pablito la pegatina de los valientes).

 

Pero existen dos tipos de dolores de cabeza, relativamente frecuentes en niños que debemos conocer:

  • Cefaleas tensionales: aparece en situación de preocupación y/o nerviosismo, por contractura muscular. Los niños se suelen quejar de la frente o de la zona lateral de la cabeza., “como si le apretasen”
  • Migrañas o jaquecas: Es recurrente. Es un dolor pulsátil, “como golpes con un martillo”. En un 90% de los casos suele haber antecedentes familiares. Puede acompañarse de nauseas y/o vómitos, visión de luces, sensibilidad a la luz, al ruido y a los olores fuertes.

 

Si el niño se queja de la cabeza, ¿Qué debemos hacer?

  • Buscar un sitio cómodo y tranquilo para el niño (una habitación a oscuras, silenciosa).
  • A veces les alivia un paño húmedo sobre la frente y los ojos.
  • Se puede administrar un analgésico de uso habitual como el paracetamol o el ibuprofeno.
  • Intentar averiguar si hay algún factor desencadenante (ayuno, traumatismo, …)

 

¿Cuándo debemos consultar al pediatra?

  • Si el dolor es cada vez más intenso.
  • Si los dolores son cada más frecuentes.
  • Si no remite con las dosis habituales de analgésicos.
  • Si asocia alguno de los siguientes síntomas:
    • Fiebre, rigidez de cuello, manchas en el cuerpo u otros signos de infección.
    • Vómitos “en escopetazo”, sin nausea previa.
    • Otros síntomas neurológicos asociados: debilidad muscular, hormigueo, dificultad para hablar, ataques epilépticos, disminución del nivel de conciencia,…
  • Si la cefalea presenta alguna de las siguientes características:
    • Despierta al niño por la noche o es, sobre todo, al despertar.
    • Interfiere de manera importante en la vida del niño (tiene que faltar a clase frecuentemente, …)

 

Comparte esta información y evitarás muchas preocupaciones (“dolores de cabeza”) a otros padres.

 

Las particulares 12 campanadas de Cuidar Mi Bebe.

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Hoy no, hoy no voy a hablar de medicina, ni de niños,… Hoy sólo quiero agradecer todo lo bueno que me ha pasado durante este 2015.

Estas son mis particulares 12 campanadas desde Cuidar Mi Bebe:

¡¡Doongg, doongg!! No, aún no, estos son los cuartos. Id preparando las uvas.

Mientras aprovecharé para agradecer muy sinceramente el seguimiento que habéis hecho del blog a lo largo del año. Me ha motivado a seguir escribiendo a pesar del frenético ritmo de trabajo que llevo.

Agradezco todos vuestros “me gusta” (incluso algunos “me encanta”) tanto en perfil de facebook como en los post. Agradezco todos vuestros “comentarios” y aprovecho para disculparme por algunas preguntas no respondidas. Cuando no respondo es porque considero que algunos problemas personales tienen mucho riesgo intentar solucionarlos sólo con un consejo, sin haber visto a un paciente.

Agradezco, igualmente, a todas las familias que pasaron este año por mi consulta, por confiarme su tesoro más preciado: la salud de sus hijos. He intentado estar a la altura, a pesar de que ya sabéis que los retrasos son muy difíciles de manejar.

Uff, que me enrollo, y empiezan las campanadas….

  • ¡¡Doongg, una!! Por mis hijos, José y María, y por mi futura hija Victoria (si todo sigue bien nacerá en marzo), que me mantienen conectado íntimamente a la pediatría y me aportan una visión mucho más “real” de la crianza de los niños. No sólo como pediatra sino también como padre.
  • ¡¡Doongg, dos!! Por mi mujer, Paqui. Por la paciencia infinita que tiene conmigo, por todo el tiempo que le robo con mi trabajo. Por la visión de madre que me aporta de la crianza de los niños y que me hace entenderos mucho mejor.
  • ¡¡Doongg, tres!! Por mis cuñad@s y sobrin@s (tit@s y prim@s), que también me muestran otra manera de ver y sentir la crianza de los niños.
  • ¡¡Doongg, cuatro!! Por mis padres, Diego y María, porque además de la infinita ayuda que nos aportan familiarmente, me aportan la visión de “abuelos”, necesaria también en mi intento de visión global de los niños.
  • ¡¡Doongg, cinco!! Por mis compañeros médicos, tanto del Hospital Virgen del Rocío como del Hospital NISA, porque su compañerismo me mantiene actualizado de una forma más amena.
  • ¡¡Doongg, seis!! Por el resto de mis compañeros de trabajo (enfermer@s, auxiliares, celador@s, limpiador@s, cociner@s…), porque su trabajo es IMPRESCINDIBLE para que la rueda sanitaria pueda rodar sin detenerse.
  • ¡¡Doongg, siete!! Por vuestros niñ@s, mis pacientes, por cada una de esas sonrisas inocentes y sanas cada vez que les doy una “pegatina de valientes”.
  • ¡¡Doongg, ocho!! Por vosotros, cada uno con vuestras circunstancias. Por esa entrega en la crianza de vuestros hijos. Nadie dijo que fuese fácil, PERO MERECE MUCHO LA PENA.
  • ¡¡Doongg, nueve!! Por todos los abuelos, titos, amigos, cuidadores… que acompañaron a los niños a la consulta cuando los padres no pudieron, porque ellos también son IMPRESCINDIBLES.
  • ¡¡Doongg, diez!! Por todos los buenos momentos que nos ha dejado este 2015. Estoy seguro que si os paráis un momento analizarlo superan, con creces, los pequeños baches que tenemos que superar a veces.
  • ¡¡Doongg, once!! Por todas las personas que tengan que atravesar alguna dificultad en el próximo año. Para que sean capaces de sacar siempre alguna enseñanza de esa experiencia
  • ¡¡Doongg, doce!! Por un 2016 cargado de ilusión, esperanza y buenos momentos.

 

¡¡¡¡FELIZ AÑO NUEVO!!!! , ¡¡¡¡FELIZ 2016!!!!

El ciberbullying y el grooming.

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Creo que las cartas a que recibirán los Reyes Magos de Oriente este año, como todos los últimos y cada vez más, estarán plagadas de objetos y juguetes tecnológicos: tablets, móviles,…

Hoy no voy a entrar a comentar las ventajas y desventajas de este tipo de regalos entre los menores, pero sí quiero hablar de dos problemas a los que los padres debemos estar más atentos que nunca porque su incidencia está aumentando llamativamente debido al uso cada vez más frecuente de las tecnologías en los menores: el ciberbullying o ciberacoso y el grooming.

El ciberbullying  es cuando a través de un teléfono móvil, Internet, redes sociales,…. un menor acosa a otro (amenazas, insultos, coacciones, chantajes,…).

El problema es que al existir una distancia física entre el agresor y la victima, el agresor tiene más sensación de impunidad, y puede hacerlo reiteradamente sin ser visto por nadie (profesores, vecinos, padres, …) como en el caso del bullying “normal”. Esta reiteración puede hacer que las consecuencias psicológicas sean incluso más graves. Uno de los casos más típicos es que una niña envía a través de WhastApp a su amigo una foto comprometida. Ëste la distribuye entre sus amigos y después la chantajean para cortar la cadena de transmisión.

El grooming es también un acoso a través de las nuevas tecnologías (chat, redes sociales, etc.), pero no es entre iguales, sino que el acosador es un adulto y la víctima un menor. Casi siempre habrá una intención sexual explícita o implícita.

Los acosadores, que suelen ser hombres casados, tienen preferencias por menores en edad puberal o prepuberal. Suelen esconderse tras un “perfil” de menor y poco a poco van “abonando” el terreno hasta confesar sus intenciones, pidiendo secretismo. Les convencen de que no deben decirlo a los padres, pues no lo entenderían.

Actúan en 3 fases:

Fase de amistad: comienzan a crear una relación de amistad y confianza para conocer sus gustos y preferencias.

Fase de relación: aumenta el grado de confianza. Comienza a haber confesiones personales e íntimas entre acosador y menor.

Fase con componente sexual: hay petición a los menores de su participación en actos de naturaleza sexual, grabación de imágenes o toma de fotografías.

 

Vistos estos dos problemas, ¿Qué debemos hacer los padres?

 

– Debemos supervisar, sin ser intrusivos (esto es lo difícil) y conocer el uso que hacen nuestros hijos de Internet.

– Establecer un horario para el uso de las nuevas tecnologías.

– Educar en la difusión responsable de imágenes (no enviar a desconocidos, no compartir imágenes comprometidas).

– El uso de Internet y, por supuesto, las webcam debe hacerse en las zonas comunes de la casa.

– Hablar con nuestros hijos de los beneficios y de los riesgos de las nuevas tecnologías y educarles en la autoprotección de datos. Enseñarles que:

-En Internet utilizar pseudónimos o nicks personales que sean conocidos sólamente por un círculo de contactos.

-Sean muy cautos con los datos personales que publican.

No acepten ni agreguen como contactos a desconocidos.

 

Comparte esta información con otras familias si piensas que puede ser de utilidad.

 

 

¿Qué hacer si el niño vomita el medicamento?

Bebe resfriado

“Doctor, ya estuvimos en Urgencias esta mañana y nos dijeron que tenía bronquitis, el problema es que al darle el corticoide lo ha vomitado y no sabemos si se lo tenemos que volver a dar”.

 

En estos días, con las urgencias plagadas de niños con bronquitis, bronquiolitis, laringitis, … y no sé cuántas más ___itis, hay que sumarle la de las familias que reconsultan porque el niño ha vomitado la medicación.

Intentaré aclarar el tema.

En primer lugar decir que la gran mayoría de los medicamentos que solemos utilizar (antibióticos, antitérmicos, corticoides, ….) tienen un amplio rango terapéutico, es decir, que son eficaces a diferentes dosis y casi nunca utilizamos las dosis máximas. En general, si un niño ha vomitado un medicamento se le puede volver a dar sin ningún riesgo.

De todas maneras, los pediatras,  lo que recomendamos habitualmente es lo siguiente: en función de cuánto tiempo haya pasado desde que lo tomó hasta que presentó el vómito asumimos que se ha absorbido nada, parcialmente o todo el medicamento.

Más claro:

  • Si el vómito ha sido inmediatamente tras tomar la medicina o han pasado menos de 15 minutos (en estos casos si el medicamento es de color se suele ver incluso en el vómito) podemos volver a repetir la dosis completa.
  • Si han pasado entre 15-30 minutos, asumimos que parte del medicamento se ha absorbido y podemos volver a repetir la mitad de la dosis.
  • Si han pasado entre 30-60 minutos o más, asumimos que el medicamento se ha absorbido prácticamente por completo y NO repetiremos la dosis. Si al recoger el vómito observamos que el vómito está parcialmente teñido del medicamento, lo que sí podemos hacer es, adelantar la siguiente dosis. Por ejemplo si la próxima dosis le tocaba a las 8 horas se podrá adelantar a las 4-6 horas.

 

Por otro lado debemos intentar averiguar la causa del vómito:

  • Si vomita porque no le gusta el sabor o la textura de la medicina, deberemos preguntarle al pediatra si existen otras alternativas de sabores o, incluso otras vías, por ejemplo, la rectal. Aunque los pediatras intentamos utilizar cada vez menos esta vía, en algunos niños, es la única que nos queda “porque es enseñarle y bote de apiretal y ya está vomitando”. A veces funciona, también, mezclar el medicamento con algo de comida (leche, zumo, …). Esto se puede hacer con la gran mayoría de medicamentos de uso pediátrico.
  • Si vomita porque precisamente esa era el motivo de llevarlo al médico y parece que está empezando con una gastroenteritis, en este caso, quizás nos debamos plantear desde el principio la vía rectal.
  • Si vomita porque tiene mucha tos, “lo echa todo con los golpes de tos”: en este caso debemos intentar crear las condiciones óptimas para que no ocurra. Es decir, hacer los lavados nasales previos a la toma del medicamento y nunca tras la toma del mismo. A veces en estos casos, y aunque la tos suele ser un mecanismo de defensa, podemos asociar un medicamento antitusivo.

 

Si consideras útil esta información, compártela.

 

¡¡Feliz Nochebuena a ….., pero especialmente a ….!!

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Papá, ¿por qué este año tampoco cenarás con nosotros?

Casi con un nudo en la garganta: “Porque algunos niños están malitos y necesitan que los médicos los sigan cuidando todas las noches, también la de Nochebuena”.

Desde Cuidar Mi Bebe quiero desearos una FELIZ NOCHEBUENA Y UN FELIZ DÍA DE NAVIDAD.

Quiero felicitar:

  • A todas las familias que actualmente tienen a todos sus miembros en un buen estado de salud, pero especialmente las que pasarán esta noche en el hospital porque tienen alguno de sus miembros ingresado.
  • A todas las familias que se reunirán completas porque todos sus miembros pueden disfrutar de unas merecidas vacaciones, pero especialmente a las que no podrán hacerlo porque su trabajo no se puede quedar “descubierto” (médic@s, enfermer@s, celador@s, auxiliares, bomber@s, policias, conductores de metro o autobus, ….)
  • A todas las familias que han sumado un miembro nuevo este año (¡¡Felicidades!!), pero especialmente a las que perdieron un ser querido.
  • A todas las familias que cenarán cosas extraordinarias porque uno de sus miembros encontró trabajo este año, pero especialmente a las que no podrán hacerlo porque alguno de sus miembros continua en paro.
  • A todas las familias que mayor o menor humildad celebrarán la cena en su hogar, pero especialmente a la gente que está en la calle, a los “sin techo”, a los refugiados, …
  • A todas las personas que cenarán en comedores sociales, pero también a la gente que colaboró con alimentos y a todos los voluntarios que harán posible que cenen “en familia”.

Que la Navidad sirva para ablandarnos el corazón y comenzar a querer para los demás lo que queremos para nosotros mismos.

Consejos para NO acabar en Urgencias en Nochebuena.

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Se acerca la Navidad y recordaré algunas cosas básicas, que todos conocemos pero que  conviene tener al día para evitar sustos en estos días tan especiales.

A algunos no nos quedará otro remedio que cenar (si podemos) en el hospital, pero es muy triste que vosotros, en estos días, terminéis en Urgencias por actos evitables.

Es época de vacaciones en familia y muchas de ellas se desplazan para poder pasar estos días juntos. La  DGT prevé para estas navidades 13,6 millones de desplazamientos. Por tanto conviene recordar:

 

En ambas circunstancias conviene hacer especial hincapié en los desplazamientos cortos, puesto que es cuando más nos “relajamos” y el índice de siniestralidad aumenta.

 

Con respecto a las comidas familiares con niños pequeños, para no acabar en Urgencias conviene saber:

  • Los menores de 2 años, como ya hemos visto en otros post, NO deben tomar frutos secos, por el riesgo de aspiración.
  • Aunque se puede aceptar que un niño de 12 meses pueda comenzar a comer marisco, sería una triste broma la de acabar en Urgencias por una urticaria por marisco, simplemente por: “Dale un langostino a Julita que lo pruebe, verás que cara pone”. No es el día ideal para la introducción de alimentos nuevos.
  • Para los padres de niños adolescentes o, preadolescentes, debemos evitar que los menores de 18 años consuman alcohol.

 

Pero no todo van a ser restricciones así que, conviene recordar, el post de “Las embarazadas SÍ pueden comer jamón”.

 

Y para las mamás supercocineras (algunos papás con esto de masterchef ya empiezan a colaborar) que andan tan liadas en estos días, conviene recordar que la cocina es el sitio de la casa donde se producen mayor número de accidentes domésticos. Debemos saber que:

  • Los niños no deben estar en la cocina mientras cocinamos.
  • Para cocinar, debemos usar los hornillos interiores y poner el mango del cazo o sartén hacia adentro.
  • Tener cuidado cuando encendamos el horno: las puertas transparentes llaman la atención del niño pequeño y pueden quemarse.
  • Evitar que cuchillos, tijeras y otros elementos cortantes estén al alcance de los niños.

 

Comparte esta información con la intención de que a ninguna familia se le agüe la cena de Nochebuena por estos motivos.