Claro que que aquel sombrero que conservo de mi abuelo no tiene precio…
si lo pienso, quizás no es tan caro pero si lo siento… yo, y sólo yo, sé cuánto vale ese tesoro.
Y claro que el nombre que elegí para mis hijo no es una casualidad…
si lo pienso tienen el mismo nombre que otras muchas personas pero si lo siento… yo, y sólo yo, sé cuánto significan para mi esos nombres.
Y claro que cafés contigo me he tomado muchos…
si lo pienso, quizás objetivamente fue uno más pero si lo siento… yo, y sólo yo, sé cuánto significó ese momento.
Claro que los Reyes Magos no son los padres…
si lo pienso (no, esto me niego hasta pensarlo) pero si lo siento… yo, y sólo yo, se lo que significa dejar de ser padre para convertirme en Rey Mago.
Disfrutar de cada momento, vivir intensamente cada detalle,…
eso, SENTIR…, SENTIR…, SENTIR….
eso es lo que hace que realmente la vida merezca la pena.
En el momento que piense que el sombreo de mi abuelo tiene precio, el nombre de mis hijos no significa nada, que aquel café fue uno de tantos y que los Reyes Magos son los padres… en ese momento pensaré que el corazón es un órgano con cuatro cámaras que se contraen por la diferencia de potencial que ocurre en la membrana celular… y pensaré entonces que los sentimientos no existen… y desde ese mismo momento habré muerto como persona.
De momento la ILUSIÓN me mantiene vivo.
¡¡¡Feliz día de la cabalgata!!!