La importancia de los abuelos.

abuelo

Han sido estos días unos días muy duros. La madre de un gran amigo nos dejaba repentinamente, sin previo aviso, sin dar la oportunidad de que toda la gente que la queríamos la  pudiésemos despedir.

Esto ha hecho que en las últimas horas piense mucho en los abuelos. También me ha hecho ver cómo, ante las adversidades, se crecen los padres en su capacidad de ser padres.

Los abuelos son esa pieza del puzzle familiar tan necesaria para “malcriar” a nuestros hijos.

Ellos se permiten hacer esa “malcrianza” porque sus experiencias les han dotado de una óptica mucho más objetiva para afrontar los problemas. Esa óptica les sirve para relativizar los problemas, Aportan esa visión tan necesaria para demostrar que a Roma se puede llegar por muchos caminos y que no debemos obsesionarnos por cruzar el río por un único puente, existen otros pasos alternativos tan válidos como ese en el que nosotros nos empeñábamos.

Esto les dota de una ternura tan especial que hace que todos nuestros hijos estén desando quedarse con ellos.

Los abuelos son conciliadores, cariñosos, entrañables, consejeros, amigos,… en fin, son BUENOS.

Pero  ¿qué pasa cuando les perdemos?

Pues aparte del inevitable dolor del no poder disfrutar físicamente de ellos comenzamos a descubrirlos dentro de nosotros mismos.

Esa es la magia de los abuelos: nunca se van del todo, SIEMPRE ESTÁN CON NOSOTROS.

Una parte muy importante de ellos nos impregna. Sus enseñanzas son tan directas que nos enseñan a ser padres sólo con su presencia.

Nos encontramos, de pronto, defendiendo un modelo de educación y un estilo de vida que hasta entonces habíamos criticado. Sí, son ellos, que continúan enseñándonos SIEMPRE, porque en la crianza de nuestros hijos son tan necesarias las rutinas como la “malcrianza” de los abuelos.

Quien ha perdido un ser querido sólo pierde su presencia física, TODO LO DEMÁS QUEDA PARA SIEMPRE. Las personas buenas nunca se van del todo.

 

Gracias, abuelos, por todas vuestras enseñanzas.

Amigo, un abrazo muy fuerte.

¡Cuánto me hubiera gustado, papá,…!

 

–  «¡¡Felicidades papá!! Mira lo que te he traído. Lo he hecho yo solito, para ti. ¿Has visto qué bien coloreado está? No me he salido nada de la rayita».

–  «¡¡Muchas gracias, hijo!! La verdad es que lo has coloreado fenomenal. Es muy bonito. Me encanta».
Y uno se queda pensando cómo un trozo de papel puede llegar a hacerle tanta ilusión.

Es ahí donde descubre la magia del amor desinteresado. 

¡¡Te quiero porque te quiero, y punto, y te querré siempre!!

La inocencia de un niño es mágica. El amor es infinito.

Cuando uno es padre empieza a intuir cuánto lo han querido. Aprovecho hoy, por tanto, para darte las gracias. ¡¡Te quiero, papá!!

Pero estos días de celebraciones siempre tienen una parte triste.

¡Qué duro es no tener a un padre al lado! ¡Qué figura tan importante falta en el puzzle familiar!

Es también ahí donde algunas mujeres se hacen inmensas, intentando abarcar la falta de la pieza del puzzle y la suya propia.

Qué duro es pensar que muchos pequeños éxitos de los hijos provocan un vacío enorme por la falta de papá.

¡Cuanto me hubiese gustado, papá, que escucharas sus primeras palabritas!

¡Cuánto me hubiese gustado, papá, que vieras cómo da sus primeros pasitos!

¡Cuánto me hubiese gustado, papá, que lo vieras con su mochila en su primer día de cole!

¡Cuanto me hubiese gustado, papá, que vieras cómo celebra los goles con sus amigos (mirando al cielo y señalándote)!

¡Cuánto me hubiese gustado, papá, que vieras cómo quiere a su pareja!¡Cuánto amor recibido y cuánto  amor entregado!

¡Cuánto me hubiese gustado, papá, que vieras cómo quiere a sus hijos, como tú lo querías, infinito, desinteresado,…!

¡Cuánto me hubiese gustado, papá,  haberte dicho más veces lo mucho que te quiero!
Felicidades papá.

¿Qué medicamentos se pueden tomar dando el pecho?

farmacos y lactancia

Me duele mucho cuando veo a algunas madres, que después de luchar estoicamente por conseguir establecer una lactancia confortable, y les pregunto:

¿Qué pasa?, ¿Qué tal?, ahora ya sí disfrutando del pecho, ¿verdad?”

Y esa madre, con la cabeza baja, y con dos lagrimones en sus ojos a punto de caer por sus demacradas mejillas:

No, Le quitado el pecho porque me han mandado antibióticos, y me dijo el médico que se lo quitase. ¡Qué rabia, con lo que me había costado evadirme de todos los comentarios de mi suegra, mi vecina, …! ¡Qué rabia, ahora que ya no tenía grietas en los pezones y que había logrado, por fin, disfrutar de la lactancia…! ¡Qué pena! Me da mucha pena pero todo sea por el bien de mi gordito!”

Yo con cara de sorpresa:

“¡Ah!, ¿sí? ¿Se lo has tenido que quitar?, ¿qué antibiótico tan especial te han mandado para no poder dar el pecho?”

Estoy tomando amoxicilina”. Responden como si estuviesen delante de un tribunal acusador.

En este punto tengo que decir que detecto en algunas madres una sensación extraña. Por un lado un sentimiento de culpabilidad por haber quitado el pecho a su bebé cuando empiezan a intuir que no era necesario y, por otro lado, el deseo de que otro profesional vuelva a “autorizar” la lactancia.

Pero lo malo es que, también en este punto, muchas madres ya han tomado la firme decisión de dejar el pecho.

No quiero ni mucho menos hacer sentir culpables a las madres que no dan el pecho. No, no es mi intención. Ninguna mujer es más madre que otra por dar el pecho. Son muchos los motivos y circunstancias  que pueden hacer muy complicada la lactancia materna y hacer que fracase. Mi pena es que el motivo del fracaso de la lactancia materna sea un mal asesoramiento, o un «consejo» de un profesional. Ya os conté en uno de los últimos post cuánto pueden  pesar algunos malos consejos. Lo podéis leer pinchando aquí.

Tengo que decir que muy pocos son los medicamentos que no son compatibles con la lactancia. Desde luego los de uso habitual (paracetemol, ibuprofeno, amoxicilina, omeprazol, prednisolona,…) son todos compatibles con la lactancia ya que o no se excretan por la leche o lo hacen en mínimas cantidades y , por supuesto, los beneficios de la lactancia materna compensan de sobra.

Existen muchos falsos mitos respecto a la lactancia materna (pinchando aquí podéis ver los diez más frecuentes). Que la lactancia materna es incompatible con la toma de medicamentos es uno de ellos. Pero actualmente existen herramientas de uso muy fácil para ver la compatibilidad de un determinado medicamento con la lactancia. Una página web de total fiabilidad y de uso muy fácil es www.e-lactancia.org. En esta web podéis consultar, tanto por nombre comercial como por principio activo, en menos de treinta segundos la compatibilidad de cualquier medicamento con la lactancia.

Comparte esta información con otras madres y contribuirás a que muchas madres no abandonen la lactancia materna por un mal asesoramiento.

¿Puedo vacunar a mi hijo si….?

dudas vacunas

Los días previos a la administración de una vacuna suelen generar mucha angustia entre las familias.  «¿Le dolerá mucho?», «¿tendrá reacción?»,…

Existen muchos falsos mitos respecto a la vacunación.

Aclararé las preguntas que con más frecuencia me hacéis en la consulta.

1.- ¿Es conveniente que vacune a mi hijo?

Esta es una de las preguntas con una respuesta más fácil y que puedo afirmar con mayor rotundidad. ¡¡SÍ, CLARO QUE SÍ!!

Es de aceptación universal que, salvo la potabilización del agua, ninguna otra medida, ni siquiera los antibióticos, ha contribuido a disminuir la morbilidad y la mortalidad en la especie humana como las vacunaciones.

Aprovecho para recordar la importancia del lavado de manos. Podéis repasarlo pinchando aquí.

2.- ¿Puedo vacunar a mi hijo si está enfermo?

Como siempre os digo en la consulta lo ideal es vacunar a los niños en condiciones óptimas de salud.

Pero realmente si se padece una infección aguda leve (catarro de vías altas, gastroenteritis) con febrícula (temperatura menor de 38ºC) sí se puede vacunar. Ni se reduce la eficacia de la vacuna ni se aumentan los efectos secundarios.

En el caso de infecciones moderadas o fiebre mayor de 38ªC, para evitar los efectos adversos y para evitar confundir estos y los síntomas de la enfermedad, conviene retrasar la vacunación hasta la recuperación.

3.- ¿Puedo vacunar a mi hijo si está tomando antibióticos?
El tratamiento antibiótico no contraindica la vacunación, es decir, un niño se puede puede vacunar aunque esté tomando antibióticos.

4.- ¿Y si está tomando corticoides?

A las dosis habituales y tiempo habitual que utilizamos en las patologías frecuentes (bronquitis, laringitis,…) los corticoides no contraindican la vacunación.

Para dosis mayores y/o más de dos semanas de tratamiento con corticoides es mejor posponer la vacunación hasta un mes después de finalizar el tratamiento.

Podéis repasar otras dudas de los corticoides pinchando sobre este enlace: ¿Son tan malos los corticoides?

5.- Tengo entendido que la vacuna Triple vírica y la vacuna de la gripe “contienen” huevo y mi hijo es alérgico al huevo. ¿Se la puedo poner?

Efectivamente, tanto para la vacuna triple vírica como para la vacuna anti gripal hay que tener en cuenta la tolerancia al huevo. Si el niño es alérgico al huevo hay que distinguir el tipo de reacción que tuvo al tomarlo:

Si tuvo una reacción alérgica al huevo pero sin anafilaxia: se puede vacunar tanto de la gripe como de la triple vírica.

Si tuvo una reacción anafiláctica al huevo: la vacuna triple vírica se la puede poner en la consulta de vacunas habitual con las precauciones habituales. La vacuna antigripal no se la debe poner, salvo que sea ABSOLUTAMENTE necesario, en cuyo caso se tomarían precauciones especiales.

6.- ¿Le debo dar a mi hijo paracetamol antes de vacunarlo?

En general, conviene evitar la administración preventiva de paracetamol y/o ibuprofeno antes y después de la vacunación ya que no se ha demostrado que evite la fiebre y, además, puede provocar cierta interferencia con la respuesta que la vacuna debe inducir en el sistema inmune.

Para el caso específico y reciente de la vacuna para el meningococo B (Bexero), sobre todo si se coadmistra con otras vacunas, sí es recomendable la administración profiláctica de paracetamol.

7.- ¿Hay alguna manera de aliviar el dolor en la vacunación, sin medicación?

Las técnicas más utilizadas para aliviar el dolor que puede suponer la punción de la vacuna son:

  • Contacto piel con piel o abrazados. El contacto piel con piel, con la madre habitualmente, en posición madre-canguro ha demostrado su eficacia para el alivio del dolor en los procedimientos dolorosos.

  • Líquidos dulces. La toma por la boca de líquidos dulces es una práctica habitual para aliviar el dolor de los recién nacidos sometidos a procedimientos dolorosos.

  • Sumando ambas técnicas podemos utilizar la “tetanalgesia”: aprovechar el efecto analgésico y de alivio que supone el amamantamiento antes, durante y después de las inyecciones vacunales. Es un sistema cómodo y eficaz, que aprovecha la suma de la succión, la ingestión de una sustancia dulce (la leche humana lo es), la distracción y el abrazo materno.

8.- ¿Le puedo poner varias vacunas a la vez?

Sí, claro. De hecho existen muchas vacunas que los médicos llamamos combinadas. Eso significa que la misma vacuna contiene diferentes antígenos, para crear inmunidad para varias enfermedades. Con un solo pinchazo se están poniendo varias vacunas, es decir, son varias en una.

Como regla general, diferentes vacunas pueden administrarse simultáneamente en la misma visita sin que se afecte el efecto que producen sobre el sistema inmune ni que aumente la reactogenicidad de cada una.

Existe una excepción: las vacunas de virus atenuados parenterales (varicela y triple vírica). Estas vacunas, si no se administran en la misma visita, precisan un intervalo mínimo de cuatro semanas entre ellas para evitar interferencias.

9.- La vacuna de los 2 meses, como en ese momento mi bebe estaba enfermo, se la puse a los 3 meses. ¿Que hago ahora para la vacuna de los 4 meses, se la puedo poner o espero a los 5 meses?

El intervalo mínimo entre dosis de la misma vacuna en el primer año es de cuatro semanas.

Si por “logística” fuese necesario adelantar la dosis, se considera válido un adelanto no superior a cuatro días.

10.- ¿Si la primera dosis de la vacuna de la varicela se la puso de Varivax se le puede poner la segunda de Varilrix?

Se han realizado estudios analizando los niveles de anticuerpos generados por la vacunación de una vacuna con dosis de diferentes fabricantes. En la mayoría de los casos se encontró que la respuesta del sistema inmune era comparable a cuando se ponían las dosis de un mismo fabricante.

Los casos prácticos más frecuentemente referente a este supuesto son:

  • Vacuna antineumocócica. Los niños vacunados con Prevenar pudieron continuar la vacunación con Synflorix y con Prevenar-13.

  • Vacunación frente a varicela: los niños vacunados con Varivax se pueden poner la segunda dosis con Varilrix, y viceversa.

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¿Qué es peor la sal o el azúcar?

27 Mar 2008, Garnerville, New York, USA --- Assorted Junk Food --- Image by © Envision/Corbis

Es de sobra conocido que el abuso de cualquiera de las dos sustancias es perjudicial para la salud.

El consumo “excesivo” de sal se ha relacionado con muchas enfermedades pero básicamente con enfermedades cardiovasculares.

El consumo “excesivo” de azúcar se ha relacionado con muchas enfermedades como la caries, la diabetes y la obesidad. Conviene considerar la obesidad como una enfermedad para evitar todas sus consecuencias, puesto que será la epidemia que sufriremos los pediatras en los próximos años.

El colmo ha sido cuando esta mañana revisando el tema he encontrado un estudio en una de las revistas más prestigiosas de pediatría donde se constata que los niños que toman más alimentos salados tienden a consumir más bebidas azucaradas para calmar la sed, lo que aumenta el riesgo de obesidad infantil. Y no es un estudio aislado sino que hay otros estudios que encuentran datos similares. Los autores de los estudios observaron que cuanta más sal tomaban, mayor era su tendencia a beber bebidas azucaradas (zumos, refrescos, …) para calmar la sed. Estos autores consideran que si la cantidad de sal que toman los niños se redujese a la mitad (unos 3 gramos diarios menos), dichos niños tomarían una media de 2-3 bebidas azucaradas menos a la semana.

En otros post de este blog ya he hablado de errores muy frecuentes en la alimentación infantil. Podéis repasarlos pinchando aquí.

Sólo quiero hacer una reflexión:

Me encuentro a diario en la consulta familias superconcienciadas con la vacunación, que “sufre” si la vacuna se retrasa una semana de su fecha prevista. Sin embargo no tenemos ninguna conciencia del “veneno” que puede suponer la ingesta excesiva de sal o azúcar en la salud de nuestros niños.

Al principio del post entrecomillaba la palabra excesivo porque creo que ahí reside el problema. Lo que antes se consideraba una barbaridad hoy nos parece “lo normal”.

Hace un par de generaciones, los abuelos de hoy día, tomar un caramelo o un dulce era algo absolutamente excepcional. Para nosotros, la generación que nos toca ahora ser padres, se comían chuches los domingos. Sin embargo, hoy día, muchos niños consumen chuches (dulces y saladas) a diario.

Os pondré en situación. A ver si os suena:

  • Mami, hoy como es lunes y toca lácteos, yo quiero natillas”.
  • Papi, hoy es martes y toca bocata. Llevaré un bocata de pan bimbo con nocilla. Por cierto, quiero también un zumo que luego tengo sed en el recreo”.
  • Hoy es miércoles, como toca fruta y no quiero pelarla, llevaré un tetrabrick de fruta triturada”.
  • María, como hoy toca dulces caseros, te he echado en la mochila el bizcocho con mucho chocolate que hicimos ayer. ¡Ah, también te he echado un zumo para el recreo!”.
  • Julia, hoy es viernes, puedes llevar lo que quieras. Como te has portado muy bien durante la semana te he echado dos huevos kinder”.

Y esto es intentando cumplir el horario del cole… Ya de las meriendas y las cenas ni hablamos. Son alimentos de uso diario bollería, pizzas, zumos envasados, refrescos, … Y encima hay que sumarle el sedentarismo de nuestros niños.

Comparte este post si piensas que debemos fomentar el ejercicio físico en nuestros hijos y disminuir la ingesta de sal y azúcar.

¿Por qué los dientes permanentes salen amarillentos?

dientes blancos

Los dientes son motivo de preocupación para muchas familias.

Ya he escrito varios post en este blog relacionados con dudas sobre los dientes. Podéis repasarlos clicando sobre ellos:

Hoy voy a a explicar otra de las preocupaciones que me planteáis con frecuencia en la consulta:

Doctor, con lo contentos que estábamos porque Lucía tenía los dientes muy blancos y sin ninguna caries, ahora le están saliendo las paletas muy amarillas. Y por más que se los lava siguen muy amarillentas”.

Si alguna vez te has planteado esto y eres de los que no lees los post hasta el final te diré que es totalmente normal, no debes preocuparte. Esto no significa, por supuesto, que no deba seguir lavándose los dientes.

Si eres de los que te gustá saber el porqué de las cosas aquí va la explicación:

Los dientes, tanto los de leche como los definitivos, están formados por tres capas, que de fuera a dentro son: esmalte, dentina y pulpa. La diferente composición de cada una de estas capas y el groso de las mismas es lo que dan el color definitivo al diente

Los dientes de leche se caracterizan por tener una capa más fina de esmalte y de dentina. Esto, junto con alguna diferencias en la mineralización del esmalte, hace que el esmalte de los dientes de leche sea “más radiante” que el de los definitivos.

En torno a los 6 años comienzan a caerse los dientes de leche y a erupcionar los definitivos. Por tanto con esa edad “conviven” en la encía los dientes de leche (muy blancos) y los definitivos. Esto hace que tengamos la sensación de que los dientes definitivos son muy amarillos. Una vez completada la erupción de los dientes, puesto que ya todos los dientes son “amarillos” ya no tendremos esa sensación.

Esto no quiere decir, insisto, que no haya que lavarse los dientes.

Todo lo contrario, es fundamental insistirles a los niños en el hábito de la higiene dental y reducir el consumo de chuches para evitar las caries.

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La momnesia.

momnesia 1

Doctor, desde que he dado a luz se me olvidan mucho más las cosas. Voy a la cocina a por algo y cuando llego ya no sé a por qué iba. La cuestión es que ya me lo notaba desde el embarazo”. Esta es una cuestión que me habéis planteado muchas de vosotras en las consultas.

Hasta ahora mi respuesta era del tipo:

Mujer, relájate, eso debe ser que estás descansando menos. Desde que nació tu criatura descansas peor y eso hace que no estés tan lúcida”.

Pero hoy, tras volvérmelo a preguntar una madre he hecho una búsqueda y he encontrado que esta situación de pérdida de memoria inmediata en circunstancias de embarazo o primeros meses tras el parto se llama momnesia.

Aunque es cierto que la “pérdida de horas de sueño” durante el embarazo y los primeros meses de la crianza puede influir sobre la capacidad de concentración y atención de las madres, además es debida a la influencia que algunas hormonas que aumentan durante el embarazo (estradiol, prolactina, progesterona, cortisol y oxitocina) tienen sobre la atención y la memoria.

Parece que en esa circunstancia vital las hormonas no sólo tienen influencia para preparar físicamente el cuerpo de la mujer para “alojar” a su bebé sino que además estas hormonas hacen que las madres se preparen psicológicamente para centrar su atención al completo en el cuidado y la protección de su bebé.

¡¡Qué curiosa es la naturaleza!!

¡¡Una explicación hormonal del “instinto de protección”!!

No tenía ni idea de esto. Es algo que no se estudia durante la carrera de medicina.

Lo que voy a aprender con este blog gracias a vuestras preguntas….

¿ Te ha parecido curiosa esta información? Pues compártela.

DÍA MUNDIAL DE LAS ENFERMEDADES RARAS.

enfermedades raras

Hoy, último día de febrero, como cada año desde hace ya nueve años se celebra el Día Mundial de las Enfermedades Raras,.

No quiero pasar el día desde Cuidar mi Bebé, sin hacer una llamada de atención a la sociedad en general y a los políticos que corresponda en particular para tomar conciencia y brindar TODA LA AYUDA NECESARIA A ESTAS FAMILIAS.

Tal y como describe la Federación Española de Enfermedades Raras (FEDER), las enfermedades raras se caracterizan por ser su mayor parte crónicas y degenerativas, el 65% son graves e invalidantes, dos de cada tres aparecen antes de los dos años y, además, una de cada cinco personas afectas padecen dolor crónico.

El adjetivo “raras” me parece que tiene una carga despectiva no despreciable. Sería preferible llamarlas “poco frecuentes” o, mejor aún “poco conocidas”.

Y precisamente este “poco conocidas” es el inicio de un calvario que tienen que soportar muchas familias, peregrinando de ciudad en ciudad, de médico en médico, de especialista en especialista,… todo por buscar un diagnóstico que muchas veces es muy difícil de establecer.

Si hay algo peor que tu hijo padezca una enfermedad crónica… esto es, precisamente, NO SABER QUÉ ENFERMEDAD PADECE TU HIJO.

¿¡¡Cómo pueden unos padres conciliar el sueño sabiendo que su hijo está enfermo y sin saber qué enfermedad tiene!!?

Si es duro tener un mal pronóstico más duro es NO TENER UN DIAGNÓSTICO.

Salvando las distancias es tan desesperante como los familiares que tienen a algunos de sus seres queridos desaparecido, sin saber si está vivo o muerto,… ¿¡cómo van a parar de buscar!? Encontrar a esa persona es fundamental para cerrar página y asumir esa situación, sea cual fuere el desenlace.

Similar debe ser para estas familias la búsqueda desesperada de un diagnóstico. Aunque ese diagnóstico abra la puerta a otra incertidumbre: “y ahora, ¿qué puedo hacer para ayudar a mi hijo”.

Afortunadamente, y gracias a iniciativas como la de celebrar el Día Mundial de las Enfermedades Raras, surgen cada vez iniciativas y asociaciones de enfermos que SON FUNDAMENTALES PARA LA ORIENTACIÓN Y EL APOYO A ESTOS ENFERMOS Y SUS FAMILIAS.

Comparte este post para intentar llegar al mayor número de personas posible y hacer que nuestra sociedad tome conciencia de estos enfermos.

Os dejo el vídeo del Día Mundial de las Enfermedades Raras.

¡¡CUIDADO CON LOS CASTILLOS HINCHABLES!!

castillo

Sí, ya se que más de uno va a pensar que qué alarmista soy.

Ya recibí algunas críticas en el post de ¡¡Mucho cuidado con las zapatillas de ruedas!!

Y ahora qué pasa, que los niños tampoco pueden montarse en los castillos hinchables… pues entonces a qué van a jugar pensaréis.

Sí, claro, mis hijos también se han montado en estos castillos.

La misión de este blog es transmitir opiniones personales pero siempre desde la óptica de ser lo más objetivo posible y siempre respaldado por los consejos de Asociaciones Científicas y Grupos de Expertos.

En este sentido apoyado y respaldado por la opinión del Comité de Prevención de Accidentes de la Asociación Española de Pediatría quiero advertir los peligros de los castillos hinchables.

Con la llegada del buen tiempo proliferan como los champiñones los castillos hinchabes en las zonas de recreo infantil.

Ya hace varios años que se viene advirtiendo de los peligros de este tipo de atracciones por el encadenamiento de varios sucesos más o menos trágicos. Pongo algunos ejemplos que podéis leer clicando sobre ellos:

Y la más reciente, hace apenas unos días, “Muere un niño tras sufrir un accidente en un castillo hinchable”, en San José de la Rinconada, un pueblo de Sevilla.

Estos casos no son los habituales, aunque son los que mediáticamente tienen más repercusión. Casi siempre las lesiones se producen por caídas, tanto en el interior del castillo como hacia el exterior, y los choques entre niños. Las lesiones más frecuentes son las quemaduras por el roce con la lona del castillo, los hematomas, las fracturas y contusiones (de estos sí que he atendido varias). El traumatismo craneoencefálico es más grave pero, afortunadamente, menos frecuentes (podéis repasar los signos de alarma pinchando aquí).

Los mecanismos por los que se producen la mayoría de las lesiones son:

  • Falta de supervisión de un adulto. Cuando el castillo forma parte “una feria” suele existir esta persona, pero cada vez más está de moda llevar castillos hinchables en fiestas familiares, donde no se descuida la vigilancia.

  • Uso simultáneo por un gran número de personas a la vez. El peligro es mayor, por supuesto, si se mezclan niños de diferentes rangos de edad.

  • Desplazamiento del castillo por mal anclaje. Esto es especialmente frecuente en los días de mucho viento.

Por tanto, mis consejos para un “uso seguro” de los castillos hinchables son:

  • Asegurarnos de que existe un “vigilante responsable”.

  • El castillo está bien amarrado con las sujeciones reglamentarias.

  • Las condiciones climatológicas son favorables. ¡¡NO MONTAR EN DÏAS CON FUERTES RÁFAGAS DE VIENTO!!

  • Los niños son clasificados por edad para montarse.

  • El “aforo” está limitado y controlado.

Comparte esta información si piensas que puede ayudar a evitar algún accidente en los castillos hinchables.

¡¡Cuánto daño podemos hacer los pediatras!!

madre

¡¡Cuánto daño podemos hacer los pediatras!!

No siempre. Claro que no.

Por supuesto que en esta profesión hay compañeros y compañeras completamente entregados y son dignos de admiración. Y a veces, incluso, podemos ayudar un poquito a entender “cómo funcionan” los bebés.

Quizás por mi reciente paternidad, vuelvo a percibir de cerca ese “estado especial” en que se encuentra una mujer recién parida.

¡¡BASTA YA DE CREERNOS QUE SABEMOS MÁS QUE NADIE!!

Quien entiende bien a su hijo son sus padres, y por qué no reconocerlo, sobre todo SU MADRE.

Esta semana en las visitas que hacemos a los recién nacidos aproximadamente a la semana de vida me volvía a encontrar madres hundidas, con un sentimiento de culpabilidad tremendo, absolutamente agobiadas con la crianza…

“Me siento como si fuese la peor madre del mundo. Nadie me entiende. No hago nada bien. Mi madre me dice que haga una cosa, mi suegra lo contrario, el padre no dice nada,… El pediatra de la maternidad me dice una cosa, las enfermeras otra diferente,… unos me dicen que el pecho a demanda, otros que se lo de cada tres horas… Yo no puedo con esto…”

¡¡Basta de meternos donde no nos llaman!!

Dejemos que las madres sientan cuáles son las necesidades de sus bebés.

Si una madre nos pide ayuda, ayudémosla. Pero si nos la pide.

La mejor manera de ayudar a una madre es ayudarla en las tareas que la privan de sentir su maternidad al cien por cien.

No le demos consejos de cuántas veces tiene que dar el pecho al día a su bebé o si debe o no cogerlo en brazos. Mejor ayudémosla a “quitarle del medio” el resto de las tareas, que no se tenga que preocupar de la cocina, de la colada, de los papeles de la baja maternal,…ayudémosla, si es el caso, con el cuidado (baños, cena,…) de los hermanos.

Ayudémosla para que puedan estar en simbiosis cien por cien con su bebé cien por cien y se conozcan y reconozcan.

Cuando acudimos a la maternidad de visita o en los primeros días a la casa de los recién estrenados padres, dejemos de dar consejos y de apabullar sobre todo lo bien que lo hicimos nosotros cuando éramos padres. “Pues yo al mío le daba cada tres horas y todo fue perfecto”. “No lo cojas tanto que se va a acostumbrar a los brazos”…

Dejemos de creernos las buenasmadres y respetemos a las malasmadres.

Dejemos que sientan profundamente la maternidad, que sientan profundamente las necesidades de sus crías.

Dejemos que se exprese el instinto maternal de manera natural como lo hacen espontáneamente el resto de los mamíferos.

Comparte esta reflexión si piensas que una madre recién parida no necesita nuestros consejos sino sentir profundamente a su bebé.